VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

VATICANO: El más siniestro puntal imperialista

La historia del sargento estadounidense, John C. Woods, que ejecutó a 10 criminales de guerra nazis

La historia del sargento estadounidense, John C. Woods, que ejecutó a 10 criminales de guerra nazis juzgados en Nuremberg en 1946 y que fue vengado por los nazis... desde su mismo ejercito.

Tras los juicios de Nurember, el ejército estadounidense buscó un soldado para hacerse cargo de la ejecución de los nazis y John C. Woods consiguió el puesto de verdugo para llevar a cabo las ejecuciones. 

Pero John no era un tipo normal, tenia cierto odio a los nazis porque vio como mataban a sus compañeros en Omaha Beach y mintió cuando se presentó para el puesto de verdugo porque queria asegurarse que los nazis tuvieran muertes lentas y agonizantes. 

Las personas ahorcadas por John Clarence Woods después de los juicios de Nuremberg y sus posiciones dentro del régimen nazi incluyen: -Joachim von Ribbentrop: Ministro de Asuntos Exteriores de la Alemania nazi. -

Wilhelm Keitel: Mariscal de Campo y Jefe del Alto Mando de las Fuerzas Armadas. 

-Ernst Kaltenbrunner: Jefe de la Oficina Principal de Seguridad del Reich. 

-Alfred Rosenberg: Ministro del Reich para los Territorios Orientales Ocupados, conocido por desarrollar las teorías raciales nazis. 

-Hans Frank: Gobernador general de la Polonia ocupada. 

-Wilhelm Frick: Ministro del Interior del Reich y protector de Bohemia y Moravia.

 -Julius Streicher: editor de Der Stürmer. -Fritz Sauckel: Plenipotenciario general para el despliegue laboral y Gauleiter de Turingia. -

Alfred Jodl: Jefe del Estado Mayor de Operaciones del Alto Mando de las Fuerzas Armadas. 

-Arthur Seyss-Inquart: Comisario del Reich para los Países Bajos ocupados.

Woods ejecutó las sentencias de muerte de los 10 nazis de Nuremberg en las primeras horas de la mañana del 16 de octubre de 1946, utilizando el método estándar de ahorcamiento. 

Sin embargo, Woods volvió a mentir al ejercito y no realizó estas ejecuciones normalmente, los asfixió lentamente hasta que murieran en total agonía. 

Según los informes, el mariscal de campo nazi Wilhelm Keitel tardó 28 minutos en morir, Woods lo asfixió lentamente hasta la muerte. 

Julius Streicher, el editor de Der Stürmer , un periódico antisemita nazi, también murió estrangulado, según Kingsbury Smith, corresponsal del Servicio Internacional de Noticias que siguió la ejecución. “

Cuando la horca se tensó y el cuerpo se balanceó violentamente, se escucharon gritos desde el interior oculto del andamio. Finalmente, el verdugo, que había bajado de la plataforma de la horca, levantó la cortina de lona negra y entró durante 20 minutos. 

Algo sucedió que detuvo los gritos y detuvo la cuerda. Todos éramos de la opinión de que Streicher había sido estrangulado”.

Los nazis que fueron protegidos por EEUU/UK tras la Segunda Guerra Mundial, la gran mayoría, nunca perdonaron a Woods por ejecutar a sus 10 líderes principales de forma tan dolorosa y le juraron venganza. 

Pasaron apenas unos años y en el verano de 1950, Woods fue misteriosamente enviado a las Islas Marshalls, donde EEUU estaba haciendo brutales pruebas nucleares en el atolón Eniwetok, cuando su trabajo era el de ser verdugo. 

Lo que no sabia Woods es que el mando militar que controlaba la isla, estaba poblada por científicos e ingenieros nazis que fueron reclutados por EEUU en la Operación Paperclip para que usaran los conocimientos del Tercer Reich de Hitler en desarrollar misiles para los estadounidenses.

 Según los informes, el sargento mayor Woods no entendió el despliegue a las Islas Marshalls, ya que no tenia ningún tipo de experiencia en armas nucleares y su trabajo era el de un simple verdugo. 

Casualidades de la vida que Woods estaba cambiando unas bombillas dentro de la base militar en la Islas Marshall, con un suelo debajo lleno de agua, cuando de repente una corriente eléctrica recorrió el agua... Woods gritó y cayó muerto al agua.

 Desde entonces es obvia la sospecha, los nazis en la base lo mataron como venganza por ejecutar a sus líderes de esa forma tan cruel, con la complicidad del Ejercito de Estados Unidos. 

Esta es la historia del verdugo del juicio de Nuremberg, que macabramente fue asesinado en una base estadounidense llena de nazis reclutados del Tercer Reich.

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