El presidente de EEUU recibió el Nobel de la Paz en Oslo justificando las intervenciones armadas que su país está llevando a cabo en el mundo árabe. Obama aseguró en su discurso que se debe actuar contra los estados que “rompen las reglas”.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha afirmado hoy en Oslo, durante la ceremonia de entrega de la medalla de oro acreditativa del Premio Nobel de la Paz, que “en ocasiones” el uso de la fuerza está “justificado”. “Los instrumentos de la guerra tienen un papel que desempeñar para mantener la paz”, ha añadido.
En su discurso, Obama ha advertido de que no se quedaría “parado” ante las amenazas contra Estados Unidos. “En ocasiones está justificado el uso de la fuerza”, ha aseverado, ya que “las negociaciones no convencerán” a Al Qaeda para que renuncie a las armas.
El galardonado ha dicho que el mundo no debe ignorar la amenaza de las armas nucleares en Oriente Próximo y en Asia y ha advertido de que no se debe permitir que países como Irán o Corea del Norte “abusen del sistema” y que, por tanto, se debe actuar contra los estados que “rompen las reglas”.
“Logros escasos”
Obama ha reconocido que sus “logros son escasos” en comparación con otros galardonados anteriores con el premio Nobel de la Paz.
El presidente estadounidense ha indicado que recibe el premio “con profunda gratitud y una gran humildad”, al aludir a las críticas que consideran que el galardón, que le llega cuando apenas lleva once meses en la Casa Blanca, es prematuro.
En una rueda de prensa anterior a la ceremonia, esta mañana, el mandatario ha indicado que la concesión del premio le sirve de estímulo para continuar su trabajo en asuntos que son importantes para EEUU y para tratar de lograr una paz y seguridad duraderas en el mundo.
El galardón, que le fue otorgado el pasado mes de octubre por el Comité Nobel Noruego por “sus extraordinadios esfuerzos para reforzar la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos” y por su “trabajo por un mundo sin armas nucleares”, incluye una medalla de 18 quilates, un diploma y un cheque de diez millones de coronas suecas (casi 960.000 euros).
Protestas en Oslo
Grupos pacifistas realizaron protestas por el otorgamiento de este Nobel de la Paz a Obama al considerar que este no es merecedor de ello por las guerras en Afganistán e Irak y las políticas guerreristas impulsadas por Washington. Los activistas marcharon por las calles del centro de Oslo levantando pancartas con la consigna “Lleva pronto las tropas a casa desde Afganistán”.
Los manifestantes, que marchaban al sonar de los tambores, repitieron a coro “Sí podemos dejar Afganistán”, vigilados a distancia por grupos de policía.
