El día de hoy se cumple un aniversario más del intento de golpe de estado en Nicaragua, debemos recordar que grupos de delincuentes quisieron acabar con Nicaragua aplicando acciones de destrucción y muerte, con actos terroristas que cobraron la vida de militantes sandinistas, policías y población civil.
El terror extremo ejecutado por los tranqueros delincuentes y asesinos que fueron contratados y entrenados en supuestos cursos de formación política, incitados, dirigidos y protegidos abiertamente por la jerarquía católica de Nicaragua, pagados con los dólares ensangrentados de la CIA, entregados a través de la USAID (organismo norteamericano) a diversos ONG dirigidos por vendepatria y traidores.
Estos señores que se denominan políticos y con pretensiones presidenciales; miembros de la sociedad civil, burgueses y empresarios, aliados con un grupo de traidores y vende patria, son los que en contubernio con el imperio yanqui por medio de la embajada de los EU, venían planificando desde años atrás el frustrado golpe, quisieron en primera instancia culpar al gobierno por el incendio en Río Maíz, desatado el 3 de abril de 2018, culpando al gobierno de negligencia; al caérsele los argumentos de este hecho que no les funcionó, ya que el siniestro fue sofocado, se usó como excusa para iniciar el golpe la reforma al seguro social, de la que se olvidaron por completo durante el desarrollo del golpe.
Este plan lo venían fraguando desde que el FSLN regresó al poder en el 2007 y lo iniciaron haciendo uso de las redes sociales en internet, mediante “fake news” o noticias falsas y por los medios de comunicación internacionales (CNN por ejemplo) y los medios de comunicación nacionales dirigidos por la oligarquía nacional vendepatria y por traidores, poseídos de un odio visceral al pueblo y a toda persona vinculada al sandinismo: Canal10, Radio Corporación, La Prensa, El Nuevo Diario, 100% Noticias, Confidencial, entre otros, realizando trabajos periodísticos, mintiendo constantemente, descontextualizaban, alentando a la violencia y promoviendo el odio, la demonización y desaparición o muerte de todo lo que oliera a Sandinista. Es importante recalcar el papel que la jefatura de la iglesia católica jugó en la planificación, ejecución y defensa de todos los actos de terror ejecutados.
El plan consistía en ir cambiando la percepción de la gente respecto al gobierno, martillando hasta el cansancio que este gobierno es una dictadura, que la policía es nefasta, etc.
El saldo dejado por las acciones cometidas de los asesinos y delincuentes contratados fue de 199 nicaragüenses fallecidos, víctimas del terrorismo golpista.
– 23 oficiales de policía asesinados. Entre ellos el oficial de Policía Gabriel Vado, secuestrado, torturado, arrastrado por un vehículo y quemado en un tranque de Masaya.
– 401 oficiales heridos de bala, entre ellos 343 compañeros y 58 compañeras.
– Gran cantidad de ciudadanos muertos, heridos, secuestrados y torturados. Aquí cabe mencionar el caso del compañero Bismarck de Jesús Martínez Sánchez, secuestrado en el tranque de Jinotepe y desaparecido desde el 29 de junio de 2018, también el de Francisco Arauz Pineda, combatiente histórico que fue asesinado y luego quemado en la vía pública por delincuentes que mantenían el terror en el sector de la Upoli y barrios aledaños en Managua.
– Saqueos provocados diseñados para generar escasez.
– Tranques en carreteras y calles impuestos y mantenidos con violencia, impidiendo la libre circulación de personas y bienes, incluyendo violación de niñas, hechos que fueron diseñados para generar terror y violar los derechos al trabajo, la salud y la educación de la población.
– Edificios incendiados y saqueados.
– Vehículos y equipos de trabajo destruidos o dañados.
– Daños y pérdidas de empleo a PYMES y a la economía nacional.
– En total, 252 edificios fueron vandalizados y dañados.
– 209 kilómetros de calles y carreteras fueron destruidas.
– 278 maquinarias pesadas fueron vandalizadas, quemadas y destruidas.
– 389 vehículos destruidos.
– C$7 mil millones, en daños causados a la economía nacional.
– U$ 205.4 millones, en reducción del presupuesto general de la República.
– U$ 231 millones, es el costo de la destrucción en el sector público.
– U$ 525 millones, en pérdidas del sector turístico.
– U$ 119,567 millones en pérdidas del sector transporte.
¡NO PUDIERON, NI PODRÁN!
¡MUERTE A LA CONTRARREVOLUCIÓN!
¡MUERTE AL SOMOCISMO!
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