
La agencia Reuters difundió información no verificada sobre supuestos despliegues militares estadounidenses hacia Venezuela, utilizando datos falsos sobre destructores y buques anfibios que resultaron estar en otras ubicaciones.
Un análisis detallado revela cómo estas “exclusivas” buscaban crear tensión política sin fundamento real.

Reuters informó el 19 de agosto que tres destructores estadounidenses, USS Gravely, el USS Ja-son Dunham y el USS Sampson estarían en aguas cercanas a Venezuela. Foto de Departamento de Defensa de EE.UU
La última semana en Venezuela ha estado marcada por un denso clima informativo.
El supuesto despliegue militar estadounidense en el Caribe, con miras hacia aguas territoriales venezolanas, ha ejercido una considerable influencia en la opinión pública nacional e internacional, generando no solo innumerables reacciones, sino una gran variedad de hipótesis y conjeturas alrededor de un movimiento sincronizado con el aumento de la recompensa por la captura del presidente Nicolás Maduro a 50 millones de dólares a principios de este mes.
La agencia Reuters ha tenido un rol significativo en impulsar una atmósfera de tensión psíquica y comunicacional, fundamentada en el supuesto carácter de inminencia de una operación militar norteamericana en territorio venezolano.
No obstante, su forma de proceder ha estado muy distante de la ortodoxia periodística y, al mismo tiempo, muy cerca del umbral de las operaciones psicológicas y de propaganda.
Mediante estas “revelaciones” ha intentado afianzar una narrativa de conflicto e intimidación contra Venezuela, operando como brazo mediático de la agenda de los sectores de línea dura del Partido Republicano, liderados por el secretario de Estado, Marco Rubio.
La agencia ha intentado conferir apariencia de veracidad a lo que todavía es extraoficial en términos estrictamente institucionales —las vocerías del Pentágono no han dado información específica sobre el despliegue y sus objetivos—, con el objetivo de reforzar una maniobra que todavía es sectorial dentro de la administración Trump.
Dicha agencia informó el 19 de agosto que tres destructores estadounidenses, USS Gravely, el USS Ja-son Dunham y el USS Sampson estarían en aguas cercanas a Venezuela en las siguientes 36 horas, para eventuales ataques selectivos y con la orientación de responder a la amenaza de “cárteles de la droga”.
El operativo incluiría a 4 mil marinos y marines, aviones espías, buques de guerra y, al menos, un subma-rino de ataque, según Reuters.
Pocas horas después de la publicación, comenzaron a surgir indicios de que la “revelación” no tenía fundamentos reales, según un trabajo de verificación realizado por el medio venezolano La Tabla.
Resumiendo, el USS Sampson se encontraba en el Pacífico oriental. El USS Gravely estaba en operaciones en el Golfo de México, mientras que el Jason Dunham tenía más de un mes inoperativo en la Base Naval de Mayport, en Florida.
Era evidente que la relación distancia-distribución de los buques hacía prácticamente imposible que es-tuvieran involucrados en un despliegue unificado hacia Venezuela. Pasaron las 36 horas y, lógicamente, no ocurrió nada.
¿Se puede presumir que Reuters decidió arbitrariamente vulnerar el principio de contrastación de fuentes antes de lanzar dicha publicación? Difícilmente esto sea posible. A la agencia le hubiera tomado poco tiempo validar la información de sus fuentes con una sencilla búsqueda sobre el estado de los buques que se mencionaron.
Esta omisión, incomprensible para una agencia del tamaño de Reuters, solo se puede explicar por los fines de la publicación y los intereses a los cuales respondía.
Aunque al poco tiempo se hizo evidente que el despliegue de esos tres buques era irreal, la “revelación” intensificó el escenario de tensión y posibilitó una escalada discursiva desde Washington, en la figura de Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca.
El daño ya estaba hecho: conmoción en la opinión pública y una subida de tono en determinados actores políticos estadounidenses.
Luego, el 20 de agosto, Reuters sacó a la luz otra “revelación” según fuentes enteradas del asunto que prefirieron hablar en condición de anonimato. Se anunciaba un nuevo despliegue, pero esta vez de buques anfibios (USS San Antonio, USS Iowa Jima y el USS Fort Lauderdale) que transportarían a más de 4 mil militares y más de 2 mil infantes de marina. El despliegue llegaría cerca de las costas venezolanas el fin de semana.
La noticia provocó un aumento significativo del clima de inestabilidad, incertidumbre y preocupación.
Al poco tiempo, se confirmó que el buque Iwo Jima había regresado a la base de Norfolk para evitar el huracán Erin. Nuevamente, la agencia quedó expuesta con una noticia sin verificar y políticamente teledirigida.

Pero en este caso hubo un aspecto singular.
Además del caso del Iwo Jima, Reuters empleó los mismos elementos de una publicación del Departamento de Defensa de EE.UU. del 18 de agosto, en la que anunciaba el despliegue de su Fuerza de Respuesta Rápida estadounidense para realizar “operaciones globales”.
En dicha publicación oficial, se indicaron los mismos buques y la misma cantidad de efectivos a bordo, pero con el importante matiz de que, a diferencia de Reuters, el Pentágono no aportó información específica sobre sus objetivos geográficos, militares o políticos.
En consecuencia, la agencia empleó información pública que no vinculaba a Venezuela y la convirtió en una supuesta “exclusiva” para imprimirle una orientación hacia la intervención militar, nuevamente dibu-jada como inminente para amplificar la tensión dentro y fuera del país.
En cierto sentido, es posible señalar a Reuters por vulnerar aspectos básicos del oficio periodístico.
Pero una lectura crítica en este sentido pareciera estar lejos de ser correcta, pues las omisiones y tergiversaciones que han configurado sus “revelaciones” y “exclusivas” han sido planificadas y han tenido un objetivo político concreto, vinculado con una ofensiva de los halcones dentro del gobierno de Trump, ansiosos por generar las condiciones propicias para una agresión, dentro del registro de lo militar o de las operaciones clandestinas.
https://www.telesurtv.net/reuters-desinformacion-venezuela-despliegue/