Pablo Gonzalez

Nicaragua: ANTE LOS ESTADOS UNIDOS…LAS ARMAS

Benjamín Zeledón Rodríguez
25 años después de la Batalla de San Jacinto en el país nació el 4 de Octubre de 1879, en la Concordia , Jinotega, Benjamin Zeledón y murió 33 años más tarde, en 1912, en Catarina, Masaya, en la misma fecha de su nacimiento, 4 de Octubre.

Sus padres, Marcelino Zeledón Ugarte y de María Salomé Rodríguez, que le mandaron a estudiar su primaria en la Escuela del Maestro Inocencio Arauz.

En 1895, fue Tegucigalpa, a cursar la secundaria en el Colegio “El Espíritu del Siglo”. En 1899 obtuvo su Bachillerato

En 1900 retornó a Nicaragua, a seguir sus estudios de leyes.

Y tuvo que impartir clases en una escuela pública y a domicilio en Managua.

El 19 de Mayo de 1903, que estalló en Chontales la revolución conocida como “Revolución del Lago”, encabezada por el Gral. Emiliano Chamorro, Zeledón tuvo que incorporarse a la guerra, al lado del Gral. Fernando

María Rivas.. el 17 de Septiembre de 1903, el Presidente Zelaya le extiende el título de Doctor en Leyes

En 1905 se casó con Ester Ramírez Jerez que había sido su alumna en su época de profesor, , con la que procreó 4 hijos. Benjamín, Marco Aurelio, Victoria y Olga.

En 1907 fue Síndico Municipal de Managua. Zeledón peleó en la batalla de Namasigüe. En el propio campo de batalla fue ascendido a Coronel del ejército en atención a su heroísmo y valentía demostrada.

En 1909 cuando estalla en Bluefields la revuelta conservadora, Zeledón, a sus 30 años, desempeñaba el cargo de Ministro Plenipotenciario y Enviado Extraordinario ante el gobierno de Guatemala.

Derrocado Zelaya, en 1910 llega a la Presidencia el Doctor José Madriz.

Después de fungir como Ministro de la Guerra, Zeledón sustituyó al Doctor Madriz en la Corte Internacional Centroamericana Consecuencia de la contrarrevolución de 1910, llega a la Presidencia , después de Juan Estrada, Adolfo Díaz, quien nombró a Ministro de la Guerra al General Luis Mena.

Las contradicciones inter-conservadoras y ciudadanas por los Pactos Dawson y Castrillo-Knox y la entrega de la Aduana y el ferrocarril hacen estallar en 1912 el movimiento libero-conservador conocido como “La Guerra de Mena”.

Zeledón que acababa de regresar del exilio, se unió a Mena y comandó las fuerzas en su calidad de General en Jefe, Zeledón atacó y ganó Tipitapa.

Después marchó sobre Managua, pero la llegada de nuevos grupos, para el gobierno de Adolfo Díaz, obligaron a Zeledón a replegarse a Masaya, atrincherarse y resistió en dicha ciudad desde Agosto hasta Octubre de 1912.

Adolfo Díaz había obtenido la intervención directa de los Estados Unidos de Norteamérica quienes enviaron al Comandante Butler con 412 marinos, 2600 soldados y 125 oficiales, en 8 buques de guerra que desembarcaron en Corinto el 15 de agosto.

El Contralmirante W. H. Souterthand estableció su cuartel en Granada y el Comandante Buttler en Corinto. Sus notas dirigidas al General Zeledón exigiéndole rendición y vía libre para los trenes, constituyeron un tremendo ultraje a la Soberanía y Dignidad Nacional. Zeledón respondió con letras de dignidad y patriotismo.

El General Luis Mena claudicó en Granada y fue deportado a Panamá. La resistencia mantuvo al General Zeledón, quien quedó abandonado, sin armas y desinformado. León y Jinotepe cayeron el 3 de Octubre. Masaya cedió sitio y al amanecer del 4 se tomaron el Coyotepe.

Varias son las versiones sobre la muerte del joven Doctor y General Zeledón. Unos dicen que cae acribillado por un caballería enemiga que le exigió rendirse, otros afirman que fue herido, capturado y fusilado poco después como reo de guerra,

Se cuenta también que su cadáver fue llevado en carreta y fue hasta amarrado a un caballo y exhibido por las calles y caminos entre Catarina y Niquinohomo.

Unos dicen que eran las 5 de la mañana del 4 de octubre de ese año, cuando arreció la artillería enemiga, las ametralladoras ladraban como perros rabiosos, el general Zeledón descansaba en una hamaca, dentro de la Iglesia La Asunción de Masaya.

Masaya cayó ante la lucha de los dos ejércitos sitiadores, conservadores y norteamericanos, ese día se desató un enfrentamiento hasta que el coronel Isidoro Díaz Flores se hizo cargo de la colina de El Coyotepe, por órdenes precisas del general Zeledón, para detener desde esa importante posición un tren militar con refuerzos de infantería de marines que iba rumbo a la ciudad de Masaya.

El coronel Díaz Flores atacó con artillería, desatándose el combate contra las tropas enemigas, hasta que el coronel Díaz se quedó sin un tiro en el fusil, por lo que el jefe norteamericano, coronel Boctle, lo increpó y le exigió que se rindiera, a lo que el coronel Díaz le respondió: “Mi deber es defender la soberanía y disparar hasta el último cartucho”.

Al encontrarse sin salida fue capturado y conducido a la cárcel de Masaya, de donde según la historia, logró escaparse cuando ya había pasado la contienda bélica de 1912.

Ese mismo día a las 10 de la mañana, ya cortadas las líneas telefónicas, por el oriente una gran cantidad de enemigos se precipitó por las calles de Masaya,
 El general Zeledón rompió línea de fuego al lado de su Estado Mayor, partiendo hacia Jinotepe, en donde había una fuerte columna militar al mando de los generales Horacio Portocarrero y Marcelo Castañeda, los que días antes habían sido derrotados.

Al observar la presencia de los yanquis, ocupando la fortaleza de El Coyotepe —dice Hernán Robleto—, le entregué los binoculares a Zeledón, y al constatar la realidad se los quité rápidamente abrumado,

Ahí pronunció esa frase que jamás yo olvidaría: ‘Ellos no tienen la culpa, sino los que los llamaron’. Pero nosotros hemos salvado el honor de Nicaragua”.

Donde cayó abatido el general Zeledón fue en un lugar conocido como Las Esquinas, frente a la finca de Chu Rivas, jurisdicción del Diriá, hoy la curva

 Otra versión indica que el baqueano era el famoso Chico Lelo Tapia, masatepino, pero éste perdió el camino y fue a dar a Las Esquinas, en la comarca El Arroyo,

Buscando Nandaime, al pasar por la finca de Chu Rivas apareció una caballería de soldados conservadores, y éstos al ver a los soldados liberales les hicieron un alto, pero Zeledón les contestó con disparos y en esa ligera acción cayeron abatidos los generales Zeledón y Emilio Vega.

Al salir de Niquinohomo y llegar a tierra blanca, en Las Azucenas, notaron que el cadáver estaba entrando en estado de descomposición y optaron por dar parte a Masaya, donde les contestaron que le dieran santa sepultura en el cementerio más cercano,

Ellos desconocían el cementerio de Niquinohomo lo trasladaron al de Catarina, donde fue recibido por el alcalde, quien dio permiso para que lo enterraran inmediatamente en una fosa común a la orilla del cementerio, en donde descansan los restos del héroe nacional, general Benjamín Zeledón, reconocido desde Sandino en Mérida, México.

por Carlos Alberto Salgado Gomez 

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