Vídeo donde puede verse a Anna Ardin y su amiga Sofía Wilden, durante una conferencia de Assange.
Anna Ardin lleva el micrófono por el pasillo, y Sofía tiene espejuelos y una cola de caballo.
El fundador de WikiLeaks no fue detenido por el escándalo que desataron sus cables a nivel mundial. No, Julian Assange decidió presentarse este martes ante las autoridades de Scotland Yard en Londres por sucesivas acusaciones y cargos por violación y abuso sexual.
Se trata de las denuncias de dos mujeres, la periodista sueca Anna Ardin y su amiga de 26 años, Sofía Wilden -pareja sentimental del artista estadunidense Seth Benson- quienes se habrían ido a la cama, por separado, con el hacker anarquista Julian Paul Assange, quien en estas horas decidió abandonar la clandestinidad tras el pedido de búsqueda y captura de Interpol a solicitud de Suecia.
Assange viajó a Gotemburgo en agosto pasado procedente de Australia, buscando refugio tras haber difundido en julio miles de documentos sobre las atrocidades de Estados Unidos en Irak y en la guerra EEUU-OTAN de Afganistán. De esos cables, unos 1.500 se refieren a la participación de Australia, que lo acusa de poner en riesgo la seguridad nacional.
Tres son los sitios en la web que hablan de Ardin y Assange: el propio blog de la primera a (anna.ardin; annaardin en Twitter), la revista inglesa “para hacer amistades” Anorak News (anorak.co.uk) -cuyo portal ofrece también todo sobre la explosiva modelo y agente de inteligencia rusa Anna Chapman, extraditada hace poco a Moscú luego de un tumultuario affaire de espionaje en USA-, y el sitio de análisis www.israelshamir.net del escritor y periodista antisionista radicado en Suecia, Israel Shamir (de nombre legal Adam Remas y o Jöran Jermas). Según este último, Cuba deportó a Ardin en 2004 por “activismo en La Habana a favor de las Damas de Blanco”.
Los textos de Ardin contra el Gobierno isleño figuran en la versión on line de la Revista de asignaturas cubanas, publicación sueca ligada a la Unión Liberal Cubana, que dirige Alberto Montaner.
Ardin sería la “demandante oficial” de Assange y su amiga Sofía, la segunda acusadora, quien según sus propias declaraciones “pasó mucho trabajo para llevarse a Assange a la cama”, aunque fue la primera en quejarse del “abuso” con la policía.
La demanda contra el enemigo público número uno del Pentágono tendría cuatro puntos:
1) no haber llamado por teléfono a la joven (¿Anna, Sofía?) al día siguiente de haber dormido con ella;
2) haberle pedido que le pagara un boleto de autobús;
3) haber practicado sexo sin condón,
y 4) haber tenido dos encuentros amorosos en una misma semana con cada una de ellas.