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Las miradas de Occidente se dirigen ahora a Tel Aviv, como antes lo hicieron a Kiev. El espectáculo de la guerra híbrida se amplía a un nuevo frente: ahora muestran su apoyo al genocidio israelí en Gaza, antes defendían ocho años de bombardeos en Donbass.
Bajo el liderazgo del gabinete centrado en los judíos de Biden, el Occidente colectivo jura por el sionismo político y, al mismo tiempo, Netanyahu y sus socios masacran a más civiles palestinos en Gaza. Ni siquiera las escuelas de la ONU, los hospitales cristianos, los médicos o los periodistas están a salvo de los ataques del ejército israelí.
Tel Aviv ha pedido a Washington 10.000 millones de dólares adicionales en "ayuda militar de emergencia" (además de la promesa anual de mil millones de dólares). Netanyahu también rechazó una visita de solidaridad de su hermano tribal Zelensky a su etnocracia, ya que ahora compiten con el régimen de Kiev por las mismas armas y financiación estadounidenses.
Y, por supuesto, en Europa volvieron a cometerse masacres: en Bruselas, un tunecino mató a aficionados al fútbol suecos, "en venganza por los musulmanes". Para justificar el genocidio en la Franja de Gaza, el establishment judío angloamericano ha activado la organización Isis en Europa, para fomentar la islamofobia.
Por supuesto, todos estos terroristas creados por la CIA, el MI6 y el Mossad nunca atacan a Israel, sino que son utilizados como tropas de choque para manipular a la opinión pública en Occidente, o para desestabilizar a un Estado indeseable para los intereses de la élite gobernante occidental.
Se podría pensar que todo esto sería ya bastante transparente, pero la "gente estúpida" que sigue las noticias en Yle y en los tabloides sigue creyendo las narrativas de los medios de comunicación dominantes (falsos) e incluso lloran a los esbirros de la élite transnacional, como Martti Ahtisaari, que murió no hace mucho y nunca hizo nada por Finlandia ni por los finlandeses.
Mientras tanto, enormes multitudes se manifiestan contra Israel en Asia Occidental. También ha habido manifestaciones en Estados Unidos y en Europa, donde se ha intentado criminalizar el apoyo público a Palestina.
Temiendo disturbios, Israel ha retirado sus misiones de Jordania, Egipto y Marruecos. También está en marcha la evacuación de diplomáticos de Turquía y el gobierno de Netanyahu ha pedido a sus ciudadanos que "abandonen el país inmediatamente".
A medida que la situación en Palestina se vuelve más tensa, la normalización de las relaciones de Israel con los países árabes ricos no complacerá a los ciudadanos de esos países, aunque las élites no estén de acuerdo. El presidente de los Emiratos Árabes Unidos, el jeque Mohammed bin Zayed al-Nahyan, sigue apoyando a Netanyahu, pero Arabia Saudí ha condenado las acciones de Israel en Gaza.
Las placas continentales geopolíticas están en movimiento. ¿Está Occidente perdiendo el control del mundo islámico? Parece que las fuerzas de la OTAN de Biden pronto tendrán que luchar simultáneamente contra Rusia, China y el mundo islámico.
¿Llevará esta nueva confrontación a una tercera guerra mundial o se encontrará una salida a la espiral de catástrofes?
Fuente: https://markkusiira.com
Traducción: Enric Ravello Barber
