
El filósofo, politólogo y geopolítico Alexander Dugin ha concedido una entrevista al canal de televisión ruso Tsargrad donde dice que la operación especial de Rusia en Ucrania hace parte de una lucha mucho más grande contra Occidente.
Esta operación no se limita solo a la desmilitarización y desnazificación de Ucrania o a la protección de los rusos que viven en el Donbass. Se trata de un acontecimiento importante para la historia rusa y del mundo, pues se juego el destino de la humanidad en ella.
Tsargrad: Alexander Guélievich, ¿cuáles cree que son los objetivos de la Operación militar especial en Ucrania, la cual ha sido lanzado usando letra Z (1) del antiguo alfabeto eslavo?
– Creo que los objetivos de esta operación ya han sido expuestos por el presidente de Rusia. No obstante, cuando miramos lo que está sucediendo a una escala mucho más amplia, vemos que se trata de algo mucho más importante.
Si retrocedemos al pasado, hace 33 años existía un mundo bipolar donde solo existían dos bandos enfrentados: la URSS – que tenía sus propios valores, ética, ideas sobre el derecho internacional, política interior y exterior – y Occidente. En ese entonces existía un cierto equilibrio entre ellos y los diferentes países en todo el mundo podían elegir a cuál adherirse.
El colapso de la URRS dejó claro que solo existía un único polo que dominaba sobre el mundo y es así como se impuso la unipolaridad estadounidense con todas sus reglas y leyes que de ahora en adelante eran consideradas como universales.
El futurólogo estadounidense Francis Fukuyama proclamó que había llegado el “fin de la historia” y que el orden mundial liberal, es decir, los valores del sistema capitalista occidental, debían ser aceptados por toda la humanidad. China había aceptado el libre mercado, mientras que Rusia se había rendido tanto política como económicamente a Occidente.
No obstante, para consolidar esta victoria, la OTAN continuó avanzando hacia el Este y absorbió a todos los países de Europa Oriental que se habían deshecho de la influencia soviética y de su rígido control sobre sus sistemas políticos. El colapso de la URSS fue la primera etapa del proceso de deconstrucción de Eurasia, la segunda etapa fue la adhesión de los Estados postsoviéticos a la OTAN, y la tercera etapa fue el intentó de impulsar movimientos separatistas dentro de Rusia con tal de aplastarnos y convertirnos en ladrillos con los cuales construir una única civilización mundial.
Sin embargo, el filósofo y politólogo estadounidense Samuel Huntington rebatió las tesis de Francis Fukuyama y dijo que ahora que las ideologías se habían desvanecido, en este caso el comunismo, el enfrentamiento entre las civilizaciones volvería a iniciar.
Creo que estamos entrando en el mundo del que hablaba Huntington y ahora las civilizaciones han vuelto a renacer. La operación militar especial en Ucrania no es más que la reafirmación de la civilización ortodoxa rusa. Los globalistas quieren impedir su renacimiento y por eso intentar “destruir” nuestra economía.
¿Considera que los rusos solo recientemente han comenzado a ser una molestia para el globalismo?
– No. Vladimir Putin paso 22 años fortaleciendo nuestro país. Putin consideraba que era necesario que nos fortaleciéramos y acabáramos con el proceso de desintegración de nuestro país después de la caída de la URSS. Todo lo que hemos hecho hasta ahora nos ha preparado para esta operación especial que inició el 22 de febrero del 2022 porque consideramos que nuestra soberanía se veía amenazada.
Por supuesto, no era algo que deseaba hacer el gobierno ruso, sino un intento de repeler la amenaza que pesaba sobre nosotros y que nos impediría seguir existiendo.
Sin embargo, dentro de Rusia existen personas que no creen que seamos una civilización y consideran que la defensa de la soberanía, un sistema de valores particular y nuestra propia estructura política no son más que abstracciones que carecen de fundamento frente a las comodidades ofrecidas por el liberalismo.
Entonces, ¿cree que estamos viviendo un renacimiento de la civilización rusa?
– Sí, creo que lo estamos presenciando y nos hemos dado cuenta que Huntington tenía toda la razón. Por supuesto, Fukuyama tampoco ha desaparecido y hace poco escribió un artículo titulado “La guerra de Putin contra el orden liberal”. Biden lo ha retomado y ha dicho que Estados Unidos construirá un Nuevo Orden Mundial dominado por ellos.
Esto significa que la confrontación entre la unipolaridad y la multipolaridad se ha intensificado, es decir, es una lucha entre el globalismo liberal que proclama el Fin de la Historia y Rusia como civilización independiente que quiere pone de nuevo en marcha la historia.
Además, China también ha proclamado que es una civilización independiente tanto de Occidente como de Rusia. Claro, China se pone del lado de Rusia porque no quiere ser un lacayo al servicio de Occidente. Xi Jinping le respondió a Biden, cuando este le sugirió que traicionara a Putin por unas cuantas monedas, que no lo haría y que el mundo ya no es unipolar.
