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El discreto encanto de Five Eleven, del fetiche táctico y su alienación...


El discreto encanto de Five Eleven, del fetiche táctico y su alienación a los peligros de la sumisión ideológica a la industria estadounidense.

Recientemente pudimos ver a un Zelensky con rostro agotado dar una entrevista luciendo una camiseta con el logo de la marca 5.11 y la bandera de Ucrania, lo que es para nosotros la oportunidad para tratar un tema que por las múltiples coyunturas hemos postergado, nos referimos al papel de los conceptos fetichismo y alienación tratados por Marx y su particular incidencia en el ambiente de seguridad y defensa, tan obviado que resulta elegantemente impresionante su valor ideológico.



El tema del fetichismo de las mercancías develado por Marx en sus escritos ya es un hecho profundamente naturalizado, al punto de que al mostrarlo o explicárselo a la población general produce cuando mucho indiferencia, ya que no lo ven con preocupación o ni tan siquiera ven en ello una afectación a su libertad, autideterminación o derechos.

El Warenfetischismus es un concepto creado por Marx expuesto al detalle en El Capital (1867) que en sus palabras en el Libro primero, Volumen I, Sección I, Cap. I, La Mercancía.; “El carácter misterioso de la forma mercancía estriba, por tanto, pura y simplemente, en que proyecta ante los hombres el carácter social del trabajo de éstos como si fuese un carácter material de los propios productos de su trabajo, un don natural social de estos objetos y como si, por tanto, la relación social que media entre los productores y el trabajo colectivo de la sociedad fuese una relación social establecida entre los mismos objetos, al margen de sus productores”… y mas adelante … “A primera vista, una mercancía parece ser una cosa trivial, de comprensión inmediata. Su análisis demuestra que es un objeto endemoniado, rico en sutilezas metafísicas y reticencias teológicas. El carácter místico de la mercancía no deriva, por tanto, de su valor de uso. Tampoco proviene del contenido de las determinaciones de valor.” 

Mantengamos estas ideas en mente mientras revisamos —y debemos admitir que—muy superficialmente el fetiche mercantil que rodea a 5.11.

Pero antes de seguir debemos explicar —de la manera más sencilla posible— como opera la lógica del fetichismo, en esencia ésta responde a que a la mercancía X se le logre adjudicar una serie de valores, características y cualidades ficticias que van mas allá de la calidad de los materiales y la manufactura o, su valor de uso, estos valores ficticios generan un plus valor ideológico o creencia mítica en tales cualidades que como toda creencia o fe no exigen comprobación material de su realidad, lo que la arraiga en la mente de los consumidores y aumenta su valor como mercancía —valor de cambio—. 

Otro proceso paralelo de la fetichización sucede cuando; al objeto se le “otorgan” cualidades humanas o supra humanas que en apariencia y de manera psicológica le agregan el poder a los objetos transferir dichas cualidades a su portador haciéndolo más deseable, con lo que mientras el objeto se humaniza, el humano es expropiado de su humanidad quedando cosificado o reducido a una simple cosa.

Es el fenómeno que vemos expresado en que tal reloj te garantiza o por lo menos te aproxima a la belleza, riqueza, mujeres y lujos que se ven en el comercial de televisión que lo promociona, o para mantenernos en nuestro tema, el militar o policía se siente mas táctico, tanto o más exitoso que las fuerzas estadounidenses, superior y sobrehumano al vestir tales prendas, sin importar el significado oculto y final detrás de la marca; asesinatos y violaciones en Irak, Afganistán, Siria, Libia y ahora Ucrania, pero lo más aberrante es cuando agentes de fuerzas de seguridad de un país agredido, bloqueado, aislado, hambreado, con su economía destruida y con una amenaza bélica latente son los que se sientes mas humanos con la marca que representa al agresor que los humilla y menosprecia, como es el caso venezolano.



Así es que podemos ver a muchos militares y policías (a nivel global) portando uniformes de diversas marcas entre ellas la que tenemos por objeto de análisis, dichos funcionarios sufren de esa especie de enfermedad cancerígena que es la alienación, de la que muy probablemente son inconscientes, así como del significado detrás de la marca —aplicable a toda mercancía— y éste es un perfecto ejemplo de como una marca puede dominar las mentes de quien la porta siendo poseído por ésta —sin jamas poseerla— y debemos reiterar lo dicho ya que la fuerza del sedimento ideológico es tal que decirlo una vez es simplemente insuficiente: fetiche y fetichismo son posibles cuando las cualidades fantasiosas y místicas que se le otorgan a un objeto o una idea, tras la creencia de que al poseerla, tenerla o usarla nos transfiere esas cualidades y nos hacen más fuertes, hábiles, sabios… en resumen mejores personas, ejemplo de ello sobran: las reliquias religiosas, amuletos, rituales, así el fetiche es el objeto que nos “hace más que los demás” y fetichismo es la creencia en ello.

