Irán denuncia que las últimas acciones de terrorismo en la frontera de Pakistán vienen de la mano de las fuerzas militares estadounidenses.
Asimismo, asegura que EE.UU. está detrás de los grupos terroristas en particular del grupo (sunita Yundalá dirigido por Abdulmalek) Righi. Por su parte, éste movimiento insurgente se atribuyó el atentado.
El Gobierno iraní denunció a Estados Unidos de ser uno de los planificadores del atentado suicida que se suscitó este domingo en una ciudad fronteriza con Pakistán contra el cuerpo de Guardianes de la Revolución, el cual dejó alrededor de 49 muertos y fue uno de los más sangrientos ataques en los últimos años.
El presidente del Parlamento iraní, Ali Larijani, acusó a EE.UU por este hecho y afirmó que el atentado demuestra la animosidad norteamericana contra nuestro país".
Posteriormente de las acusaciones de Ali Larijani contra EE.UU. el grupo insurgente sunita iraní Yundalá (soldados de Dios) se atribuyó el atentado, así lo dio a conocer fuentes oficiales iraní.
Por su parte, la agencia de prensa oficial IRNA indicó que se trata de un atentado suicida, pues "un hombre que llevaba explosivos consigo los hizo estallar durante una reunión de los jefes tribales" de la provincia Sistan-Beluschitan con los comandantes de los Guardianes de la Revolución.
La reunión se llevó a cabo para "reforzar la unidad entre chiítas y sunitas", según la agencia iraní FARS.
El atentado se produjo en la ciudad de Pishin (norte de Pakistán) a las 08H00 locales (04H30 GMT)
Por otro lado, los Guardianes de la Revolución emitieron un comunicado en el que acusan a "la opresión mundial (EE.UU. y Gran Bretaña) de haber provocado a los elementos a sus sueldos" para cometer el atentado.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento, Alaedín Borujerdi, por su parte, acusó también a EE.UU. "de estar detrás de los grupos terroristas, en particular del grupo (sunita Yundalá dirigido por Abdulmalek) Righi".
Irán tiene una población de 71 millones de personas, de las cuales el 90 por ciento son chiítas y la provincia de Sistan-Baluchistan, cercana a la frontera con Pakistán y Afganistán, alberga una fuerte minoría sunita. Sistan-Baluchistan es considerada una de las provincias menos segura de Irán debido a la presencia de rebeldes y de traficantes de droga.
El grupo rebelde sunita Yundalá es generalmente acusado por las autoridades iraníes de llevar a cabo acciones armadas.
Por su parte, Estados Unidos condenó este domingo el atentado suicida cometido contra los Guardias de la Revolución en Irán y negó toda participación en el ataque.
"Condenamos este acto terrorista y lamentamos la pérdida de vidas inocentes", declaró Ian Kelly, portavoz del departamento de Estado en un comunicado.
"Las versiones de una supuesta implicación de Estados Unidos son completamente falsas", agregó.
Asimismo, asegura que EE.UU. está detrás de los grupos terroristas en particular del grupo (sunita Yundalá dirigido por Abdulmalek) Righi. Por su parte, éste movimiento insurgente se atribuyó el atentado.
El Gobierno iraní denunció a Estados Unidos de ser uno de los planificadores del atentado suicida que se suscitó este domingo en una ciudad fronteriza con Pakistán contra el cuerpo de Guardianes de la Revolución, el cual dejó alrededor de 49 muertos y fue uno de los más sangrientos ataques en los últimos años.
El presidente del Parlamento iraní, Ali Larijani, acusó a EE.UU por este hecho y afirmó que el atentado demuestra la animosidad norteamericana contra nuestro país".
"Consideramos que las últimas acciones terroristas son producto de la acción de Estados Unidos y demuestran la animosidad norteamericana contra nuestro país",dijo el parlamentario iraní. Además añadió que el presidente de Estados Unidos Barack
"Obama había dicho que tendía la mano a Irán, pero con esta acción ha quemado sus manos. El pueblo iraní tiene razón en no creer en los cambios prometidos por el gobierno estadounidense".Larijani confirmó la muerte de los altos comandantes militares durante un discurso pronunciado en el Parlamento y transmitido por televisión.
Posteriormente de las acusaciones de Ali Larijani contra EE.UU. el grupo insurgente sunita iraní Yundalá (soldados de Dios) se atribuyó el atentado, así lo dio a conocer fuentes oficiales iraní.
Por su parte, la agencia de prensa oficial IRNA indicó que se trata de un atentado suicida, pues "un hombre que llevaba explosivos consigo los hizo estallar durante una reunión de los jefes tribales" de la provincia Sistan-Beluschitan con los comandantes de los Guardianes de la Revolución.
La reunión se llevó a cabo para "reforzar la unidad entre chiítas y sunitas", según la agencia iraní FARS.
El atentado se produjo en la ciudad de Pishin (norte de Pakistán) a las 08H00 locales (04H30 GMT)
Por otro lado, los Guardianes de la Revolución emitieron un comunicado en el que acusan a "la opresión mundial (EE.UU. y Gran Bretaña) de haber provocado a los elementos a sus sueldos" para cometer el atentado.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento, Alaedín Borujerdi, por su parte, acusó también a EE.UU. "de estar detrás de los grupos terroristas, en particular del grupo (sunita Yundalá dirigido por Abdulmalek) Righi".
Irán tiene una población de 71 millones de personas, de las cuales el 90 por ciento son chiítas y la provincia de Sistan-Baluchistan, cercana a la frontera con Pakistán y Afganistán, alberga una fuerte minoría sunita. Sistan-Baluchistan es considerada una de las provincias menos segura de Irán debido a la presencia de rebeldes y de traficantes de droga.
El grupo rebelde sunita Yundalá es generalmente acusado por las autoridades iraníes de llevar a cabo acciones armadas.
Por su parte, Estados Unidos condenó este domingo el atentado suicida cometido contra los Guardias de la Revolución en Irán y negó toda participación en el ataque.
"Condenamos este acto terrorista y lamentamos la pérdida de vidas inocentes", declaró Ian Kelly, portavoz del departamento de Estado en un comunicado.
"Las versiones de una supuesta implicación de Estados Unidos son completamente falsas", agregó.