El personaje del diablo y su ejército de ángeles caídos es probablemente uno de los mayores absurdos que podemos encontrar en las religiones abrahamicas (judaismo, cristianismo e islam), los teólogos llevan miles de años intentando dar una explicación a la idea de unos personajes cuya sola existencia choca frontalmente con la supuesta omnipotencia e infinita bondad de un único dios creador de todas las cosas, incluidos los propios demonios. Sobre ellos la enciclopedia católica dice lo siguiente:
“En el principio Dios había creado dos criaturas, la espiritual y la corporal, es decir la angélica y la terrena, y finalmente el hombre, quien fue hecho de ambos, espíritu y cuerpo. El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios en su naturaleza, pero ellos, por sí mismos se hicieron malvados“.
Lo llamativo de esta doctrina es que si el hipotético creador fuese omnipotente, y por lo tanto capaz de prever las consecuencias de sus actos, al crear a los ángeles debía saber de antemano que algunos se rebelarían ¿por qué los creó entonces? y una vez que se hubieron rebelado ¿por qué no los hizo desaparecer? En lugar de eso el dios de Abraham se habría limitado a castigarlos de un modo muy poco preciso… se dice que cayeron, que fueron expulsados, pero no se dan demasiado detalles, de hecho la enciclopedia católica lo complica todo aún más:
“Se debe recordar que la caída de los ángeles no perjudicó sus poderes naturales, que Lucifer todavía retenía los dones que le permitieron influir en sus hermanos antes de su caída, y que su inteligencia superior les mostraría que ellos podrían alcanzar un mayor éxito y dañar más a otros, mediante la unidad y la organización, que mediante la independencia y la división.
Él atrajo a nuestros primeros padres a su caída, él no ha dejado de tentar a sus hijos a fin de implicarlos en su propia ruina.
No hay ninguna razón para pensar que todos los pecados y todas las tentaciones deben, por necesidad, venir directamente de Satanás y sus ministros, pero sin ellos el mal habría sido claramente mucho menos de lo que es ahora, ya que la actividad de Satanás añade realmente mucho más que una simple fuente adicional de tentación a la debilidad del mundo y la carne; esto significa una directriz y una combinación inteligente de todos los elementos del mal.”
Es decir que según la creencia cristiana, Lucifer, el primer ángel rebelde, no solo no fue destruido o expulsado de forma inmediata sino que se le permitió influir negativamente sobre otros ángeles antes de su caída, a este ejército de ángeles caídos tampoco se les privó de sus “poderes naturales” y se les permitió igualmente arrastrar a los seres humanos hacia el pecado y desde entonces hasta hoy se les sigue permitiendo “dirigir inteligentemente todos los elementos del mal” de modo que “el mal en el mundo es mucho mayor de lo que sería sin ellos“.
Resulta muy sorprendente que las mismas personas que definen a su dios como omnipotente e infinitamente bueno crean en estos disparates que le convierten de forma directa en el creador y sustentador del mal. Tampoco parece tratarse de un dios muy justo cuando se habría encargado de destruir mediante un diluvio a toda la humanidad por pecadora y sin embargo sigue permitiendo a sus ángeles “defectuosos” campar a sus anchas.
¿algún creyente me lo explica?
¿Por qué debería la humanidad estar sometida al acoso de los demonios?
¿Dios quiere eliminarlos pero no puede?
¿Puede pero no quiere?
¿Esta esperando a un momento más oportuno porque disfruta de los espectáculos macabros?
yo me inclinaría por esta última opción a la vista del sádico ritual ideado para “nuestra salvación”.
El hecho de no creer ni en Dios ni en los demonios me evita el tener que responder a este tipo de cuestiones ridículas pero aún así me preocupa seriamente comprobar que en pleno siglo XXI miles de millones de personas siguen creyendo en leyendas propias de los tiempos medievales basadas en la superstición y la más profunda ignorancia (el lenguaje empleado en la enciclopedia católica asusta).