Michael Levine, superagente de la DEA, escribió hace unos años "The big white lie", en que denuncia la culpabilidad directa del gobierno de EU en el tráfico mundial de drogas.
Veamos estas pruebas.
Todas las evidencias señalan que Reagan y, sobre todo, Bush estuvieron involucrados, directamente, en el tráfico mundial de drogas.
1-. ¿ARBITRO DE LA CONDUCTA?
Hace unos días, el gobierno de Estados Unidos volvió a situar a Cuba en su curiosa lista de “países que promueven el terrorismo”.
¿Tiene derecho el gobierno que ha perpetrado y sigue perpetrando las acciones terroristas más mortíferas de la historia acusar de terroristas a otros gobiernos? ¿Puede un gobierno que ha sido el mayor transgresor histórico de la justicia y la moral acusar de inmorales e injustos a otros gobiernos? ¿Puede, en fin, el gobierno de EU actuar como árbitro mundial de la conducta?
Todas las evidencias señalan que no ha habido jamás en la historia un solo gobierno que haya estado más descalificado que éste para ejercer esa función.
Es curioso que el gobierno que tiene a más de 200,000 soldados en varios países, cometiendo toda clase de crímenes, acuse de terrorista al gobierno que tiene a decenas de miles de médicos y maestros en muchos países curando enfermos y enseñando a leer ... y ni un solo soldado fuera de su territorio.
Ahora vemos que, en las últimas horas, bombas lanzadas por aviones no tripulados del imperio asesinaron a doce civiles que se encontraban en una escuela religiosa, en el norte de Pakistán, a pesar de que el gobierno de ese país condena esos hechos. Dicen que el ataque iba dirigido a un jefe Talibán, pero, como ha sucedido muchas otras veces, la pista era falsa y ese jefe no estaba allí.
Por otra parte, se dirigen a Haití varias grandes naves de guerra del imperio. Dice Obama que los soldados van a ayudar al pueblo haitiano en la inmensa tragedia que sufre hoy, pero esa ayuda pudiera ser sólo la fachada inicial para ocupar militarmente al país. Ya en el siglo pasado el imperio invadió a Haití varias veces y se quedó en él por varios años. Ahora pudiera suceder lo mismo.
Como una pequeña reacción personal a toda esa actitud tan insolente, o sea tan típica, del gobierno imperial, quisiera hablarles hoy de algo que ya he abordado en otros artículos: la complicidad directa de ese gobierno en el tráfico mundial de drogas y su culpabilidad en la gran epidemia de drogadicción que existe en Estados Unidos desde hace varias décadas y que ha perjudicado, gravemente, además, a otros pueblos, como los de México y Colombia.
En “Historia de la Familia Bush” abordé este problema y, quizás, al final de este artículo, repita algunos conceptos de aquel análisis; pero ahora voy a referirme a un libro que leí hace unos diez años, y volví a leer hace unos días, en el que un destacado agente de la DEA (Drugs Enforcement Agency: agencia federal que dirige la lucha “contra” las drogas) prueba la complicidad directa de la DEA, la CIA y otros departamentos del gobierno de EU en el tráfico de drogas y en su amplia distribución dentro de este país, gravísimo crimen en el que han estado involucrados muchos altos funcionarios federales, incluyendo los presidentes Ronald Reagan y George H. W. Bush.
El nombre de este agente es Michael Levine y el de su libro, The big white lie (La gran mentira blanca), cuya lectura altamente recomiendo a todo el que le interese conocer la esencia criminal del imperio. Digamos, pues, algo del autor y, después, de la obra.
2-. LA EPIDEMIA
Pero, antes, sin que nos desviemos del tema, veamos un cable de EFE, fechado en Washington en noviembre del año pasado, que incluí en uno de mis artículos de hace un par de meses:
--Un grupo de científicos de la Universidad de Massachusets ha presentado un informe a la asamblea anual de la ‘American’ Chemistry Society –Sociedad Química de Estados Unidos--, que se celebra en Washington DC, en que revelan que el 90% de los billetes de Estados Unidos y Canadá contienen rastros de cocaína.
En Washington DC se han encontrado restos en el 95% de los billetes en circulación. Según el científico Yuegang Zuo, quien dirigió el estudio, el alto porcentaje de dinero con rastros de cocaína en EU representa un aumento de casi un 20%, comparado con una investigación similar realizada hace dos años.
