.jpeg)
----La única manera en que esto hubiera funcionado era si Polonia hubiera detenido a los ucranianos en edad militar.
El ministro de Defensa polaco, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, admitió la semana pasada que la “Legión Ucraniana” que su país prometió formar el verano pasado después de que estos dos países vecinos firmaran su pacto de seguridad ha fracasado.
En sus palabras , “las declaraciones [iniciales] ucranianas fueron muy altas [e indicaban] que habría [suficientes voluntarios] para formar una brigada, es decir, unos pocos miles de personas. Pero no hay tanta gente dispuesta”. También culpó a Ucrania por no lanzar su campaña de reclutamiento antes.
De los aproximadamente 300.000 ucranianos en edad de reclutamiento que se encuentran en Polonia, sólo 138 solicitudes fueron recibidas a través del sitio web de la recién inaugurada oficina de reclutamiento de Lublin y otras 58 a través de las oficinas consulares, según el Ministerio de Defensa de Ucrania .
Esto está muy lejos de los “ varios miles ” que el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radek Sikorski, dijo que se habían registrado para unirse a la “Legión Ucraniana” poco después de anunciar su creación durante el verano. Hay varias conclusiones de esta debacle.
En primer lugar, y de forma más obvia, los ucranianos en edad de servicio militar que viven en Polonia no quieren luchar por su patria. Se han quedado fuera de su país por una razón: para evitar que los envíen a la muerte.
Estas personas han visto lo que está pasando en el frente y saben que tendrán pocas posibilidades de sobrevivir a su despliegue.
No hay razón para que arriesguen sus vidas cuando todavía quedan muchos ucranianos en edad de servicio militar dentro de su país que serán reclutados a la fuerza en su lugar.
En segundo lugar, el propio gobierno ucraniano parece haberse resignado silenciosamente a esta realidad y por eso no invirtió los recursos necesarios para reclutar personal para este proyecto.
Aunque fácilmente podría haberse convertido en otra operación corrupta de la que se beneficiarían los funcionarios, prácticamente no se hizo ningún esfuerzo por explotarla.
Sólo se puede especular por qué, pero podría ser porque el resultado, previsiblemente embarazoso, podría llamar la atención sobre los recursos que se gastaron, exponiendo así este plan.
Y, por último, contrariamente a las expectativas de algunos, Polonia nunca terminó coaccionando a los ucranianos para que se alistaran ni deportando a los hombres en edad de reclutamiento para que pudieran ser reclutados a la fuerza de regreso a su país.
Los planes previamente implícitos de Kosinak-Kamysz a partir de la primavera nunca se hicieron realidad, probablemente porque se dieron cuenta de que podrían empujar a la economía polaca a una recesión, como se explicó aquí en su momento.
En resumen, esos ucranianos son considerados "migrantes de reemplazo", por lo que perderlos también podría implicar pérdidas económicas.
Esta observación demuestra que la “Legión Ucraniana” de Polonia estaba condenada al fracaso. La única manera en que podría haber funcionado era si Polonia reunía a ucranianos en edad de reclutamiento, pero esto nunca se consideró.
Las restricciones legales y los intereses económicos se combinaron para hacer que esto fuera imposible.
Ucrania también lo sabía y por eso no malgastó sus recursos en ello, ya que cualquier plan corrupto que sus funcionarios pudieran haber querido urdir en relación con el reclutamiento para este proyecto sería demasiado obvio una vez que fracasara.
La impresión que se han quedado los observadores es que la ayuda occidental a Ucrania es cuestionable si sus propios ciudadanos en edad de reclutamiento en el extranjero no están interesados en luchar por su patria.
No es realista imaginar que Occidente la cortará por completo, pero reducirla a la luz de esta debacle y de las últimas pérdidas de Ucrania en el campo de batalla podría resultar más atractivo para muchos.
Todo el mundo está empezando a darse cuenta de que Ucrania nunca alcanzará sus objetivos máximos en este conflicto y que sólo es posible un compromiso.
