Ángelica Enciso L....
El gobierno de Bolivia advirtió que países desarrollados bloquean las negociaciones de la 16 Conferencia de las Partes (COP-16) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Japón ya señaló que no suscribirá un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kyoto y Estados Unidos chantajea y presiona para que las naciones asuman una posición en este proceso, afirmó el embajador boliviano ante la ONU, Pablo Solón.
Anunció que el presidente Evo Morales llegará a Cancún el día 9:
viene porque es fundamental ser responsable con lo que se discutió todo el año. No puede ser que después de Copenhague (en 2009) digan que el tema ya no es importante. Creemos que es en esta cumbre donde debe haber una solución sustantiva, advirtió.
Durante el segundo día de trabajos de la COP-16, las medidas de seguridad fueron
más relajadasdebido a que esta semana de trabajos sólo están los negociadores técnicos; será a partir del lunes cuando lleguen los ministros de medio ambiente y después los jefes de Estado. Asimismo, se abrieron todos los carriles de la carretera que conduce a Playa del Carmen.
En conferencia de prensa, Solón advirtió que en esta conferencia se corre otra vez el riesgo de que una minoría de países pretendan imponer un documento a los demás, como ocurrió el año pasado con el acuerdo de Copenhague –negociado por un grupo de naciones encabezadas por Estados Unidos y China–, el cual fija sólo metas voluntarias de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Dijo que hay
chantaje y presiónde Estados Unidos, que retiró un financiamiento a Bolivia en materia ambiental por 3 millones de dólares
para tratar de orillar a los países a asumir una posición por medio de la llamada ayuda económica. En un proceso como estos es inadmisible una actitud imperial y soberbia de ese gobierno. Bolivia y los integrantes de la Alba
vamos a mantener una posición firme. Nosotros no nos vendemos.
Asimismo, informó que Japón ya dijo oficialmente que no suscribirá un segundo periodo de compromisos, posición similar a la de Australia y Rusia. “Pedimos a los países que no bloqueen la negociación; llamamos a los desarrollados a que no nos pongan en la disyuntiva de que ‘aceptan nuestras condiciones o no habrá acuerdo’.
Nos parece que el condicionamiento, el bloqueo, viene de las naciones que teniendo poder económico y la mayor responsabilidad del tema, no aceptan el compromiso vinculante al que se sometieron cuando suscribieron el Protocolo de Kyoto”.
Señaló que Bolivia y otros países en desarrollo consideran llevar a la Corte Internacional de Justicia a los industrializados que incumplen el acuerdo ambiental. Aunque esto no se aplicaría a todos, porque algunos, como Estados Unidos, establecieron reservas sobre la jurisdicción de esa corte.
Solón, jefe de la negociación boliviana en la COP-16, explicó que las propuestas de Cochabamba están en el documento de negociación. El riesgo en este encuentro es que
intereses de poder económico y la mirada de corto plazo de preservar las ganancias de unas cuantas empresas de poder económico prevalezcan en las negociaciones.
Recordó que el Protocolo de Kyoto es una norma internacional que debe cumplirse, ya que fue firmada y ratificada por todas las partes, las cuales se comprometieron a tener un segundo periodo de compromisos.
“Los países desarrollados no quieren los actuales mecanismos de mercado, sino nuevos, lo que consideramos inadmisible. En el fondo, no es correcto que una nación industrializada que se compromete a reducir sus emisiones de GEI recurra a mecanismos para que sean los pobres quienes realicen esa tarea, cuando es a ellos a quienes corresponde.
“Aquí no sólo se pretende ampliar estos mecanismos, sino aplicarlos a la naturaleza, estableciendo mecanismos de mercado para servicios que proveen los bosques.
Se reconoce que se ha tratado a la naturaleza como un objeto que se puede modificar como queremos; lo que ahora se plantea es tratarla como un objeto que se desea comercializar y aplicar las reglas de la oferta y la demanda, lo que se conoce como servicios ambientales, señaló.
Detalló que según informes sobre el cumplimiento del Protocolo de Kyoto, lejos de que bajen las emisiones de GEI en los países desarrollados, ha habido un incremento que va de entre 7 y 8 por ciento respecto a 1990.
Para nosotros es fundamental no sólo un segundo periodo de compromisos de Kyoto, sino que éstos garanticen (en la temperatura del planeta) un aumento de menos de 1.4 grados.
Por su parte, el subsecretario de Planeación de la Secretaría de Medio Ambiente, Fernando Tudela, dijo que el resultado de la COP-16 está en manos de la voluntad política de los 194 países que forman parte de las negociaciones.
Estamos en buen camino para lograr un acuerdo políticamente vinculante, no en sentido de tratado nuevo jurídico, sino con decisiones adoptadas por consenso de todos. (Tomado de La Jornada)