Es inminente la "beatificación" como llama la iglesia de Roma de Karol Jósef Wojtyla quien gobernó Ciudad del Vaticano y a esa iglesia de 1978 a 2005 en que dejó de existir.
Los últimos años de su pontificado se vieron marcados por la revelación de abusos sexuales por parte de sacerdotes en todas partes del mundo pero sobre todo, por las reiteradas denuncias que ex-legionarios de Cristo le hicieron constantemente y por escrito respecto del fundador de esa congregación, Marcial Maciel. Wojtyla nunca actuó contra Maciel, siempre evadió encarar esas denuncias y siempre lo apoyó ya que era su amigo personal y le estaba agradecido por la "obra" del fundador de los legionarios.
Las víctimas de ese repugnante sujeto cargarán con la pena y la humillación de haber sido víctimas, con la impunidad con la que murió su agresor y ahora con la "beatificación" de su encubridor.
Esa es la iglesia de Roma a la que cada vez con más razón Fernando Vallejo se refirió como "La puta de Babilonia".
