Siguiendo en el tema de porque Rolando José Álvarez Lagos rechazó el viaje expreso a yanquilandia, yo pienso que se debe a qué él persigue un sueño: Ser cardenal de la Iglesia católica.
Para que esté profundo anhelo se cumpla (aparte de la lucha política, preferencias, cálculos, cuotas, racismo, serruchaderas, pleitos de elefantes y tarántulas dentro del Vaticano y su periferia,) el candidato debe de aportar lo suyo: Ambición desmedida, sumisión a las élites económicas y políticas de la oligarquía local, concordancia con los planes del dominio del capitalismo corporativo global y los yanquis, ausencia de escrúpulos,...
A nivel personal, también debe poseer una gran dosis de histrionismo y disposición para parecer un mártir piadoso.
Es obligatorio (para aspirar a la estola cardenalicia) tener un cargo dentro de la cúpula del clero y una iglesia (territorio) vigente en un país concreto ( no andar de vago y colado como Silvio Báez en Miami), que le permita ser promovido.
Si cumple con estas exigencias, él piensa que está en la fila, no importa que eventualmente se encuentre preso por vendepatria.
Es importante saber que el currículum para la chamba de cardenal no exige gran inteligencia, lealtad a su país, a sus seguidores y colegas ni profundos estudios.
Eso sí, necesita que el cargo de cardenal de está cada vez más pequeña feligresía, este vacante y que en el Vaticano vuelvan a mandar el Opus Dei y los polacos y no esté en la silla de san Pedro, Francisco y los jesuitas que tanto odia. Es decir el cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano y este papa deben de salir de la escena, para lo que se necesita un milagro.
El problema que su larga condena y el ya no ser ciudadano nicaragüense le complica todo su sueño.
Así que seguramente Álvarez espera a que los astros se alineen y algún país solicite llevárselo, si nuestras leyes lo permiten.
Esa oportunidad, seguramente, sí la aprovechará.
Edelberto Matus.
