El Mossad envió agentes femeninas a lo más profundo de Irán: seducían a altos funcionarios, se infiltraban en las redes de vigilancia del gobierno y llevaban a cabo misiones de sabotaje.
En una de las operaciones más audaces de su historia, el Mossad desplegó a decenas de agentes femeninas en Irán a principios de este año, con tropas sobre el terreno, ejecutando misiones que fueron cruciales para los ataques israelíes de junio contra los programas nucleares y de misiles balísticos de Teherán.
Según JPost, el director del Mossad, David Barnea, supervisó personalmente este despliegue sin precedentes, considerando el papel de las agentes femeninas como “muy importante” para el éxito de Israel en la guerra entre Israel e Irán.
Aunque la naturaleza exacta de sus misiones permanece clasificada, revelaciones anteriores sugieren que estas mujeres son más que espías: son agentes de campo capaces de realizar vigilancia, sabotaje e incluso ataques armados.
Según informes, algunas de ellas sedujeron a altos funcionarios enemigos, se infiltraron en las instalaciones más sensibles de Irán y coordinaron datos de objetivos para aviones de combate israelíes.
Se dice que Barnea puso en acción a cientos de agentes y colaboradores locales, gestionando una compleja red de espías israelíes y reclutando disidentes iraníes para desmantelar elementos clave de la maquinaria bélica de los ayatolás.
Las operaciones fueron tan efectivas que Irán solo logró lanzar un contraataque al segundo día de la guerra.
El informe también revela que el Mossad ahora posee información precisa sobre la ubicación de las reservas de uranio enriquecido de Irán; información tan sensible que Israel podría intervenir nuevamente si Teherán intenta convertir su programa nuclear en un arma.
En un inusual reconocimiento público a la contribución de las mujeres en la inteligencia israelí, una alta funcionaria del Mossad, conocida solo como «G», de origen iraní y experta en el reclutamiento de espías extranjeros, compartió esta información con el periódico.
En 2024, se le rindió homenaje encendiendo una antorcha durante la ceremonia del Día de la Independencia de Israel, un reconocimiento simbólico a sus contribuciones encubiertas.
Esta última operación marca el comienzo de una nueva era para la legendaria agencia de espionaje israelí: una era en la que las agentes femeninas no solo están rompiendo barreras, sino que también están moldeando el curso de la historia regional.
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