La India parece que ha tomado una posición muy parecida…
– Sí, la India, que tiene muchos conflictos con China, también se ha dado cuenta de que es una civilización: tanto Xi Jinping como Putin afirman que sus países son civilizaciones independientes, entonces ¿por qué la India, que cuenta con casi dos mil millones de habitantes, miles de años de historia y una cultura sofisticada no puede ser catalogada como una civilización? Pienso que América Latina será el próximo actor en convertirse en un polo soberano.
¿Y dónde queda Europa en todo esto?
– Europa también será un polo del mundo multipolar, pero ahora se encuentra totalmente dominada por la histeria y el pánico globalista. Cuando Rusia gane la guerra, creo que los europeos se darán cuenta de que existen otras civilizaciones y dejaran de ser vasallos del mundo anglosajón. Es por eso que estamos luchando ahora: no estamos en guerra con Ucrania, ni siquiera con la OTAN, sino que estamos en guerra con la unipolaridad.
Quizás suene paradójico, pero creo que Estados Unidos también se beneficiará de nuestra victoria. Por supuesto, estoy hablando del Estados Unidos profundo compuesto por granjeros, obreros y empresarios representados por Trump. Ellos han sido expulsados de las redes sociales y se han visto obligados a crear las suyas, es decir, han creado su propio internet. Creo que la civilización norteamericana es otra víctima de la globalización.
¿Por qué nos ha tomado tanto tiempo recuperarnos mientras nuestro propio país era destruido? ¿Por qué hemos esperado hasta ahora?
– Es una pregunta muy difícil y complicada de responder. En 1989, cuando todavía estábamos bajo el gobierno de Gorbachov – diez años antes de que Putin llegará al poder – escribí en uno de mis primeros artículos que Rusia era una civilización independiente y no debíamos permitir que desapareciera. En ese momento también hablé sobre la partición de Ucrania, el regreso de Crimea y el futuro enfrentamiento que tendríamos con Occidente.
Podría decirse que toda mi vida ha sido una especie de “Operación Z”. Mi pensamiento siempre ha girado alrededor de Rusia, nuestro espíritu y nuestras raíces; intento que la tierra rusa hable a través de mí. No se trata de rencillas personales, todos los que atacan mis tesis (fuera de quienes no las comprenden) niegan que Rusia sea es una civilización autónoma y que el pueblo ruso juegue un papel relevante en la historia mundial.
Nuestro pueblo – compuesto por zares, patriarcas, santos, campesinos y guerreros – siempre ha pensado de esa manera. Sin embargo, tomamos una dirección equivocada desde la década de 1980 y a partir de 1990 dimos un giro de 180 grados hacia la perdición.
En el momento en que llegó Putin al poder fuimos capaces de rectificarnos 90 grados, pero nos hace falta la otra mitad.
Nos quedamos congelados en este “punto”, pero el 22 de febrero del 2022 por fin decidimos dejar de lado el legado de 1991.
Creo que Putin quiso, durante mucho tiempo, hacer una síntesis de dos cosas por completo opuestas: defender la soberanía de Rusia, lo cual siempre ha hecho, aceptando el liberalismo y el globalismo occidental. Por supuesto, no fue el primer gobernante de Rusia que intento hacerlo, también Catalina la Grande lo intentó hasta que estalló la Revolución Francesa y ni hablar de Alejandro II y sus reformas liberales.
¿Considera que eso fue un error?
– Sí, lo fue. Pero no es un error exclusivo de Putin: muchos gobernantes rusos han cometido el error de usar lo que aprenden en Occidente para supuestamente fortalecer a Rusia, pero cada vez que hacemos eso terminamos por desviarnos del camino y nuestros enemigos se aprovechan de nosotros.
Lo mismo pasó con Ucrania, le “dimos la espalda” y nos desentendimos de lo que se estaba “gestando” allí mientras nuestros enemigos avanzaban introduciendo toda clase de reformas e ideas como el nacionalismo de corte nazi con tal de darle “forma” al Estado-nación ucraniano, el cual ni siquiera contaba con las condiciones necesarias para ello, pues existían dos pueblos en su interior.
Luego, le dieron al nazismo una mascará liberal. Utilizaron toda clase de técnicas y otros artilugios con tal de cambiar esa sociedad y ahora estamos lidiando con las consecuencias de todo ello usando nuestras armas. Fue así como también le dieron nacimiento a ISIS y Al-Qaeda (organizaciones terroristas prohibidas en Rusia).
Mientras ellos hacían eso, nosotros perdíamos el tiempo intentando comprender como usar las tecnologías y herramientas de Occidente para enfrentarnos ellos.
