En este dia de la Virgen, es importante saber algunas cosas.
Es un hecho que el cristianismo no ha podido dejar de tener contacto con las innumerables diosas del paganismo en la época del helenismo: la cananea Astarté, la babilonia Istar, las griegas Rea y Gaia, la frigia Cibeles, la Artemisa de Éfeso, la Deméter de Eleusis, la egipcia Isis, etc.
La violenta oposición del cristianismo a la actitud sincretista hace difícil comprender una asimilación por el cristianismo de elementos importantes de la religiosidad pagana.
Más bien el temor a la introducción de este elemento de las divinidades femeninas del paganismo en el seno del cristianismo podría haber actuado como freno al desarrollo de la piedad mariana.
parece cierto que el cristianismo ha asumido elementos de la religiosidad anterior.
parece cierto que el cristianismo ha asumido elementos de la religiosidad anterior.
Es claro, por ejemplo, la sustitución por el cristianismo de fiestas paganas anteriores.
Al pueblo, decía san Gregorio Nacianceno, le gustan las fiestas, y muchas de las del ciclo estacional o del proceso agrícola serán sustituidas y cambiadas de sentido por el cristianismo.
Todo parece indicar, además, que la consigna de san Gregorio Magno en 595 de que no hay que destruir los templos (paganos), sino transformarlos en iglesias ha sido seguida en más de una ocasión.
El p. Noyon reconoce que "el culto de María ha sucedido en algunos casos a un culto local femenino".
H. Rahner ha mostrado en qué medida el cristianismo ha asumido elementos tales como fiestas, símbolos, temas míticos del paganismo, integrándolos en el conjunto de su culto y en el del culto mariano.
Ante la imposibilidad de hacer un recuento de estos elemento, nos referiremos a uno particularmente importante en la historia de la devoción mariana: los santuarios.
De hecho, en la eclosión primera y la proliferación posterior de santuarios que se produce tras la crisis iconoclasta, se constata que los santuarios surgidos en torno a los sepulcros de los mártires y a los lugares de los ermitaños se extenderán después a otros santos y posteriormente serán con frecuencia reemplazados por santuarios marianos.
De hecho, en la eclosión primera y la proliferación posterior de santuarios que se produce tras la crisis iconoclasta, se constata que los santuarios surgidos en torno a los sepulcros de los mártires y a los lugares de los ermitaños se extenderán después a otros santos y posteriormente serán con frecuencia reemplazados por santuarios marianos.
Pues bien, entre las razones que se aducen de esta proliferación de santuarios, se citan "las urgencias de la pastoral rural de superar el paganismo restante, sustituyendo los lugares campestres del culto idolátrico por medio de santuarios cristianos".
Es, pues, un hecho que la implantación del cristianismo entre poblaciones previamente paganas ha llevado a la asunción de determinados elementos del paganismo, aun cuando es preciso afirmar también que esa integración ha supuesto una notable transformación en los elementos asumidos.
Así pues, la devoción mariana popular de la edad media ha podido sufrir la influencia de la religiosidad precristiana en las expresiones que ha utilizado, pero en modo alguno constituye una sustitución de la devoción y del culto de los primeros siglos por un culto de carácter sincretista.
Así pues, la devoción mariana popular de la edad media ha podido sufrir la influencia de la religiosidad precristiana en las expresiones que ha utilizado, pero en modo alguno constituye una sustitución de la devoción y del culto de los primeros siglos por un culto de carácter sincretista.
Probablemente esta evolución quede mejor expresada con el término de folclorización del cristianismo, que ha sido utilizada para el mismo fenómeno en épocas posteriores.