Francia detonó hace hoy 50 años su primera bomba atómica en el desierto argelino – Argel exige a París que repare los daños de sus pruebas nucleares
I. CEMBRERO - MADRID - 13/02/2010“Las mujeres embarazadas perdían a sus niños. Las cabras y los dromedarios enfermaban y después se morían. Ya no había ni mosquitos. Creíamos que era un mal enviado por Dios o que se debía a la bomba”. El septuagenario Mohamed Belhacen, residente en Taourit (sur de Argelia), narra estos días con frecuencia en la prensa argelina sus recuerdos de hace medio siglo.
Capital:
Rabat.
Gobierno:
Monarquía Islámica.
Población:
34,343,219 (est. 2008)
Hoy se cumplen 50 años de la primera prueba nuclear realizada por Francia en el desierto de la que era entonces su mayor colonia africana. La onda expansiva de aquellas explosiones todavía sigue provocando tensiones entre Argel y París, que se añaden a otros muchos contenciosos sobre los 132 años de colonización francesa.
En el Centro Sahariano de Experimentación Militar de Reggane, 1.700 kilómetros al suroeste de Argel, Francia efectuó durante 18 meses cuatro pruebas nucleares atmosféricas. A finales de 1961 trasladó sus ensayos -hubo otros 13 más- a la cordillera del Hoggar y los convirtió en subterráneos. Uno de ellos fracasó porque las partículas radioactivas salieron a la atmósfera. Taourit está a 35 kilómetros del lugar dónde explotaban las bombas en el Hoggar.
¿Cuantas víctimas causaron aquellas explosiones que acabaron en 1966, tres años después de la independencia del país? Hace medio siglo vivían en ambas zonas entre 16.000 y 20.000 personas a las que habría que añadir los nómadas que por allí transitaban. Desconocedores del peligro recogieron incluso bidones y residuos metálicos radioactivos abandonados por los franceses.
Dos asociaciones locales argelinas, que aseguran que cuentan con más de 5.000 afiliados, intentan ahora defender ante Francia a los descendientes de aquellas víctimas directas en su mayoría ya fallecidas.
El pasado mayo, 49 años después, el Gobierno francés acordó, por fin, conceder indemnizaciones a los argelinos damnificados por 10 millones de euros. De ellas se beneficiarán también los franceses afectados. En diciembre fue aprobada una ley que admite la relación de causa y efecto entre exposición a las radiaciones y riesgo de enfermedad.
En Francia, según la Asociación de Veteranos de los Ensayos Nucleares, los que estuvieron destinados en Reggane y en el Hoggar padecen el doble de cánceres que los demás franceses. En el Sáhara argelino no siempre se llega a diagnosticar la enfermedad.
A esa dificultad se añade, según Mohamed Bendjebbar, que encabeza la Asociación Argelina de Víctimas de los Ensayos Nucleares, que “Francia no ha descontaminado la zona”. “La radioactividad allí aún multiplica por 22 el nivel normal”, se lamenta.