Santo Domingo, 27 de octubre de 2010
Excelentísima Señora
Cristina Fernández de Kirchner
Presidente Constitucional de la República Argentina
Excelentísima Señora:
El repentino fallecimiento de Néstor Kirchner ha causado en nuestros sentimientos un impacto tal, que temo que estas pocas palabras, que hoy le hago llegar, que están impregnadas de poderosos pensamientos de dolor y pesar por la partida definitiva del ex presidente de los argentinos, no serán suficientes para expresar lo que él ha dejado como huella indeleble, y la estela que no solo anidó en el corazón del pueblo argentino, sino en los pechos de millones de latinoamericanos, ni para resaltar en su exacta dimensión la solidez de sus convicciones y el apoyo que de Néstor recibimos para la sobrevivencia de la democracia de nuestro continente.
Este es un testimonio de pesar por la desaparición física de Néstor Kirchner, en quien reconozco una trayectoria de extraordinaria identidad y compromiso social por el desarrollo del pueblo, y abrigo la esperanza que comparta mi criterio que la figura de su marido, mi distinguida amiga, trasciende largamente los lazos de amistad o familiar para convertirse en símbolo del pensamiento, de la lucha del pueblo latinoamericano por un mundo mejor.
Estoy plenamente convencido de que esta pérdida, motivo de pesar para el pueblo argentino, habrá de fortalecer las motivaciones que nuestro amigo y líder latinoamericano tuvo en vida, y que la bandera democrática, de profunda sensibilidad humana, por la justicia, la libertad y la independencia seguirá siendo levantada por las manos de su pueblo hasta el total cumplimiento de los sueños y utopías que acompañaron a lo largo de toda su gesta a nuestro ilustre desaparecido.
Le ruego Señora Presidente y amiga, recibir de mi familia, del pueblo hondureño en resistencia y en el mío propio, el testimonio de muestro profundo pesar por el fallecimiento de Néstor Kirchner.
Presidente Constitucional de Honduras
2006-2010