“La percepción de la mayoría de los latinoamericanos es que las políticas neoliberales
han sido un fracaso: el prometido despegue del crecimiento económico nunca llegó,
mientras que la desigualdad de la renta ha empeorado”.
Algo está sucediendo en el capitalismo mundial cuya magnitud y efectos, duración y soluciones no termina de aclararse.
El FMI considera que cuanto más se alargue en el tiempo más afectará a la economía “real”.
Los “gurus” del “libre mercado” se rasgan las vestiduras en silencio y la mano protectora del Estado saca de sus arcas, de los fondos sociales y públicos, el dinero salvador para las grandes corporaciones, corredores y bolsas del mundo financiero virtual e impulsivo, en donde funciona el olfato mañoso, en donde no hay reglas ni restricciones y las cifras que pasan de un lado a otro en su valor nominal-virtual y no físico, a través de la velocidad tecnológica en el contexto global desregulado, sometido, no al imperio de la ley (nunca lo ha estado), sino de la “dictadura del mercado”, ahora decadente e impredecible desplazándose de un lugar a otro en búsqueda de rentabilidad como invisibles ondas expansivas.
Al final no habrá culpables, pero las cuentas siempre las pagarán los mismos y los beneficios quedaron volando como golondrinas entre las manos de sus diestros manejadores. Las llamadas fuerzas del mercado no son tan racionales como se ha dicho, hay en ellas, en sus hilos decisores, impulsos patológicos e irracionales, en el comprar y gastar, en el vender y ganar, actos individuales colectivizados desde la globalidad de la información/desinformación que condiciona el pensamiento y la conducta personal, selectiva y social, masificando y cayendo en la crisis de identidad.
El “Homo economicus” desde Keynes a Friedman, la suposición de un comportamiento racional y de decisiones basadas en preferencias y utilidad racional, son una “simplificación idealizada”.
Los actos de comprar y vender tienen un fuerte componente emotivo, impulsivo, cultural, especulativo y virtual, movidos por las imágenes, estados de ánimo, sucesos y pronósticos, fundamentados en la intuición; el absolutismo liberal ha desbordado los límites lógicos, “la idea de la omnipotencia del mercado que no debía ser alterado por ninguna regla, por ninguna intervención pública; esa idea era descabellada… el mercado que siempre tiene la razón, se ha acabado” (Zarkozy, Toulon, 25/9/08).
El “Informe Anual del Presidente de la República” de Nicaragua 2008 (10/01/09) dedica el primer capitulo al “mayor acontecimiento mundial del 2008 que fue la auto-destrucción del capital financiera neo-liberal globalizado”, debido a “la desregulación ilegal y la pasividad gubernamental”.
Parece que todo comenzó con la drástica caída del precio del dinero, la relajación del crédito, el endeudamiento sin garantías; la verdad es que la excesiva confianza en el desempeño del mercado accionario relajó la supervisión financiera, los países desarrollados, que exigían a los en “vías de desarrollo” se ajustaran a las Normas de Basilea, se excluyeron, desde el poder y la prepotencia de quien todo lo puede y todo lo sabe, de esas prácticas.
El “Homo sapiens” del cual habló Carlos Linneo (1758), como capaz de conocer, animal racional, un producto reciente de la evolución de las especies, no es tan sabio al entregarse inanimado e irracional en las manos de esas “fuerzas invisibles del mercado” que se mueven a la vista y paciencia del poder político que lo sustenta en el capitalista contemporáneo, tecnológico y volátil, que inhabilita y embrutece.
En su poder excesivo hay un genio de la destrucción que a veces prevalece.
En 1932 Einstein preguntó a su amigo Freud: “¿existe la posibilidad de dirigir la evolución psíquica de los hombres de modo que sean capaces de resistir a las psicosis del odio y la destrucción?”, podría agregar, ¿…a la psicosis del comprar, vender y especular?
El sicoanalista le respondió: “… De los caracteres psicológicos de la civilización, dos me parecen los más importantes: el esfuerzo del intelecto, que comienza a dominar la vida pulsional y la interiorización de la agresividad, con todas las ventajas y los peligros que conlleva… la condición ideal sería naturalmente, una comunidad humana que hubiese subordinado su vida pulsional a la razón.
Pero de acuerdo a todas las probabilidades esta es una esperanza utópica”.