3-. ¿QUIEN ES MICHAEL LEVINE?
Es un judío estadounidense nacido en Nueva York que durante más de 25 años trabajó para la DEA y está considerado el agente encubierto más destacado y efectivo en la historia de esa agencia federal (el teleprograma 60 Minutes lo considera “America’s top undercover cop for 25 years”: “El agente encubierto más importante de Estados Unidos en los últimos 25 años”)
Su labor fue ampliamente conocida, por primera vez, en 1988, con la publicación de su libro “Undercover”, un testimonio sobre sus actividades que tuvo la aprobación oficial de la DEA.
En 1996, después de haber renunciado a la DEA, Levine publicó el libro que ahora nos concierne, The big white lie, en el que acusó a la DEA y la CIA de complicidad directa en el tráfico mundial de drogas y en la distribución de cocaína y otras drogas en Estados Unidos.
Levine se ha mantenido desde entonces muy activo, denunciando siempre al gobierno de Estados Unidos como el mayor productor, traficante y distribuidor de drogas de la historia. Esta labor lo ha llevado a participar en cientos de programas de televisión y radio, y en numerosas declaraciones y entrevistas en la prensa escrita.
Aunque Levine no menciona los nombres de los dos presidentes a que alude en su libro como cómplices de la CIA en el tráfico de drogas, se trata, por supuesto, de Ronald Reagan y George H. W. Bush. Reagan fue cómplice directo del Escándalo Irán-Contra, que tuvo como acción final la introducción en Estados Unidos de 27 toneladas de cocaína pura. Bush participó en la producción y tráfico de drogas, como agente trotamundos de la CIA y luego como su director y aun después como vicepresidente y presidente de EU.
Como no se puede cubrir ampliamente “La gran mentira blanca” porque se necesitaría un artículo de decenas de páginas, veamos la nota del Editorial Planeta a su edición en español, y, además, algunos párrafos de la Nota del Autor y la Introducción que escribe el propio Levine al principio de la edición en inglés:
4-. NOTA DEL EDITORIAL PLANETA
“La guerra contra las drogas es la más grande y mortífera mentira perpetrada por el gobierno norteamericano contra sus ciudadanos", dice Michael Levine, autor de este libro apasionante.
Agente de la DEA con más de veinticinco años de servicio, Levine se infiltró y trabajó en forma encubierta siguiendo las diversas rutas de la droga, desde Bangkok hasta Buenos Aires. Dondequiera que viajó fue testigo presencial de las más encandalosas violaciones a las leyes antiestupefacientes por parte de funcionarios norteamericanos.
La gran mentira blanca conduce al lector por ese tortuoso trayecto y exhibe la verdadera historia de la epidemia de la droga. Con una prosa ágil y sin eufemismos, reproduciendo diálogos textuales y situaciones insospechadas, Levine denuncia a la CIA por haber auspiciado grupos paramilitares bolivianos que asesinaron a funcionarios de la DEA en ese país, por proteger a traficantes y, especialmente, por haber creado "La Corporación", una estructura ilegal tan enorme que ha sido bautizada "La General Motors de la Cocaina", para el tráfico y venta de drogas en el continente americano.
Levine espera que este libro sirva para abrir los ojos de los lectores ante las cuestionables acciones del gobierno estadounidense, que mientras exige la creación de nuevos impuestos para combatir las drogas, inunda el mundo con ellas.
5-. NOTA DEL AUTOR (traducción)
La historia que van a leer es cierta. Algunos nombres han sido cambiados y algunas descripciones han sido alteradas para no poner en riesgo a algunos agentes de la ley y sus informantes, para no violar leyes que obligan al secreto –secrecy law—y esconder las identidades de las personas que están protegidas bajo el Programa de Protección de Testigos –Witness Protection Program--.
He cambiado, también, los nombres de algunos delincuentes con quienes he tratado en mi trabajo encubierto. Por razones desconocidas –a pesar de que han violado numerosas leyes estatales y federales desde tráfico de drogas hasta asesinato— ellos nunca fueron encausados, y en algunos casos ni siquiera se les identificó.
