Reflexiones de una colega boliviana-argentina de los antecedentes en la ciudad peruana Juliaca, donde fueron masacrados 17 habitantes a principio de la semana por el ejército y policía.
Son fragmentos de la entrevista al periodista puneño Liubomir Fernánde:
Una mirada no sólo desde el interior del movimiento sino rica en datos socio-culturales sin los cuales es difícil entender el movimiento del sur.
Resumen de datos clave:
1. El aeropuerto de Juliaca
Cuando la población vio que llegaban aviones Hércules y helicópteros al aeropuerto con contingentes militares, policiales y agentes de la DINOES tuvo el siguiente razonamiento:
«Cuando hay robo, asesinato, sicariato y muertes a diario, el Estado no declara emergencia ni militariza la zona. Pero ahora que tenemos un reclamo político ahora sí mandan para reprimir a la población».
La toma del aeropuerto era, localmente, una señal de rechazo a dicha medida
Pero lo que exacerbó más a la población, según Fernández, fue que, al día siguiente, no sólo llegaron más aviones sino que «desde el aire empezaron a sobrevolar helicópteros y empezaron a lanzar lacrimógenas y disparos».
Y agrega: «Luego sobrevoló un avion de guerra. La policía reprimió y ahí la situación se salió de control».
Pero aquí no acaba todo.
«Al día siguiente, siguieron llegando más militares, más policías y más agentes de la DINOES. Y la gente dijo: "ah caramba, suspenden los vuelos comerciales pero sí trasladan gente para reprimirnos"»
«Ahí la ciudadanía se organizó».
Según el periodista, esta es una manifestación «nunca antes vista en el altiplano».
2. Cultura local:
Juliaca es una ciudad netamente comercial. Allá « las decisiones son colectivas. No es que lo decide un grupo de dirigentes y los demás acatan».
¿Cómo funcionan las cosas?
Fíjense en este detalle
Básicamente, en este tipo de casos los dirigentes, presidentes de comunidad, tenientes gobernadores y directivos de comunidad llevan a sus pueblos un tema y lo someten a una asamblea.
El resultado es simple: «si la mayoría lo aprueba, los demás acatan».
De ahí que la población se sienta ofendida cuando desde Lima asocian sus reclamos a la influencia del narcotráfico, la minería ilegal o Evo Morales.
Según Fernández la gente razona así: «ah o sea yo no sé pensar, no sé razonar?».
El periodista explica que los aymaras no se dejan manejar por nadie que sea extranjero.
«Ellos autodeterminan sus decisiones».
«Es gente muy empoderada. Sus decisiones son colectivas».
Y agrega:
«Por ejemplo, nunca en esa zona aymara ha entrado el terrorismo. No han podido entrar. Es gente que no se deja dominar».
3. Cohesión :
Al sentimiento de que subestiman su protesta y dudan de que sea genuina se agregan las imágenes de la policía reprimiendo a menores de 14 años, a madres gestantes, incendiado ellos mismos mototaxis, o agentes de civil atacando a manifestantes detrás de la policía.
«Ese abuso de la represión por parte del Estado los ha cohesionado».
4. Rol de la mujer:
Los aymaras, explica Fernández, cuando crecen, se identifican primero con su comunidad, luego con sus costumbres, su cultura, y luego con su región.
Pero en Juliaca, ciudad comercial por excelencia, quien lleva las riendas de los negocios son las mujeres.
Es más, de acuerdo al periodista la ciudad de Juliaca ha recibido a unos 25 mil aymaras «con mujeres a la cabeza».
Más allá de la dimension simbólica del empoderamiento de la mujer en dichas sociedades, esto tiene también una consecuencia directa en el futuro de las protestas:
«Cuando en el mundo aymara —dice Fernández— las mujeres toman protagonismo, no hay marcha atrás».
«Porque detrás de ellas hay esposo, hay familia, hay hijos».
Y vaticina:
«Si van a llegar más militares, si va a haber más muertos, va a pasar lo que dijeron ayer muchos: "el Estado nos está provocando una guerra civil". Y cuando los pobladores quechuas o aymaras toman una determinación, reitero: no retroceden».
5. La traición :
En diciembre de 2021, Dina Boluarte se comprometió en renunciar si vacaban a Castillo. Lo dijo en acto público «delante de los presidentes de comunidades, tenientes gobernadores, líderes aymaras y líderes quechuas, que se congregaron a recibir» a ambos.
Lo dijo en la misma plaza de armas de Juliaca.
Según Fernández, Boluarte selló su promesa besando y abrazando a Castillo.
«Eso lo tienen internalizado» dice el periodista en referencia a las comunidades.
De ahí el enojo de la población contra Boluarte, los calificativos de «traidora» y la consideración de su renuncia como un requisito sine qua non del fin de las protestas.
6. Financiamiento:
Importante recalcar que, como explica Fernández, los deudos de los fallecidos están recibiendo apoyo económico de la colecta púbica de la propia ciudadanía.
«Quieren ayudarlos a enterrar a sus fallecidos y afrontar esta situación».
«Acá manda la comunidad».
7. Demandas:
Liberación de Castillo o Asamblea Constituyente son reclamos focalizados.
Los reclamos unánimes son estos:
1. Renuncia Boluarte
2. Cambio Mesa Directiva (no Williams por antecedentes de violación de DDHH)
3. Sanción responsables de muertes (civiles y policía).
Para Fernández «esos mensajes de diálogo, de paz, en medio de los muertos ya no tienen opción. No porque no quieran [sino porque] la gente ha sentido que los ningunearon, los han arrinconado, y esto no se va calmar».
En fin, podría seguir describiendo la entrevista pero este hilo ya está demasiado largo.
Ojalá otros espacios entrevisten a este periodista.
Si llegaron hasta aquí, mil gracias.
Pueden ver la entrevista aquí: