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Rusia: ¿CUAL GOLPE DE ESTADO?

Ayer, en una reunión de compañeros militantes sandinistas me pidieron que les diera mi humilde opinión sobre el “levantamiento” en armas de la empresa militar privada rusa “Wagner”, en lo que fue calificado desde la presidencia de Rusia como un “motín”, una “traición” a la patria por parte de Eugenio Prigozhin, dueño de esa empresa de mercenarios.

Manifesté a mis compañeros que esta acción tenía el sello de una operación de un poderoso servicio de inteligencia, que podría ser occidental (gringa o británica por ser las más poderosas e interesadas en el bando enemigo de Rusia) o de los propios servicios de inteligencia de la Federación rusa.

En la primera hipótesis (servicios de inteligencia occidentales) hay que tener en cuenta que para ello Prigozhin habría sido un “topo” sembrado con años de antelación o un vulgar traidor de ocasión, pero que en todo caso había haber engañado totalmente a la altamente eficiente y experimentada inteligencia rusa, tanto del Estado como del Ejército ruso. 

Y, por otro lado, las Fuerzas Armadas rusas habrían demostrado (en esas horas de angustia para los pueblos de Rusia y para los que estamos de corazón con ese noble país euroasiático) una enorme impericia o permisibilidad al dejar que unos pocos miles de hombres comparadas con las fuerzas armadas del Estado Ruso) marcharan flagrantemente por las carreteras y profirieran amenazas contra el gobierno del presidente V. I. Putin a su gusto y antojo. Eso, a todas luces, es improbable, para no decir, imposible.

La segunda hipótesis (que ha sido una operación de la inteligencia rusa con el aval de los niveles superiores respectivos), tiene más sentido, aunque también está en el terreno de lo inverificable, al menos a corto y mediano plazo.

Hay que tener en cuenta que “Wagner”, aunque con carácter privado, ha representado la proyección de poder y permanencia en muchos escenarios de interés para el Estado ruso como Medio Oriente, Norte de África y otros países y regiones del África negra siempre convulsa, pero de gran interés geoestratégico en el juego y enfrentamiento de las potencias globales. 

Es decir que “Wagner” siempre ha estado alineado a los intereses de Rusia. Por eso ha sido dirigida por un amigo de larga data del presidente Putin y apoyado con lo mejor de la tecnología militar de las Fuerzas Armadas y la industria militar de la Federación rusa.

En la Operación Militar Especial, “Wagner” ha desempeñado brillantemente su papel de tropa de asalto en las operaciones que el mando de las Fuerzas operaciones le ha designado, sobre toda en la reciente conquista de la ciudad de Artemovsk, pese a las quejas y protagonismo desmedido de su jefe, Eugenio Prigozhin.

Dos cosas importantes:

Realizar un golpe de Estado no es tan fácil. Se necesita tiempo, recursos, larga planificación, coordinación, secretismo, Cosa que este “golpe” nunca pudo haber tenido.

En segundo lugar, no debemos olvidar que Rusia es una democracia liberal donde la economía está controlada por la oligarquía nacida del golpe a la Unión Soviética, donde incluso hasta hace poco también controlaban la política con un sesgo pro- yanqui. 

El presidente Putin llegó a cambiar estas cosas y por eso tiene poderosos enemigos a lo interno que no dejan realizar a cabalidad los planes de independencia y soberanía nacional en marcha.

Por eso es que en este “intento de golpe”, pese a lo que dicen los medios de la ahora “decepcionada” fauna internacional enemiga de Rusia, el verdadero ganador de esta rápida batalla (u operación, si así queremos llamarlo) es el presidente Putin cuyo liderazgo se ve fortalecido con el apoyo incondicional de las Fuerzas Armadas, los servicios de inteligencia y seguridad, los órganos del poder político; sus aliados extranjeros y sobre todo, los pueblos de toda Rusia.

El presidente hoy sabe quienes son sus enemigos en la sombra, tiene más libertad para tomar decisiones trascendentales en la guerra y la paz.

Desafortunadamente para los enemigos del país, no habrá guerra civil en Rusia, que hoy es más fuerte y poderosa.

Edelberto Matus.

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