Save the Children critica las declaraciones "erróneas" de Mark Sedwill. Las muertes de menores en el país asiático aumentaron un 155% en la primera mitad del año con respecto a 2009
REUTERS - Kabul...
"Las ciudades afganas son como una red de pueblecitos donde los niños están probablemente mucho más seguros que en Londres o Nueva York", ha dicho el enviado de la OTAN a Afganistán, Mark Sedwill, durante una entrevista que se emitirá este lunes en el canal infantil de la BBC.
Las palabras de Sedwill han sido calificadas de "erróneas" por la ONG Save the Children, cuyo director opina justo lo contrario.
Sedwill ha hecho este comentario en respuesta a una pregunta del presentador acerca de un informe que ha recibido el programa, Newsround, y que asegura que los niños afganos en Kabul dicen sentirse inseguros en las calles por el riesgo de bombas.
"En Kabul y en otras grandes ciudades del país hay, de hecho, muy pocas bombas", ha dicho el enviado de la OTAN. Sedwill asegura que la mayoría de los niños, incluso en lugares como el dominio talibán de Kandahar, siguen su vida diaria con normalidad y de forma segura.
Nada más lejos de la realidad
El programa en el que se emiten los comentarios, que se han publicado con anterioridad a la emisión del mismo, forman parte de una serie de dos episodios que exploran la vida de los niños en Afganistán.
Sin embargo, la opinión de Sedwill no es compartida por Justin Forsyth, director de Save the Children, que ha calificado de "erróneo" el comentario. "Afganistán es el peor lugar del planeta para un niño: uno de cada cuatro niños que viven allí muere antes de cumplir cinco años", ha afirmado Forsyth, que sostiene que "el año pasado fue uno de los peores desde finales de 2001 para los niños.
Murieron más de mil a consecuencia del conflicto". Forsyth no se centra solo en las bombas: "850 niños mueren cada día, muchos de ellos de enfermedades evitables como la diarrea o la pulmonía o porque están desnutridos".
Un informe de Unicef de noviembre de 2009 aseguraba que el país asiático era el lugar más peligroso del mundo para nacer. La violencia en el país está en su peor momento desde que los talibanes fueron expulsados por Estados Unidos a finales de 2001, con bajas civiles y militares desproporcionadas.
Un total de 74 niños fueron asesinados en la primera mitad del año por bombas caseras o en ataques suicidas, un incremento del 155% con respecto al mismo periodo de 2009. Aunque los insurgentes tienen normalmente como objetivo fuerzas extranjeras y afganas, los civiles son frecuentemente alcanzados en los ataques.
Las niñas también son a menudo de ataques con ácido en la cara cuando acuden al colegio. Los autores de estas agresiones son radicales islamistas que se oponen a la enseñanza femenina, prohibida por la ley talibán.