Sobre Yeshua de Nazareth: Lo refieren comúnmente como Jesús Cristo, aunque Joshua sería una traducción más exacta de su nombre. “Cristo” no es su nombre pasado; es simplemente la palabra griega para el “Messiah”. Los teólogos han descubierto a cerca de 50 evangelios que eran ampliamente utilizados por judíos y a grupos gnósticos dentro del movimiento cristiano temprano.
Solamente cuatro de éstos fueron elegidos por el grupo que sobreviviría. Esos cuatro evangelios describen a Jesús como judío que nació de una virgen cerca de Palestina.
Lo retratan como un rabino, un profesor, un curador, un exorcista, un mago, un profeta, y líder religioso. La mayoría de los cristianos creen que al ejército romano lo ejecutó, visitado el mundo terrenal, fue resucitado, pasado 40 días con sus discípulos, y después ascendido al cielo. La mayoría de las denominaciones cristianas ven a Jesús como dios, y como el hijo del dios, la segunda persona de la Trinidad.
Sobre Horus: Las varias estatuas egipcias antiguas y las escrituras dicen de Horus, (pronunciado los “uhs del hohr” a.k.a. Harseisis, Heru-sa-Aset (Horus, hijo del IS-IS), Heru-ur (Horus la anciano), hora, y Hrw), un dios del cielo del creador. Él era millares adorados de años antes del primer CE del siglo -- el tiempo en que Jesús ministraba en Palestina.
Sobre Horus: Las varias estatuas egipcias antiguas y las escrituras dicen de Horus, (pronunciado los “uhs del hohr” a.k.a. Harseisis, Heru-sa-Aset (Horus, hijo del IS-IS), Heru-ur (Horus la anciano), hora, y Hrw), un dios del cielo del creador. Él era millares adorados de años antes del primer CE del siglo -- el tiempo en que Jesús ministraba en Palestina.
Horus fueron representados a menudo como símbolo estilizado del ojo, simbolizando el ojo de un halcón. También te presentaron “en la forma de un halcón del gorrión o como un hombre [o león] con la cabeza de un halcón.” Se muestra a menudo como infante acunado por su madre Isis. Lo consideraban ser el hijo de dos deidades egipcias importantes: el dios Osiris y la diosa Isis. En edad adulta, él se vengó del asesinato de su padre, y se reconoció como el dios de la orden civil y de justicia. Creyeron cada uno de los faraones egipcios ser la encarnación viva de Horus.