Hay fetichismo tanto en la creencia de que con la confesión ante un cura, un descuartizador de niños obtiene la gracia de dios y el perdón eterno, como en el hecho de creer que portar prendas Adidas o Nike te hace un deportista de clase mundial, así como llevar un bolso o vestido Versace convierte a alguien en París Hilton.













Los uniformes del Ejercito italiano en época del fascismo de Mussolini fueron diseñados y confeccionados por Giorgio Armani, hecho que ha sido hábilmente ocultado


Los uniformes del ejercito nazi fueron diseñados y confeccionados por Hugo Boss, hecho que ha sido hábilmente ocultado.

A las marcas, su valor y aprecio ante las masas incautas las sostienen en general una serie de lazos en un entramado tejido de ideas que se conectan entre sí y a su vez conectan a diversos individuos y grupos a través de una falsa identidad que puede llegar a ser punto de convergencia entre sujetos tan ajenos entre si como los fascistas ucranianos y soldados rusos, o entre soldados estadounidenses y los de DAESH ( mal llamado estado islámico ) o Al Qaeda, o peor aún entre mercenarios y paramilitares que agreden al pueblo bolivariano y los agentes de seguridad que los combaten, unos y otros unidos por una cosa común, la mercancía.



Entrenadores extranjeros de Daesh ("estado islámico")



Daesh ("estado islámico") usando prendas de última moda táctica.


Mercenarios estadounidenses en Libia

Para develar como se llegó a esto revisaremos el tejido ideológico detrás de la apariencia que se nos vende, al hacerlo nos topamos con que el significado original de "5.11" es una referencia a uno de los niveles de dificultad mas elevados en el deporte de escalada, donde la clasificación 5.11 era dada a montañas casi imposible de lograr subir para los años 1930, época en fue fundada la marca, ésta asociación de ideas es comprensible ya que fue fundada por un alpinista ( escalador ) en esa década y se posicionó como una marca especializada en el área, pero 1999 la compañía fue adquirida por Daniel Costa, un inversionista, que luego de comprarla al ver que estaba posicionada en el mercado no cambió el nombre, al poco tiempo consiguió un contrato de asociación con el FBI, Costa y su socio Francisco Morales comenzaron a crear ropa “táctica” —primera idea constitutiva del fetiche— cuchillos y equipos especializados para militares y policías y en particular para operaciones Especiales.



(segundo de izquierda a derecha) Royal Robbins fundador de 5.11 en la década de 1930

Hasta este punto dentro de la lógica sistémica de libre mercado —que nos ha sido impuesta y desde la que pensamos— todo parece "normal", pero luego de los “atentados” de septiembre 11 (S 11) el nombre de la marca adquirió relevancia por la similitud entre 5.11 y S.11, entre los soldados, veteranos y mercenarios de todo tipo que empezaron a utilizarlo como un símbolo codificado relacionado con la venganza o retaliación por las Torres Gemelas, debía correr sangre, en especial en las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses y contratistas (mercenarios) se arraigó, logrando posicionarse como una de las mercancías con la que se identifican tanto los profesionales como aficionados de las armas.


Aquí es donde inicia el arraigo en el inconsciente colectivo del símbolo 5.11 (Sep 11) como significante ( la cosa que se percibe ) representado en sus productos y cuyo significado ( contenido mental que define la cosa ) superficial es la pertenencia a una elite exclusiva altamente especializada en tácticas y técnicas bélicas pero —luego de su entremezcla con el 11 de septiembre— adquiere un significado aun más profundo que es la relación con Guerra Contra el Terrorismo, Guerra Preventiva, expansionismo imperialista y hegemonía estadounidense, y otras asociaciones ideológicas como la superioridad bélica estadounidense, supremacismo blanco, que no son más que el reforzamiento de imágenes ideologizantes altamente difundidas de manera doctrinaria por la industria cinematográfica, literatura y aparatos de control mediático sobre la “inevitable” superioridad del modelo estadounidense.


Uniforme ejercito ucraniano




Oficiales de la policía federal iraquí, luciendo la misma marca de prendas que sus enemigos Daesh.

