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La otra obsesión de El País: Daniel Ortega


Todo el mundo conoce la relación despechada de amor-odio que el periódico español El País mantiene con el presidente de Venezuela Hugo Chávez; el diario no puede olvidar al líder bolivariano, pero por intereses económicos, tampoco es capaz de dejar de mentir sobre él.

Durante los últimos meses El País le está siendo infiel a Chávez con otro presidente latinoamericano: el sandinista Daniel Ortega.
 
 Desde mediados de este año, el periódico ha dedicado 5 reportajes exclusivamente a denostar su figura, uno cada mes. ¿Estará naciendo un nuevo romance al estilo obsesivo de El País?

La última entrega de estos reportajes data del 28 de septiembre, apenas dos semanas. Pero el reportaje que más llama la atención por condesar tantos ataques gratuitos, sin desmostración alguna, contra Daniel Ortega es el titulado "Las tristezas de Nicaragua".

El País comienza de esta forma el reportaje: "El nicaragüense Gustavo Ochoa, de 23 años, que llegó en 2004 a Madrid, tiene una pena. "Hay mucho desconocimiento en el exterior de lo que ocurre en mi país", comenta. 
 
El estudiante de Psicología explica: "No hay comparación entre la vida aquí y la de Nicaragua. La gente se va no por buscar un futuro mejor, sino para buscar un futuro a secas."

Debo decir que cuando se fue Gustavo Ochoa faltaban 2 años para que Daniel Ortega, a fuerza de votos, se convirtiera en presidente de Nicaragua.

Estas acusaciones sobre desplazados o exiliados que los medios de comunicación neoliberales hacen contra gobiernos a los que quieren denostar han trascendido el ser tópicos para convertirse en mitos que son reproducidos como dogma de fe por quienes han sido manipulados por esas informaciones carentes de pruebas.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los Refugiados (ACNUR), máxima institución mundial en el tema de los desplazados y exiliados en el mundo se ha referido a Nicaragua en los últimos años para felicitar al gobierno sandinista que preside Daniel Ortega por la "importante" ley de asilo aprobada en 2008, la cual según la propia institución, "protege a los refugiados y fortalece los derechos humanos."

En cambio la ACNUR considera que en Colombia se vive una crisis que ha provocado el exilio forzoso de 2 millones de personas. Pero en Colombia el gobierno de Álvaro Uribe trata muy bien a las empresas dueñas de El País.

Según El País "los datos respaldan" las palabras del nicaragüense Gustavo Ochoa. 
 
Por desgracia el rotativo no aporta datos que pudieran ayudar al lector a respaldar la información que da el periódico como la tasa de paro, los salarios, la situación de la educación, el estado de la sanidad o la posible desnutrición que suele provocar el exilio de las personas.

En lugar de ello El País confía que el dogmatismo del lector lo haga posicionarse contra Daniel Ortega informándole que el PIB por habitante es de 700 euros, que 5,6 millones de nicaragüenses viven en el extranjero, dando a entender que se fueron todos y cada uno de ellos cuando Daniel Ortega llegó a la presidencia, y que existe un ataque gubernamental contra los medios de comunicación.

Lo que más llama la atención es que Nicaragua según su último censo poblacional no llega a los 5,5 millones de habitantes. 
 
Según El País emigraron 5,6 millones de personas... Nicaragua está desierta si nos basamos en las informaciones del periódico neoliberal español: ¡han emigrado más personas de las que habitan Nicaragua! Esta táctica manipuladora se utiliza cuando no existen datos que sustenten las acusaciónes de la derecha contra un gobierno de izquierda. Como cuando el periódico venezolano El Nacional tuvo que usar una imagen de una represión policial en Grecia en 2003 para decir que Chávez reprimía a los estudiantes.

En cuanto al ataque gubernamental a los medios de comunicación El País profundiza con unas declaraciones de Douglas Carcache, jefe de Información del diario nicaragüense La Prensa, "El temor a las amenazas del Gobierno han conducido a algunos medios a la autocensura".

Por supuesto no se especifica qué medios y visitando la web de La Prensa parece que el dirario en el que trabaja Douglas Carcache no se autocensura a juzgar por noticias como ésta
 
Además otros medios de tirada nacional como ElNuevoDiario, Trinchera y Nicaraguita entre otros llevan a cabo un labor de salvaje acoso contra el gobierno sandinista que preside Daniel Ortega, sin atisbo de autocensura ni, obviamente, ningún tipo de censura gubernamental.

En la segunda parte del reportaje El País se dedica a aportar datos sobre la pobreza y la miseria que embargan a la sociedad nicaragüense. 
 
El problema para el periódico reside en que los datos son favorables a los sandinistas, asi que ni corto ni perezoso, se dedica a dar la tasa de pobreza que había en Nicaragua en el año 2005, un año antes de que Ortega llegase a la presidencia y a recoger las impresiones de un médico exiliado más de un año antes de que el FSLN llegase al poder, "nadie quiere permanecer en un país tan pobre".

Según la ONU la pobreza extrema se redujo en Nicaragua en 5 puntos durante el gobierno sandinista, el trabajo formal aumentó en un 50%, y según diversos funcionarios internacionales la gestión económica del Gobierno de Nicaragua está permitiéndo que la crisis no golpee a Nicaragua con dureza.

Toda esta labor social le ha permitido a los sandinistas aumentar su apoyo social del 36% con el que llegaron al poder en 2006, a más del 55% en las elecciones municipales que se realizaron en el año 2008, legitimadas por observadores internacionales de la OEA y otras instituciones mundiales.

Ya que como dice el propio periódico El País, 4 de cada 5 personas subsisten gracias a los programas sociales del gobierno. Aunque para El País esto es debido a una medida "populista" que no merece la pena tener en cuenta.

Nicaragua está en medio de un proceso revolucionario que de contar con el apoyo suficiente va a profundizarse de acuerdo a las declaraciones de Daniel ortega por las que confirmó que de ganar las próximas elecciones legislativas con mayoría se llevará a cabo una Asamblea Nacional Constituyente que no esté condicionada por pactos con la jerarquía católica que desvirtúan el programa socialista de los sandinistas.
 
Artículos de Opinión | Gonzalo Sánchez

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