***Elon Musk (centro), director ejecutivo de Tesla y copresidente del recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), lleva a su hijo "X" sobre sus hombros antes de una reunión con miembros del Congreso en el Capitolio de Estados Unidos en Washington, DC, el 5 de diciembre de 2024. (Foto de Roberto Schmidt/AFP vía Getty Images)
El hombre más rico del mundo, Elon Musk, ha revelado la verdad sobre lo que planea hacer con su llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE): eliminar la Seguridad Social y Medicare.
Musk retuiteó una serie de mensajes del senador republicano de Utah Mike Lee, quien calificó la Seguridad Social de “engañosa” y pidió su desmantelamiento. “Un tema interesante”, agregó Musk.
El jueves, Musk y su copresidente de DOGE, Vivek Ramaswamy, fueron al Capitolio para discutir sus planes. Los legisladores republicanos anunciaron inmediatamente que “todo está sobre la mesa”, incluido el recorte de la Seguridad Social y Medicare.
Durante la campaña, Musk dijo que su objetivo era recortar 2 billones de dólares, o alrededor del 30 por ciento, de todo el presupuesto federal.
No hay forma de lograrlo sin recortar la Seguridad Social, Medicare y Medicaid. La Seguridad Social por sí sola representa casi una cuarta parte del presupuesto federal total.
Ramaswamy ha sido aún más explícito sobre su plan, diciendo en una entrevista en CNBC que “hay cientos de miles de millones de dólares de ahorros para extraer” de la Seguridad Social, Medicare y Medicaid.
Elon Musk gastó 277 millones de dólares de su fortuna para elegir a Trump. Compró el poder para desmantelar la Seguridad Social y concederse más recortes de impuestos y decenas de miles de millones de dólares en contratos gubernamentales.
Solo para recordarles: ni Musk ni Ramaswamy fueron elegidos para este puesto, lo que significa que no tienen que rendir cuentas en absoluto. (Musk y Ramaswamy trabajarán en conjunto con los partidarios de recortar el presupuesto en la Casa Blanca de Trump, con el apoyo de un grupo parlamentario DOGE que se está formando actualmente).
Ambos son multimillonarios a quienes no les importa en lo más mínimo la Seguridad Social. Mientras tanto, usted probablemente ha estado cotizando a la Seguridad Social durante toda su vida laboral.
Los republicanos han intentado acabar con la Seguridad Social desde su fundación en 1935 porque es uno de los programas gubernamentales más populares y exitosos que se hayan creado. No sólo ayuda a los jubilados, sino que también mantiene a 26 millones de personas fuera de la pobreza .
Los republicanos han utilizado la preocupación pública sobre la solvencia futura de la Seguridad Social como una excusa cínica para exigir recortes en los beneficios.
Es cierto que los administradores del Seguro Social –del que este servidor fue en su día miembro– dicen que el programa podrá pagar los beneficios completos sólo hasta 2033. Después de esa fecha, el Seguro Social podrá distribuir sólo alrededor del 77 por ciento de los beneficios .
Pero la Seguridad Social podría pagar fácilmente todo lo que deberá a todos durante los próximos 75 años si se eliminara el límite a los ingresos sujetos a impuestos de la Seguridad Social.
Este año, ese límite se ha fijado en 168.600 dólares (aumenta con la inflación), lo que significa que todo aquel que gane más de 168.600 dólares este año no paga nada en impuestos de Seguridad Social sobre el excedente.
Elon Musk terminó de pagar sus impuestos de Seguridad Social de 2024 14 segundos después de la medianoche del 1 de enero de 2024.
Incluso un director ejecutivo promedio que gana 20 millones de dólares al año paga impuestos de Seguridad Social sobre menos del 1 por ciento de sus ingresos.
Mientras tanto, un trabajador estadounidense típico paga impuestos de Seguridad Social sobre el 100 por ciento de sus ingresos.
Los administradores de la Seguridad Social anticiparon el auge actual de jubilaciones de los baby boomers.
Por eso, en 1983 , se modificó la Seguridad Social para aumentar gradualmente la edad de cobro de los beneficios de jubilación completos de 65 a 67 años . Ese cambio está ayudando a financiar la jubilación de los baby boomers.
Pero los fideicomisarios no previeron que los salarios de la mayoría de los estadounidenses permanecerían estancados y que parte del ingreso total del país iría a parar a los más ricos.
Hoy en día, la mayor parte de la población activa estadounidense gana menos de lo que los administradores de la Seguridad Social anticiparon hace años , lo que reduce los ingresos que fluyen hacia el programa.
Si los salarios de los trabajadores estadounidenses hubieran seguido la tendencia de hace décadas –así como su creciente productividad– sus pagos de Seguridad Social habrían ayudado a mantener el programa a flote.
Al mismo tiempo, una porción mucho mayor del ingreso total del país va ahora a parar a los más ricos, en comparación con décadas atrás.
Pero los ingresos sujetos al impuesto sobre la nómina de la Seguridad Social están limitados. De modo que, a medida que los ricos se han vuelto mucho más ricos, una proporción cada vez mayor del ingreso total del país ha escapado al impuesto sobre la nómina de la Seguridad Social.
El aumento de la cantidad de ingresos por encima del límite debido a la desigualdad ha costado a la reserva del Fondo Fiduciario de Seguridad Social un estimado de 1,4 billones de dólares desde 1983 .
La solución es obvia: eliminar el límite y hacer que los ricos paguen más en impuestos a la Seguridad Social.
Bernie Sanders ha presentado un plan que eliminaría el límite a los ingresos superiores a 250.000 dólares y también sometería los ingresos por inversiones a impuestos de la Seguridad Social. Esto ampliaría la solvencia de la Seguridad Social durante los próximos 75 años sin aumentar los impuestos al 93 por ciento de los hogares estadounidenses.
Pero Donald Trump , Elon Musk, Vivek Ramaswamy y los demás multimillonarios que dirigirán la administración a partir del 20 de enero no quieren pagar su parte justa para mantener en funcionamiento la Seguridad Social. Prefieren eliminarla.
Abróchense los cinturones. Es probable que esta sea una de las mayores luchas del primer año de la administración Trump. También es una ilustración flagrante de la diferencia entre el pueblo estadounidense y los lacayos ricos y poderosos de Trump.
Si queremos garantizar el futuro a largo plazo de la Seguridad Social y que los trabajadores puedan jubilarse con dignidad, debemos hacer que los ricos –incluida la persona más rica del mundo– paguen su parte justa.
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