El fracaso de nuestro gobierno para actuar contra estos traficantes y asesinos me hace vulnerable a una acción civil en mi contra si uso sus nombres reales. Sin embargo, si los funcionarios electos encuentran los hechos narrados en este libro tan escandalosos como pudiera encontrarlos el lector, yo les daría las identidades reales de esos delincuentes.
Una buena parte de la evidencia acumulada en la Operación Hun, incluyendo conversaciones en videocintas y audiocintas, fueron destruidas misteriosamente por la DEA. De manera que algunas de las conversaciones grabadas que se mencionan en estas páginas han tenido que ser reconstruidas de transcripciones legales, notas diarias personales y otros documentos.
6-. INTRODUCCION (traducción)
Después de escuchar evidencias de la masiva participación de nuestro gobierno en el tráfico de drogas durante las audiencias senatoriales del Escándalo Irán-Contra, incluyendo testimonios que indican que al menos dos presidentes pudieran haber estado criminalmente envueltos en el hecho, el senador John Kerry declaró:
--Nuestro sistema de justicia ha sido pervertido; nuestras agencias federales se han convertido en canales para viabilizar el flujo de drogas en Estados Unidos.
Kerry señaló, con gran asombro, que mientras los contribuyentes estadounidenses tienen que pagar más de 100 mil millones de dólares para detener las drogas, su propio gobierno inundaba a nuestro país de drogas.
El senador Kerry señaló, además, que ni un solo funcionario federal ha sido encausado por violar las leyes antidrogas. Y existe la evidencia que pudo haber colocado tras las rejas, al menos por diez o veinte años, a muchos altos funcionarios federales, incluyendo a dos presidentes.
Al renunciar como jefe-investigador de la Comisión Kerry, Jack Blum declaró:
--Estoy enfermo de muerte por no poder revelar las verdades que conozco.
Se refería a que las mismas “atentan” contra la seguridad nacional y, por ello, no pueden “ser reveladas”
Les voy a presentar las evidencias de como la CIA pervierte el sistema de justicia estadounidense evitando que sean procesados traficantes de drogas y asesinos y como jueces federales que son cómplices de los traficantes estuvieron también protegidos.
Una mentira blanca significa una mentira diplomática. La CIA quiere que creamos que su protección a los traficantes de drogas en las dos décadas pasadas ha sido hecha para proteger nuestra seguridad nacional y que, por ello, sus mentiras no eran dañinas.
La verdad es que lo único blanco sobre sus mentiras son las miles de toneladas de polvo de cocaína que casi han sepultado a nuestro país. Estas no son mentiras inofensivas.
Hasta hoy han causado la muerte de más estadounidenses que las guerras de Corea y Vietnam juntas, incluyendo a mi hijo, un policía de Nueva York que fue asesinado por una ganga de adictos a la piedra (crack), y mi hermano, quien se suicidó después de una adición a la heroína de diecinueve años.
Estas mentiras han causado el peor deterioro en la forma de vida y en los valores familiares de nuestro país, nos ha costado trillones de dólares en impuestos, un gran auge del crimen relacionado con la droga ... y dos generaciones de recién nacidos, hijos de drogadictos,con daños cerebrales que de acuerdo a los sociólogos pudieran convertirlos en sociópatas sin conciencia.
Y ninguno de los responsables de esta tragedia ha sido procesado por las leyes de este país.
Sin más, entren ahora en el santuario secreto de la mayor, la más blanca, la más mortal de todas las mentiras: la guerra “contra” las drogas.
(Hasta aquí las notas preliminares a “The big white lie”, escritas por el propio Michael Levine)
7-. EL PADRINO DE LA CASA BLANCA
Estos son algunos párrafos que escribí en “Historia de la Familia Bush”, en mayo del 2008, sobre las actividades altamente criminales de G. H. W. Bush, presidentede Estados Unidos de enero de 1989 a enero de 1993:
Hay muchos libros serios escritos sobre George Herbert Walker Bush que lo señalan como el gran padrino de la droga a nivel mundial desde que, como superoperativo de la CIA, llegó a Beirut, en 1956, para controlar el tráfico de hashish y heroína que llegaba al Líbano desde el Oriente y, después, alcanzaba Europa y Estados Unidos.
