Finalmente, y al contrario de lo que el Jerusalem Post había publicado el 5 de julio [1], el ministerio de Justicia de la Federación Rusa no escribió a la Agencia Judía sino a una de sus filiales a cargo de las obras sociales.
Las autoridades rusas han comprobado que esa filial de la Agencia Judía está utilizando las obras sociales como pantalla para la realización de labores de espionaje y que está reclutando en Rusia científicos no judíos.
En definitiva, el gobierno ruso no se opone a que los judíos rusos emigren a Israel –lo que los judíos llaman aliá– sino que quiere evitar que los no judíos abusen de ese privilegio para ponerse al servicio de Israel.
https://www.voltairenet.org/article217688.html