 
por Manlio Dinucci*
La Casa Blanca sigue acrecentando sus  presiones contra Irán para obligar a ese país a cooperar en Afganistán e  Irak. 
En momentos en que el Departamento de Estado da inicio a un  principio de bloqueo anti-iraní a través de la resolución 1929, el  Pentágono está enviando municiones a Israel y abriendo corredores aéreos  para proporcionar a las fuerzas armadas israelíes la posibilidad de  golpear la economía iraní. ¿Cederá Teherán ante la amenaza?
Arabia Saudita no permitirá que  los bombarderos israelíes atraviesen su espacio aéreo para atacar las  instalaciones nucleares iraníes. Eso fue lo que declaró el príncipe  Mohamed Ben Nawaf, enviado de Riyadh a Londres, desmintiendo así la  información publicada en The Times.
¿Significa eso el fin de la alarma? En lo absoluto. Nadie en  Washington ha desmentido la información, proveniente del Pentágono, de  que un ataque israelí contra instalaciones nucleares iraníes ha sido  «planificado con el consentimiento del Departamento de Estado  estadounidense» y que otro corredor aéreo está previsto, principalmente  en función del ataque contra Bushehr, a través de Jordania, Irak y  Kuwait. 
Pero los hechos, más que las palabras, están demostrando que  intensifican los preparativos para un posible ataque contra Irán.
El ministro de Defensa [israelí] Ehud Barak, de visita en Washington,  obtuvo nuevamente grandes cantidades de suministros militares, en  especial de bombas Jdam fabricadas por la firma estadounidense Boeing. 
Se trata de bombas de gran poder que, al agregárseles un dispositivo de cola con direccionamiento por GPS, pueden ser lanzadas a más de 60 kilómetros del objetivo y se dirigen automáticamente hacia él.
Esas mismas bombas fueron equipadas recientemente con un sistema de  direccionamiento por láser que las hace más precisas aun. Según el  diario israelí Haaretz, esas bombas ya fueron utilizadas durante la  segunda guerra contra el Líbano, en 2006, y en la operación Plomo  fundido desatada contra Gaza en 2008.
Barak también pidió a Washington que aumente en un 50% los «depósitos  de urgencia» que las fuerzas armadas estadounidenses crearon en Israel  en diciembre pasado, por decisión de la administración Obama. Haaretz  reporta que esos depósitos contienen misiles, bombas, municiones para la  aviación, vehículos blindados y otros armamentos, catalogados en el  momento de su llegada, para garantizar un «acceso fácil y rápido a la  parte israelí».
Parte del armamento destinado a los «depósitos de urgencia»  seguramente proviene, aunque no se ha dicho, de Camp Darby, la base  logística del US Army (situada en Italia, entre Pisa –que cuenta con un  aeropuerto para uso civil y militar, con personal exclusivamente militar  en la torre de control– y Livorno, puerto comercial. NdT.). Según el  Global Security, hace tiempo que la 31ª Escuadra de Aprovisionamiento de  esa base es también responsable de los depósitos situados en Israel,  una especie de sucursal de Camp Darby que garantizó el aprovisionamiento  de las fuerzas israelíes durante sus ataques contra el Líbano y Gaza.
Entre las municiones que Estados Unidos está entregando a Israel se  encuentran las «ojivas penetrantes pesadas», como las Blu-117 de una  tonelada, adaptadas para ataques contra los búnkeres iraníes. Se trata  de las mismas armas que desde hace meses han venido acumulándose en la  base estadounidense de Diego García, a la que han sido enviados los  bombarderos B-2 capaces de atravesar las defensas antiaéreas.
Según Dan Plesh, director del Centro de Estudios Internacionales de  la universidad de Londres, «los bombarderos estadounidenses ya están  preparados para destruir 10 000 objetivos en Irán en pocas horas». Y,  tras esas tranquilizadoras declaraciones, Arabia Saudita está  potenciando sus 150 caza-bombarderos F-15, proporcionados por Boeing,  con las tecnologías más avanzadas, las que aumentan su eficacia en los  ataques nocturnos y los capacitan para actuar en operaciones conjuntas  con la fuerza aérea estadounidense.
| Manlio Dinucci Geógrafo y politólogo. Últimas obras publicadas: Geograficamente. Per la Scuola media (3 vol.), Zanichelli (2008) ; Escalation. Anatomia della guerra infinita, DeriveApprodi (2005) | 

 
 