Nuestra sociedad contemporánea, está en un tránsito hacia algo impreciso, a eso que muchos llaman POST o NEO, porque viene después, pero no se sabe con certeza qué es, pero se siente, se mueve, a través de los símbolos, las figuras, las imágenes, la especulación, lo fugaz e inmediato, todo se hace mercancía, puede ser comprado y vendido, desde las cosas físicas hasta las etéreas, desde las reales hasta las imaginarias, las necesarias e innecesarias, nada está excluido: cosas, sentimientos, sensaciones, economía, política, religión, ciencia, medicina, educación, salud, diversión, seguridad, la guerra y la paz … los límites entre una cuestión y otra parecen perderse.
El poder político y la ideología han cedido su espacio al mercado, a las finanzas virtuales, a la imagen y la publicidad.
Lo imaginario construye y destruye, traspasa fronteras, los mitos se deshacen, las percepciones se elaboran, las burbujas se inflan y desinflan, las propiedades pasan de manos sin ser vistas ni tocadas ni “valer”, suben a precios irreales, el petróleo se alza por las nubes y después se viene en picada (el barril alcanzó US $ 147 y llegó a caer a US $ 33), el crédito inventa sus respaldos, cada imagen crea su origen, la fantasía inventa a la realidad, ¿para qué Cien años de soledad? ¿Para qué la ficción?
El mundo se ha estado haciendo desde lo ficticio, tal vez siempre ha sido así, pero ahora, en la sociedad tecnológica que cambia a velocidades que no nos permite entender, adquiere connotaciones gigantescas, se mueve instantáneamente.
Esa tecnología que permite conocerlo y manejarlo todo, automática e inmediata, en manos de una sociedad que no madura, no le da tiempo para humanizarse y como, un niño, lleva sujeta al cinturón o tal vez en la mano, un instrumento letal de destrucción que no termina de asimilar, quiere jugar con él.
No es que no existan valores o que estos se han perdido, es que los que hay ahora, son distintos; la solidaridad a veces parece se extingue, el mercado la compra o la vende al precio que se quiera, todo puede tener un precio, el poder busca lo absoluto en medio de la inevitable heterogeneidad.
Ernesto Sábato reconoce que, sin embargo, en la peor de las tragedias, entre la mayor contaminación y deterioro, siempre surge, inexplicablemente un gesto de bondad y generosidad, hay allí una esperanza, una mano se extiende para ayudarte mientras otras te empujan para ahogarte.
El prolífero escritor francés Alejandro Dumas ciento cincuenta años antes dijo: “¿Ustedes permitirán que, harto de los días en el mundo real, vaya a buscar mas relatos en el mundo imaginario?”.
El Secretario General de OEA, Insulza, decía en México (7/10/08; Reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas) en un informe sobre la situación de la seguridad pública, que por el Continente se mueven anualmente 70 mil millones de dólares provenientes de diversas operaciones de la delincuencia organizada (diez veces más que lo que el Presidente de Estados Unidos y el Congreso gestionan para inyectar en la gran economía financiera privada).
¿De dónde salen, por dónde pasan y adónde llegan? Cada escalón se beneficia. ¿No es obvio que ellos alimenten también las bolsas, los valores de las acciones, los bienes raíces, los créditos, por cualquier medio, no importa?
El mercado lícito pierde sus límites con el ilícito, sus beneficios cruzan de una frontera a otra, se mezclan.
La economía es inseparablemente formal o informal, el dinero, las ganancias, los títulos, tienen los mismos signos, no interesa el origen, fluyen y engrosan las cifras de los certificados de los grandes capitales.
En la región, según el mismo SG-OEA, circulan más de 900 toneladas de droga anualmente.
Detrás de la droga y los millones, quedan muertos, violencia, deterioro social, contaminación, pobreza y exclusión.
La delincuencia organizada es, una expresión “superior, deformada y contaminada” del capitalismo, busca obtener el máximo beneficio con la menor regulación, nada, ni los escrúpulos, debe interponerse para, preservar y/o incrementar el poder para ganar y ganar.
Es el mal de nuestro tiempo que convive con el SIDA, con el calentamiento global, donde el extremo de los más ricos se pierde en la distancia.
El presidente Nicolas Zarkozy reconoció ante los parlamentarios franceses, que hay “una crisis de confianza sin precedente que desestabiliza la economía mundial” afectando a las grandes instituciones financieras, a millones de ahorristas, jubilados y hogares por el alza de los precios.
El miedo amenaza a la economía, sus consecuencias estarán en “el crecimiento, el desempleo, el poder adquisitivo”.
Reconoce: “estoy convencido de que el mal es profundo y de que hay que renovar todo el sistema financiero y monetario mundial,… no habría nada peor que un Estado preso de los dogmas, preso de una doctrina rígida como una religión”.
La tendencia del Índice de Confianza Económica para medir el desempeño de las grandes economías del mundo cae estrepitosamente, hay desconfianza en la capacidad de los gobiernos para hacer frente con éxito a la crisis.