Es así que a pesar de la invasión brutal de Afganistan, su instrumentación como fabrica de heroína para el consumo estadounidense ( significados particulares para un afgano ) se pueden ver a soldados de dicho país portando con orgullo prendas cuyo significado profundo es la propia negación de su libre existencia como cultura, pero que al tiempo les hacen sentirse parte de esa elite a pesar de que la preparación que les ofrecen los estadounidenses es por mucho muy inferior a la de sus propios soldados y peor aún es que las compran a un alto costo, por dar un ejemplo, es así que la construcción de dicha identidad exclusiva y elitesca se convierte en mito, un meta-fetiche, universalizado y universalizante que a modo de un objeto mágico ópera tal cual como lo explicado por Marx, convirtiéndose en una entidad poderosa siguiendo el ejemplo del uso de los fetiches y el mito que los nazis supieran instrumentar a partir de las tradiciones germánicas, que son a todas vistas los antecesores —por excelencia— en cuanto a la técnica de dominación de masas que se ven reflejados en las prácticas de EE.UU. y la OTAN, cosa que se comprueba en el hecho de el uso de estos productos fetichizados por los neonazis ucranianos la identidad cultural expresada en la ONU a través los votos ucranianos y estadounidenses a favor de la apología del nazismo y el apoyo gringo al gobierno ucronazi.

Aún hasta aquí puede haber más de uno que diga, bueno y cual es el peo, es sólo una marca, un pantalón o una chaqueta, pero a la compañía le resulta indiferente que sus clientes sean Al-Qaeda o DAESH, como buen capitalista el problema no es la guerra y los niños que matan, si puedes venderle a ambos bandos por que no hacerlo. 

Aquí cabe recordar que Hugo Boss y Giorgio Armani hacían uniformes a nazis y fascistas en las décadas de 1930 y 1940 y cada vez que alguien compra o usa un producto de estos reivindica y justifica la existencia no sólo de estos financistas del fascismo sino de que se puede actuar de manera amoral y anti ética y no pasa nada, porque las víctimas —alieneadas e ignorantes— dejaron de comer para sentirse algo más gracias a sus mercancías, pero que sucede si es un gobierno revolucionario el que haga cuantiosas inversiones comprando dichos uniformes “5.11” y que no se invierta en la industria nacional? 

Que es lo mismo que financiar al sector privado por encima de las comunas y otras formas de asociación colectiva popular, o que funcionarios mantengan una narrativa revolucionaria y chavista mientras hacen grandes negocios o peor participan del narcotráfico obviando que es parte de una agresión y el deterioro social que implica, o 

¿Es qué estamos siendo víctimas de la dialéctica del fetichismo con nuestro propio Gobierno? Pero bueno no se puede ser idealista y desear que las cosas funcionen como la dignidad, la ética, la razón o la lógica dictan, a demás hay otras marcas con mejores productos, ni hablar de la mano de obra nacional.

Por eso hoy esa marca esta en el pecho de un nazi como Zelinsky y es justo por esta capacidad del sistema capitalista de generar disociación que hoy vemos a una porción considerable de la humanidad apoyando a un gobierno fascista con la frase #PrayForUcrania, misma gente que sentiría asco por el holocausto nazi pero le ha sido extirpada la capacidad de asociar una cosa con la otra, o la “a” con “b”.

Para cerrar y afianzar un poco más nuestra trasnochada critica que resultara repelente a pragmáticos y utilitaristas que abandonan los contenidos de fondo por regocijarse con las formas, vale decir que gracias al fetichismo —cuya hegemonía devela la falta de formación revolucionaria— en particular el que mencionamos el día de hoy por sobre “táctico” ( porque no solo se trata de una marca, pensarlo es terminar siendo un luddista mas ) es que gracias a esa vulnerabilidad y la poca disposición de combatirla que delincuentes, mercenarios y paramilitares y agentes de inteligencia enemigos puede aprovecharse de nuestro ambiguo proceso bolivariano y utilizar dichas mercancías para pasar desapercibidos ante las fuerzas de seguridad o simplemente captarlas para los intereses extranjeros, ya que al ser detenido un portador de estas prendas genera una identificación inconsciente en el funcionario que lo revise, que vera en dicho sujeto a un tipo serio, preparado, que conoce de buena calidad y que es tan táctico como yo”, lo que en otro contexto serian sobradas razones para revisarlo exhaustivamente acá es un pase libre por la alcabala y obviaremos los efectos subjetivos de que le regalen prendas de este tipo a algún soldado o policía, como ancla para la captación y posterior instrumentación para atentar contra el pueblo.

y por si quedan dudas mas imágenes...


Mercenarios colombianos detenidos luego del asesinato del presidente Haitiano, detalle en las botas



soldados afganos vestidos con 5.11

campaña publicitaria de la marca, con lineas verano y otoño similares a las casas de moda italiana, solo que estas son para sentirse más tácticos y verse más rudos



otra imagen publicitaria




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