**** Portada de Columbia Inc. (Foto: Bettina Aptheker Folleto fotocopiado publicado en mayo de 1968 Sin aviso de derechos de autor en la publicación original, publicado antes de 1983 (fecha después de la cual los derechos de autor se volvieron automáticos en el momento de la publicación), dominio público.
Escaneado de una muestra en el Colección de Tim Davenport Edición digital adicional realizada por Tim Davenport para Wikipedia, sin derechos de autor publicados bajo Creative Commons Attribution-ShareAlike 3.0).
Soy Beth Massey de la Coalición ANSWER de Chicago (Actúa ahora para detener la guerra y poner fin al racismo).
El Campamento de Solidaridad con Gaza en Columbia está inspirando a estudiantes en campus de todo el país a luchar contra el papel que desempeñan las universidades en la promoción de los 76 años de ocupación de Palestina. Estos valientes activistas corren el riesgo de ser suspendidos o arrestados.
La intención de la administración de Columbia es detener las protestas contra la guerra en Gaza e intimidar a los estudiantes para que no insistan en que la universidad debe poner fin a su complicidad al desinvertir en el genocidio racista en Palestina.
Yo, junto con miles de otros estudiantes de Barnard y Columbia, pasamos por lo mismo en 1968.
He visto en las redes sociales que el campamento actual se inspiró en nuestra huelga.
La idea de que nuestras adquisiciones de edificios desempeñen un papel en la promoción de una lucha similar 56 años después es realmente alentadora para mí. Este resurgimiento da esperanzas de poner fin finalmente a la ocupación de Palestina tal como terminó la guerra de Vietnam.
En 1968, estábamos enojados porque la universidad permitió que un grupo de expertos colaborador en los bombardeos y napalmos contra el pueblo vietnamita, el Instituto de Análisis de Defensa, operara en el campus.
Al mismo tiempo, la administración planeaba expropiar terrenos públicos en Harlem para construir un gimnasio.
Muchos en el campus se habían sentido inspirados por la ofensiva vietnamita del Tet en enero.
Su resiliencia a pesar del poder del ejército estadounidense nos hizo saber que un mundo diferente era posible. Sólo habían pasado unos días desde que el Dr. King fue asesinado el 4 de abril.
El año anterior, había pronunciado el conmovedor discurso “Más allá de Vietnam” en la Iglesia Riverside, a poca distancia de donde estábamos protestando.
Había tenido el valor suficiente para denunciar la criminalidad de la guerra de Vietnam.
Su declaración de que Estados Unidos era “el mayor proveedor de violencia en el mundo hoy” fue un estímulo adicional para que actuáramos el 23 de abril de 1968.
Al final, cerca de mil de nosotros fuimos arrestados, pero la huelga de Columbia sería el primero de dos, tres, muchos levantamientos en el campus contra la guerra de Vietnam.
Esas luchas definitivamente contribuyeron a poner fin finalmente a la guerra de Vietnam. Actualmente, el imperialismo estadounidense teme que lo mismo ocurra con las acciones de los estudiantes de Columbia de 2024 con respecto a Palestina.
Aunque la guerra y el racismo todavía están con nosotros, ha habido algunos cambios maravillosos en los años transcurridos entre las luchas.
Según las imágenes, las mujeres desempeñan un papel mucho más destacado. Estábamos allí en gran número hace 56 años, pero todavía teníamos que afirmar nuestro liderazgo. ¡Pero lo haríamos! ¡Y mira la lucha ahora!
Otro cambio está en la comprensión de la lucha palestina y la necesidad de ser solidarios. Mi despertar se produjo durante mi estancia en Columbia.
Mientras ocupaba Hamilton Hall esa primera noche, un estudiante palestino me habló de la Nakba y de cómo sus padres habían sido obligados a abandonar su casa y caminaron con él en brazos hasta el Líbano para escapar de la violencia.
Rebelarse está justificado. ¡Palestina debe ser libre! ¡Palestina será libre!
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