Su trayectoria en este sentido incluye su participación secreta en la creación, en los años 70, del mayor centro productor de heroína del mundo, en Chiang Mai, Tailandia; en sus estrechos contactos con “La Mafia Cruceña”, en Bolivia, que llegó a ser la mayor productora de pasta de coca del mundo y creó “La Corporación”; en la formación de “La Compañía”, en Antioquia, Colombia, con la familia Ochoa, que llegó a ser el mayor productor de clorhidrato de cocaína del mundo; el escándalo Irán-Contra, en que se traicionó al aliado –Iraq-- para venderle armas a su enemigo, Irán, en los momentos en que miles de seres humanos morían, de ambos bandos, en aquella guerra entre los dos países, en los años 80.
El desenlace de aquel escándalo fue la participación de los contra nicaragüenses para introducir en Estados Unidos, desde Colombia, veintisiete toneladas de cocaína pura –con un valor en la calle, o street value, de miles de millones de dólares-- a través de una finca en Costa Rica, propiedad de un estadounidense que era operativo de la CIA, próxima a la frontera nicaragüense.
De allí se traía la droga a dos aeropuertos privados, uno en Fort Lauderdale, Florida, y otro en Mena, Arkansas. Se sabe, además, que Bill Clinton, gobernador entonces de Arkansas, fue cómplice de Bush, entonces Vicepresidente, en esta operación, y que utlizó para ello a su medio hermano, Roger Clinton, y a su cuñado, Tony Rodham, hermano de Hillary.
¿Por qué la CIA controla el negocio de la droga? Pues por dinero –enormes cantidades de dinero— y para controlar, mentalmente, a la mayoria de los ciudadanos que, inmersos en el alucinante mundo de la droga, no se ocupan de atentar ni conspirar ni dañar ni siquiera intervenir en la vida pública, o sea como una forma de desinteresar a la población de los problemas políticos nacionales para que la pequeña élite que dirige a este país pueda realizar su labor sin conflictos ni interferencias. Ejemplo: las elecciones presidenciales del 2004 en Estados Unidos, y casi todas las anteriores, en que ni siquiera votó la mitad del electorado.
Parte esencial de esta conspiración son los múltiples programas asqueantes de la “television basura” –trash TV--; la lucha libre, repleta de fingido salvajismo y obscenidades reales; la pornografía, incluyendo la de padres teniendo relaciones sexuales con sus hijos y madres con sus hijas, que se divulga hasta por la Internet, a la que pueden tener acceso los niños; las películas ultraviolentas y sicopatas que salen de Hollywood; el fanatismo excesivo en los deportes; la pesima instruccion en todos los niveles; la música estruendosa y en extremo vulgar … y muchas cosas más.
Detrás de todo esto, está la élite misteriosa que gobierna en secreto a este país, y su instrumento, la CIA, y ahora el Homeland Security Department, síntesis de las SS y la Gestapo de la era nazista. En todo esto, el hombre clave, desde 1956, ha sido G. H. W. Bush, el presidente #41.
(Un comentario actual sobre el mismo tema:
¿cómo pudo este señor Bush cometer tantos y tan graves crímenes sin ser procesado jamás?
Pues de la misma forma en que Johnson no fue encausado por la mentira del Golfo de Tonkín que provocó la masiva participación de este país en la Guerra de Vietnam y causó millones de muertos; en que Nixon y Kissinger no fueron procesados por sus numerosos crímenes de guerra; en que Reagan no cumplió un solo día de cárcel por su complicidad directa en el Escándalo Irán-Contra; en que Clinton y Hillary no fueron encausados por el Escándalo Whitewater ni la extrañísima muerte de Vincent Foster, asesor legal de la Casa Blanca; en que el otro Bush y Cheney no han sido llevados a los tribunales por sus monstruosos crímenes y en que Obama no es encausado ahora por haberle mentido a todo el pueblo en su campaña electoral ni por haber aumentado la guerras terroristas contra los pueblos de Afganistán y Pakistán.
8-. RESUMEN
¿Sigue el gobierno de Estados Unidos, bajo la presidencia de Barack Obama, controlando el negocio mundial de las drogas?
Sospecho que en cuanto a la falsa “guerra contra las drogas”, la guerra real contra varios pueblos del mundo, y otros hechos, lo único que ha cambiado en la Casa Blanca es el color de la epidermis de su inquilino principal ☼
Carlos Rivero Collado