El FMI prevé que USA crecerá apenas en +1.6% y Europa en +1.3% en el 2008, el Banco Mundial especula que el crecimiento norteamericano no será mayor al + 0.6% en 2009 y en Europa será negativo (-0.6%). Estados Unidos y la zona Euro están con evidentes síntomas de recesión. América Latina y el Caribe estiman crecer en +2.1%.
La crisis financiera mundial conlleva una crisis social que afectará a los jubilados, en particular en Estados Unidos (45% del total de los activos mundiales de los fondos de jubilación en 2006), Japón (18%), Reino Unido (7%), los Países Bajos (6%), Canadá (5%), Suecia (1%), Dinamarca (1%), el resto del mundo (11%); al menos la mitad del fondo de pensiones enfrentará riesgo de insolvencia.
La XVIII Cumbre Iberoamericana realizada en San Salvador (29-31/10/08) y cuyo eje principal era ratificar la “Convención Iberoamericana de la Juventud y sus Derechos”, compromiso que se vio frustrado por la posición conservadora del gobierno anfitrión y se desvió a la ineludible crisis mundial. La región, una vez más se mostró dividida.
Mientras México y otros proponían un “capitalismo inteligente”, con mayores regulaciones y supervisión, otros demandaron reformas profundas al nuevo orden mundial y “tirar a la basura las instituciones financieras internacionales, como el FMI y el BM… reemplazarlas por un nuevo sistema regional que sirva de preámbulo de un banco central independiente de los países desarrollados y un sistema monetario común”.
Ecuador, Nicaragua y Bolivia “declararon el fin del capitalismo y reclamaron un modelo económico alternativo”.
La XXXIII Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno del Sistema de Integración Centroamericano (San Pedro Sula, Honduras, 5/12/08), reconoció el “impacto de la crisis financiera internacional” y la necesidad de “tomar medidas urgentes para enfrentarla”, acordó solicitar a la S.G de la ONU “la convocatoria a una sesión extraordinaria de la Asamblea General para tratar el tema… y su impacto en las economías de los países en desarrollo”.
Aprobó el “Plan de Medidas Urgentes para Atender en la Región el Impacto de la Crisis Financiera Internacional” (SIECA, Reunión de Gabinetes Económicos 24/11/08), en el cual incluye la ejecución del “Programa de apoyo al Comercio Intrarregional, la Banca, el sector Agrícola y la Infraestructura”.
El Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas Padre Miguel D´Escoto, ha nombrado una Comisión Ad hod presidida por el norteamericano Joseph Stinglitz (Premio Nobel de Economía 2001), la cual prepara propuesta para una “Conferencia Internacional del mas alto nivel sobre la Crisis Financiera y Economica Mundial” a realizarse en mayo de 2009.
La XXXIV Cumbre del organismo regional (Managua, 15/1/09) reafirmó la “renovada esperanza de la unidad centroamericana, como única posibilidad para enfrentar exitosamente los desafíos que la actual crisis económica mundial plantea a los pueblos centroamericanos”.
A pesar de lo enunciado, la mayoría de los países de la región, están absortos en sus cotidianos problemas políticos nacionales y la integración efectiva continúa siendo una aspiración que en ocasiones nos une y a veces nos separa desde hace dos siglos.
Desde la proximidad que las comunicaciones permiten y en nuestra pequeñez como país y mercado, desde la periferia, no somos ajenos a esos fenómenos. Nuestra economía, altamente informal y dependiente, funciona bajo una amalgama difusa de licitud e ilicitud.
Las quiebras bancarias de hace una década, fueron, salvando las inmensas distancias, un producto similar.
El Estado, abrió sus arcas y dispuso los recursos para salvar a la banca privada sin que hubiera ahora nadie a quien cobrársela ni penal ni administrativa ni civil, la deuda será “legítima” de las generaciones presentes y futuras, la banca salió fortalecida con la inyección de divisas “limpias” provenientes de la pobreza y el atraso.
La prosperidad bancaria volvió bajo el amparo del Estado neoliberal que no tuvo restricciones para auxiliar la base que lo sustenta, a pesar de la corrupción y la especulación, no hubo culpas, sólo deuda pública.
Desde mi punto de vista cinco conceptos explican lo que sucede y sigue sucediendo en las finanzas del capitalismo mundial que se desploman, se desinfla y vuelve a inflar:
1) Corrupción pública y privada
2) Especulación y fraude
3) Desregulación
4) Fugaz, volátil virtual
5) Globalización.
¿Qué es lo ético, cuales sus límites? ¿Existe en las operaciones de las grandes y pequeñas bolsas, corporaciones, transnacionales?
