El Gobierno de Venezuela ratificó este sábado su imposibilidad de recibir a Larry Palmer como embajador de Estados Unidos en Caracas, luego de la promesa hecha por el Departamento de Estado de acercarse a la nación suramericana si ésta otorgaba el beneplácito.
A través de un comunicado de la cancillería venezolana, el Gobierno rechazó las declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos (EE.UU.) para Latinoamérica, Arturo Valenzuela, quien el miércoles dijo que su nación está dispuesta a acercase a Venezuela si Palmer es aceptado como embajador de su país en el Estado latinoamericano.
Para Venezuela esa nueva intención de ratificar a Palmer como candidato “constituyen una nueva provocación y una manifestación de la hipocresía de la élite que gobierna ese país, en particular en su relación con los pueblos latinoamericanos y caribeños”.
El texto recuerda que Palmer “quebrantó las reglas básicas de respeto al país que lo iba a recibir” y que en “repetidas oportunidades, el gobierno venezolano ha hecho del conocimiento del gobierno de los Estados Unidos que, ante la gravedad de las actuaciones de Palmer, nos encontramos en la imposibilidad de recibirlo en el territorio nacional”.
El Gobierno informó que la decisión irrevocable será ratificada formalmente por la vía diplomática en el más breve lapso.
A continuación el comunicado divulgado este sábado por la cancillería de Venezuela:
Comunicado
El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela rechaza las más recientes declaraciones de voceros del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre Venezuela, constatando que ratifican la línea histórica de intervencionismo y agresión contra el pueblo venezolano, sus instituciones y su democracia.
En coherencia con esta política de agresión, el gobierno venezolano ha tenido conocimiento de informaciones de prensa que refieren que el Senado de los Estados Unidos se encuentra a un paso de confirmar la nominación de Larry Palmer como Embajador designado de ese país en Caracas, a pesar de que las inaceptables actuaciones de Palmer hayan provocado la revocatoria del beneplácito de estilo que el gobierno bolivariano le había otorgado de buena fe.
Es bien conocido cómo Palmer quebrantó las reglas básicas de respeto al país que lo iba a recibir, agrediendo groseramente a las instituciones fundamentales de la Venezuela bolivariana y haciéndose indigno de las funciones que se destinaba a desempeñar.
En repetidas oportunidades, el gobierno venezolano ha hecho del conocimiento del gobierno de los Estados Unidos que, ante la gravedad de las actuaciones de Palmer, nos encontramos en la imposibilidad de recibirlo en el territorio nacional. No obstante, esta decisión irrevocable será ratificada formalmente por la vía diplomática en el más breve lapso.
El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela considera que la insistencia de las autoridades estadounidenses en impulsar el proceso de ratificación de Palmer como Embajador designado en Caracas, y su negativa a buscar una verdadera solución a este problema generado en Washington, constituyen una nueva provocación y una manifestación de la hipocresía de la élite que gobierna ese país, en particular en su relación con los pueblos latinoamericanos y caribeños.