
La congelación de activos rusos constituye "uno de los mayores robos de la historia". Lo denunció el vicesecretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Alexandr Venedíktov, tras conocerse que, además de los 300.000 millones de dólares depositados por el Banco Central de Rusia en el extranjero, Occidente 'incautó' adicionalmente dinero, inmuebles y otros bienes pertenecientes a ciudadanos del gigante euroasiático por valor de más de 30.000 millones de dólares. Un trabajo que sigue en marcha, según el Departamento del Tesoro de EEUU.
Según Venedíktov, "la paradoja radica en que los autores de este crimen son los mismos quienes se encargaron anteriormente de sostener la arquitectura económica global". "Es lo mismo que poner a un zorro para cuidar el gallinero", manifestó, al subrayar que Washington y sus aliados están destruyendo con sus propias manos el sistema Bretton Woods, el cual marcó el inicio del dominio del dólar en la economía mundial. "Es una tendencia innegable. Hoy, la tarea principal de la comunidad internacional radica en que su derrumbe cause el mínimo daño posible y no conduzca a una nueva guerra mundial", apuntó Venedíktov.
Anteriormente, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que las sanciones occidentales aceleran el proceso de erosión de la confianza en las reservas en divisas a nivel mundial y ponen en tela de juicio la fiabilidad del dólar y del euro. “Cada vez son más y más los países que, al tener dudas respecto a la fiabilidad del dólar y el euro, se inclinan por estudiar variantes de pago en base a las divisas nacionales”, dijo el vocero de la presidencia rusa, al insistir en que "es un proceso imparable que solo se acrecentará".
De hecho, “la transición al uso de monedas nacionales para los acuerdos mutuos” ya se encuentra “en una fase avanzada”, según el canciller ruso, Sergúei Lavrov, quien comunicó en junio que una cuarta parte del intercambio comercial entre Rusia y China ya se realiza con el uso de monedas nacionales.
El pasado mes de mayo, el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, señaló que más del 75% de los intercambios comerciales entre los países de la Unión Económica Euroasiática, mercado común intergado por Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán, se efectúan en monedas nacionales. Una dinámica que seguirá desarrollándose, tal y como dio a entender el premier ruso, Mijaíl Mishustin, al indicar que las sanciones occidentales al sistema financiero de Rusia y la exclusión de sus bancos más importantes del sistema interbancario internacional SWIFT obligan a los Estados miembros del bloque regional a acelerar este proceso.
Asimismo, se dio a conocer que Rusia y Egipto usarán sus monedas nacionales en los pagos recíprocos. “El volumen de comercio entre Rusia y Egipto nos permite hacerlo”, comunicó hace unas semanas el ministro ruso de Industria y Comercio, Denís Mánturov, subrayando que “los colegas egipcios están en estrecha cooperación con Rusia a nivel de bancos centrales, ministerios y empresas”.
Rusia y América Latina también están elaborando medidas para realizar pagos en sus monedas nacionales, algo que diversificará el “margen de maniobra” de las partes y erosionará su “dependencia financiera de EEUU", según el especialista en geopolítica de la energía y recursos naturales Gustavo Lahoud.