Dice la científica Louann Brizendine:
La neurosiquiatra revela en su libro 'El cerebro femenino' que, biológicamente, en el cerebro de los hombres hay 2,5 veces más espacio para el sexo.
Que los hombres solo piensan en sexo era algo que se sabía o que, por lo menos, hacía parte de la creencia popular. Sin embargo, el asunto solía atribuirse al entorno social y a una herencia cultural marcadamente machista.
El pensamiento permanente de los hombres en el sexo no es un accidente o una 'manía' adquirida en razón del bombardeo de mensajes que hay sobre el tema, advierte Brizendine.
En el de las mujeres hay más lugar para las emociones, la memoria sentimental y la comunicación.
Esa realidad explica por qué ellas reclaman más afecto que deseo, más romance que pasión y más comunicación y caricias antes de llegar al coito (la penetración).
ES CUESTION DE HORMONAS
La testosterona, hormona del sexo que predomina en los hombres, tiene también mucho que ver.
Esta toma el control de los pensamientos y, siempre que se presenta una imagen o escena sugestiva, bloquea cualquier otro tipo de actividad cerebral.
Los hallazgos sobre las diferencias entre el cerebro del hombre y el de la mujer llevan a la neurosiquiatra a afirmar, inclusive, que los hombres mienten cuando dicen que tienen sentimientos.
Los hombres son más autistas y racionales, observa Brizendine.
En cambio las mujeres resultaron ser más emotivas y más expresivas. Tienen 11 mil neuronas dedicadas a la comunicación y ello explica por qué suelen pronunciar una media de 20 mil palabras al día contra apenas 7 mil por parte de los hombres.
"La lectura de las emociones en las niñas empieza más temprano que en el hombre.
Su sistema nervioso absorbe durante los dos primeros años la realidad que afectará su vida sentimental el resto de su existencia", dice la neurosiquiatra en uno de los capítulos de su libro.