Esperemos el reflujo de lo que pasa en el Norte, la ola apenas se levanta y ya nos asusta. La crisis energética lleva años amenazándonos con su sombra.
La desaceleración empuja a la recesión, a pesar que América Latina cuenta con sistemas financieros más sólidos que antes, es vulnerable por el efecto contaminante, su dependencia de la economía norteamericana, la inflación y los riesgos de profundizar la desigualdad social que no ha cedido en las últimas décadas a pesar del crecimiento macroeconómico, nuevas formas de iniquidad se abren.
Es posible que tengamos menos disponibilidad de recursos externos o algunos capitales busquen refugio en economías “estables” de Asia, África y América Latina.
El precio de los alimentos se encarece, los desastres naturales son más frecuentes y trágicos, desde nuestra posición marginal se padecen sus dramáticas consecuencias.
Las restricciones sobre nuestros compatriotas que inmigran en busca de trabajo y oportunidades aumentan en Estados Unidos y Europa, se escasean las opciones de empleo, habrá más deportaciones y menos remesas (representa el 17% del PIB 2007) para la subsistencia familiar, uno de cada cuatro nicaragüenses recibe dinero de Norteamérica, Costa Rica y el resto de Centroamérica.
El precio del café cae.
Nicaragua es una de las cuatro economías más frágiles del Continente junto a Honduras, Bolivia y Haití, quizás eso nos “salva de la basura financiera o los activos tóxicos”, pero nos hunden sus efectos en la “economía real”.
La economía nacional creció en el 2008 +3% (promedio latinoamericano fue de +4.4%), tendencia decreciente desde 2004 (+5.3%) similar a lo ocurrido en la región; la inflación alcanzó el 13.7%, la segunda más alta de Centroamérica (Costa Rica 13.9%; Honduras 11.4%; Guatemala 9.4%; El Salvador 5.5%).
En los pronósticos para el 2009 según el BCN, el país crecerá en 2% y la inflación no pasará el 10%.
Algunos especialistas afirman que dichas proyecciones oficiales son extremadamente optimistas, ante una evidente reducción del crédito de consumo nacional y la reducción del acceso internacional a recursos líquidos y de apoyo presupuestario, sumado a la imprecisión de la incertidumbre político-social (aumento del riesgo-país) que exige diálogo y concertación nacional y regional para reducir la desconfianza, dinamizar y diversificar la economía, administrar prudentemente las finanzas públicas, evitar riesgos mayores, en medio del impreciso capitalismo decadente que busca desesperadamente cómo rediseñarse y en cuyos estertores y reacomodo es difícil salir ilesos.
Según Avendaño (enero 09): “Nicaragua es el país más vulnerable ante los choques externos debido al elevado saldo contable de su deuda externa, la débil posición de sus reservas internacionales, el alto déficit de las finanzas del gobierno y la poca diversificación de los mercados para sus exportaciones”, le agregamos, la baja calificación de su mano de obra.
A lo anterior, sumémosle nuestras contradicciones “domésticas”, nuestros pleitos en el vecindario de nuestra propia comunidad, sin podernos entender, nos insultamos, abrimos nuevas contradicciones y desconfianzas; mientras tanto, la corriente avanza, estamos ofendiéndonos o imponiendo unilateralmente nuestra verdad, acrecentamos nuestras disputas, somos pequeños y estamos metidos en pequeñeces que se hacen grandes.
Como podemos aprender de la novela de Enrique Alvarado (Doña Damiana, 1999), relativa a la época de nuestro primer gobierno De la Cerda – Arguello, la historia está entronizada en la casa colectiva, no la hemos podido sacar, se repite y reproduce sola, se distrae en las traiciones y conspiraciones, goza con el autoritarismo y la venganza, se recupera con el olvido, no perdona la disidencia, negocia con los dados cargados, compra, hiere, socava y cercena la confianza, es un problema entre familias que conservan o cambian de apellido en el transcurso del tiempo, que se juntan y dividen y se seguirán juntando y dividiendo, un conflicto de intereses y devotas premoniciones, de deudas, pagos y subterfugios, de giros y frenos que nos llevan a puntos similares en épocas distintas.
¡Tantos vigores dispersos!
¿Nos daremos cuenta un día que hay un monstruo acechándonos y que la única forma de enfrentarlo y no morirnos del susto es estando juntos?
¿O es que no hemos tenido tiempo por consumirnos en nuestras cotidianas disputas, el pan nuestro de cada día, de percatarnos del peligro?
https://franciscobautista.com/2009/01/18/crisis-del-capitalismo-de-ficcion-y-efectos-reales/