Varios países lanzaron duras críticas a Estados Unidos, al que emplazaron a honrar la legislación internacional y a cumplir con los compromisos establecidos con los derechos humanos.
Durante el Examen Periódico Universal (EPU) de Estados Unidos ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas, las delegaciones de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, México y Brasil deploraron desde distintos ángulos la actitud. Previamente Irán había dado a conocer un informe sobre el tratamiento a los prisioneros en Abu Ghraib y Guantánamo, y Julian Assange -líder de Wikileaks- había anunciado que testificaría en Ginebra contra EE.UU.
Durante el Examen Periódico Universal (EPU) de Estados Unidos ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas, las delegaciones de Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, México y Brasil deploraron desde distintos ángulos la actitud. Previamente Irán había dado a conocer un informe sobre el tratamiento a los prisioneros en Abu Ghraib y Guantánamo, y Julian Assange -líder de Wikileaks- había anunciado que testificaría en Ginebra contra EE.UU.
Latinoamérica
El bloqueo contra Cuba mantenido durante más de 50 años, la necesidad impostergable del cierre del centro de detenciones y la Base Naval de Guantánamo, en territorio de la isla caribeña, estuvieron en el contenido de las intervenciones.
Rodolfo Reyes, embajador cubano en Ginebra, hizo nueve recomendaciones al EPU estadounidense, entre las cuales resaltó asimismo la liberación de los cinco luchadores antiterroristas que cumplen largas condenas en territorio del gigante norteño.
Reyes se refería así al caso de Fernando González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, René González y Gerardo Hernández, quienes llevan 12 años prisioneros por prevenir actividades terroristas contra Cuba.
El diplomático exigió además el respeto de la Casa Blanca al derecho de libre determinación del pueblo cubano y a cesar sus acciones de injerencia y hostilidad.
Venezuela solicitó a Washington ratificar las convenciones de la ONU aun no firmadas, el cierre de Guantánamo y que disminuya las emisiones de gases con efecto invernadero, entre otros aspectos.
Nicaragua se sumó al reclamo del respeto de los derechos humanos de los prisioneros, la abolición de la pena de muerte y la liberación de los Cinco cubanos, mientras Bolivia acentuó su discurso en la discriminación de los pueblos indígenas.
En tanto, Ecuador expuso su desacuerdo con la política del Departamento de Estado de calificar a los demás países según sus intereses y pidió el fin de las torturas de los presos en Iraq y Afganistán.
México fustigó la legislación que criminaliza a los inmigrantes ilegales en el Estado de Arizona, lo mismo que Brasil, que volvió igualmente sobre las torturas y abusos en las cárceles de Iraq y Afganistán.
Con dificultades, la secretaria de Estado adjunta estadounidense ante las organizaciones internacionales, Esther Brimmer, y el titular adjunto para los derechos humanos, Michael Posner, intentaron matizar la actuación de su país en estos terrenos.
Informe iraní
Irán enumeró abusos y violaciones de los derechos humanos cometidas por Estados Unidos, en vísperas de que la nación norteña fuera sometida por primera vez al Examen Periódico Universal (EPU) en esa materia.
Un detallado informe del Ministerio iraní de Relaciones Exteriores deploró que, “contrario a los llamados de la comunidad internacional, las Naciones Unidas y las promesas de (el presidente norteamericano, Barack) Obama, Estados Unidos ha fracasado en cerrar prisiones”.
El documento difundido en Teherán y que circula en la sede del Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU en Ginebra se refirió a que Washington mantiene activas las cárceles de Abu Ghraib, en Iraq, y de Guantánamo, en la base que usurpa en el oriente de Cuba.
La Casa Blanca, prosigue el reporte, no se adhirió aún a “la más importante convención sobre derechos humanos”, en referencia al Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Asimismo, la República Islámica mostró preocupación por el alarmante número de muertes como consecuencia de descargas con pistolas “Taser” (un tipo de arma eléctrica) dentro de Estados Unidos, cifradas por Amnistía Internacional en más de 300, de 2001 a 2008.
“La discriminación invade todos los aspectos de la vida en Estados Unidos, se expande a todas las comunidades raciales, y cuando se une a la discriminación por género, orientación sexual, discapacidad u otra, puede tener un impacto devastador”, apunta el informe.
Las denuncias de Irán se suman a las relatorías hechas por más de 300 grupos internacionales y estadounidenses, como la Unión de Libertades Civiles Americanas, que repudian las disparidades raciales, étnicas y de género imperantes en la nación más poderosa del mundo.
Además de flagrantes transgresiones internas, Washington es criticado con severidad por su incapacidad para evitar o solucionar situaciones de abuso en Iraq y enjuiciar a responsables de torturas a detenidos durante los siete años y medio de ocupación del país árabe.
Medios locales comentaron con suspicacias que el ejecutivo estadounidense sólo hasta ahora incluyó en su lista unilateral de organizaciones terroristas a Jundullah (Soldados de Dios), sobre el que Irán ha ofrecido vasta información de sus actos violentos.
Teherán mostró testimonios de líderes de Jundullah -ya juzgados y ejecutados- que confesaban haber recibido financiamiento, armas, adiestramiento y misiones de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana para desestabilizar al gobierno islámico iraní.
Wikileaks
Julian Assange, fundador de Wkileaks, sitio que ha desclasificado más de 400 000 documentos sobre torturas y asesinatos de EE.UU. en Iraq y Afganistán ,se econtraba en Ginebra desde el jueves para intervenir también ante el Consejo. “Es momento de que Estados Unidos se abra en vez de encubrirse”, dijo Assange en una conferencia de prensa en la ciudad suiza.
Hace pocos días, el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, describía lo sucedido durante la votación contra el bloqueo norteamericano en la Asamblea General de la ONU en Nueva York como una sublevación, ahora parece que ha ocurrido otra, esta vez en Ginebra.
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