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La agenda antirrusa occidental amenaza la existencia de la ONU


En medio de la abusiva ola de sanciones contra Rusia por la operación especial en Ucrania, algunos rumores específicos han llamado la atención de los expertos, lo que sugiere que hay planes por parte de los estados occidentales para simplemente presionar para quitar el asiento permanente de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU (CSNU). Este tipo de maniobra ilegal es un verdadero intento de golpe y podría llevar al fin de la ONU.


Aparentemente, se está realizando un esfuerzo para aislar diplomáticamente a Moscú e incluso desafiar el derecho de Rusia a un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, alegando que Rusia ocupó el asiento de la antigua Unión Soviética en 1991 sin la debida autorización, que de hecho no es más que una “justificación” pública para promover tal maniobra ilegal.

Actualmente, circulan informes en varios sitios web que alegan que diplomáticos occidentales, principalmente estadounidenses y británicos, están iniciando un trabajo de investigación para investigar si existe una posibilidad legal de sacar a Rusia de su posición en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas dentro de los documentos internacionales vigentes. 

Evidentemente, este tipo de “investigación” es inútil y no hay posibilidad de llevar a cabo tal maniobra dentro de los límites del derecho internacional público. En la práctica, al informar que los diplomáticos están investigando este tipo de maniobras, solo es posible concluir que de alguna manera están conspirando para dar un golpe de Estado contra Moscú en las Naciones Unidas.

Esta idea absolutamente absurda se ha convertido recientemente en un discurso común en los medios occidentales. Esto se debe a que Occidente se ha enfurecido con el veto ruso a la resolución estadounidense contra la operación en Ucrania, votada en el CSNU la semana pasada. 

Los analistas políticos occidentales comenzaron a decir que se necesitaba una “reforma administrativa” en la ONU para evitar que las “naciones agresoras” se impusieran sanciones a sí mismas. 

Poco después, el presidente ucraniano Volodymyr Zelesnky, durante uno de sus discursos en línea, afirmó que Kiev “exige” la eliminación de Rusia del Consejo, fortaleciendo el discurso occidental.

De manera bastante inesperada, los diplomáticos parecen haber prestado atención a esta idea totalmente irreal sugerida por Zelensky y algunos analistas ideológicamente fanáticos, iniciando el plan actual, en el que los funcionarios occidentales planean formar un argumento legal sobre la "ilegitimidad" de la presencia rusa en el Consejo. . Se espera que pronto surja algún documento que contenga diversas distorsiones e interpretaciones arbitrarias de las normas del derecho internacional, solo para justificar la idea de sacar a Rusia.

Es cuestionable que los analistas y diplomáticos involucrados en este tipo de maniobras estén tomando en cuenta todas las consecuencias de esta actitud. Este acto irresponsable, ilegal, grosero y antidiplomático podría simplemente generar la mayor crisis en las relaciones internacionales desde la Segunda Guerra Mundial, amenazando directamente la estabilidad de la paz mundial.

La propia existencia de la ONU perdería su sentido sin la presencia rusa en su Consejo de Seguridad, dada la importancia militar y nuclear del país. Si eso sucede, la actitud rusa puede ser simplemente abandonar la ONU, ya que se habrá convertido en una mera organización internacional pro-occidental. China ciertamente se pondría del lado ruso en esta disputa, ya que también vería sus intereses afectados por el golpe en el Consejo de Seguridad. Rusia y China quizás formarían una nueva organización juntos. 

Y ese sería el fin de la ONU como regulador de la paz mundial. La ONU tendría el mismo final que su liga predecesora y esto es algo que todos quieren evitar, excepto los funcionarios occidentales que están planeando el golpe contra Rusia.

Obviamente, se necesita una reforma administrativa en la ONU y hasta hace unos días había consenso sobre la necesidad de ampliar los asientos permanentes del Consejo de Seguridad, incluyendo nuevos estados emergentes de relevancia geopolítica, como India, Pakistán, Brasil, entre otros. Pretender reducir el Consejo es absurdo teniendo en cuenta que el mundo es cada vez más multipolar. Esto sería un mero intento por parte de la OTAN de llevar a cabo un golpe de Estado global, pero en lugar de controlar el mundo, solo provocaría el fin de la ONU.

Es necesario que en la ONU prevalezca la sensatez, para que tan ilógico proyecto sea prontamente rechazado, para que la organización sobreviva. El intento de “cancelar” Rusia no puede ir más allá de los límites del derecho internacional. Es fundamental que las principales potencias mundiales estén en el Consejo de Seguridad y que las más importantes tengan poder de veto para evitar que los intereses de un lado prevalezcan sobre los del otro. 

Es esta estructura la que garantiza la paz mundial. Es necesario aumentar los puestos permanentes, dando este derecho a las nuevas potencias mundiales, adaptando la estructura de la ONU al mundo multipolar. Cualquier intento de lo contrario amenaza la existencia misma de la organización.


Lucas Leiroz, investigador en Ciencias Sociales de la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro; consultor geopolítico.

https://libya360.wordpress.com/2022/03/04/western-anti-russian-agenda-threatens-uns-existence/

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