Pero China ha conseguido usar las tecnologías occidentales para hacerse más fuerte…
– Sí, ellos han tenido éxito. Pero han pasado 40 años desde las reformas de Deng Xiaoping y ahora Estados Unidos ha descubierto que China se hizo muy fuerte usando lo que aprendió de Occidente. China descartó todo lo que destruía su soberanía, poder o sistema político. En cambio, nosotros lo absorbimos todo.
Dejamos que el liberalismo entrará en nuestra casa y este nos enveneno. Ahora estamos enfrentando el “momento de la verdad”: algunos han huido, otros han quedado confundidos, otros han desaparecido y algunos más han muerto.
Hemos estado luchando durante 30 años para que la situación cambie y ahora por fin eso está ocurriendo. Lo diré de nuevo: aceptar el liberalismo fue un error y apenas ahora estamos deshaciéndonos de sus secuelas.
Sabes, creo que la pregunta que hiciste antes sobre Putin fue bastante capciosa. ¡Ya no necesitamos seguir dudando de Putin porque por fin, después de aplazarlo mucho y cometer varios errores, ha comenzado a hacer lo que tenía que hacer! Lo único que necesitamos ahora es consolidar esta victoria, para ello debemos apoyar a Putin.
En circunstancias tan excepcionales como estas, es necesario respaldar a las autoridades y de ese modo nuestro gobierno tendrá éxito. Pienso que es innecesario sacar a relucir el pasado o preguntarnos por qué Chubais ha huido y por qué Eco Moscú apenas fue cerrada hace poco. La lista puede ser interminable…
¿Cuál piensa que es la razón detrás de la histeria antirrusa de Occidente, que al parecer no se reduce simplemente al anti-putinismo sino que incluso toma la forma de una rusofobia bastante primitiva?
– Creo que se trata de una guerra de civilizaciones. Muchos europeos no comprenden el significado detrás de la operación militar rusa en Ucrania. No obstante, algunas luminarias se han dado cuenta de lo que está pasando y denuncian que el liberalismo se ha convertido en un sistema totalitario que amenaza al mundo occidental.
Este totalitarismo se expresa en la persecución contra todo el que niegue el «matrimonio homosexual» o el derecho a que los niños “cambien de sexo”. Se ha prohibido incluso el derecho a pensar que esto es algo mal y si lo dices en voz alta te enviaran a la cárcel.
Lo mismo se aplica a todo aquel que defienda a Rusia y a los rusos. En el momento en que abres la boca te comienzan a perseguir.
Se podría decir que, como sucedía en la Alemania nazi, nos hemos convertido en “judíos eslavos” perseguidos. Todo lo que está mal en este mundo es culpa de los rusos.
Y este panorama se complica si tenemos en cuenta que estamos luchando contra nuestro pueblo hermano de Ucrania. Por supuesto, los que han llevado al poder a los nazis en Ucrania han decidido actuar también, inundando ese país con armas con tal de que nosotros masacremos hasta el último de ellos.
La demonización de los rusos conlleva la negación de nuestra naturaleza humana y el paso a una guerra sin cuartel. Es una guerra que están dispuestos a librar hasta el final. Se trata de una guerra entre civilizaciones que puede convertirse en una guerra nuclear.
¿Qué sucederá cuando ganemos?
– Pienso que será posible crear una alternativa al globalismo: el mundo multipolar. No será necesario unificar a la humanidad por medio de una ideología liberal, homosexual, transexual y feminista.
Tampoco será necesario que nuestro pensamiento sea sustituido por la inteligencia artificial representada por los iPhones y los auriculares que tocan una misma música y que pasan los mismos imbéciles videos de Tiktok en todas partes del mundo.
Pienso que será posible crear un mundo donde la gente se vista según sus tradiciones y cocine su propia comida en lugar de comer las hamburguesas de McDonald’s. Será un mundo donde la gente no esté navegando todo el tiempo en las redes sociales o viendo programas estúpidos y repetitivos en la televisión.
Quizás de esa manera surjan personas que creen aviones en las tradiciones de sus pueblos, aren la tierra según sus costumbres, críen cerdos o inventen cosas siguiendo las reglas de sus antepasados o compongan música y pinten obras de arte de acuerdo al espíritu de su pueblo.
Algunos piensan que todo eso nos llevará a la Edad de Piedra, pero considero que sucederá lo contrario. Todo será diferente y podremos por fin hacer a un lado la civilización tecnológica alrededor de la cual gira todo hoy en día.
¿Podría decirnos qué necesita el pueblo ruso hoy para enfrentar este desafío?
– Creo que fortaleza, y sobre todo fortaleza espiritual. Hemos hecho a un lado esta palabra y ahora de lo único que hablamos es de la economía, la eficacia, las encuestas o las empresas. Pero nosotros estamos librando una batalla espiritual, porque toda civilización tiene un aspecto inmaterial.
Por supuesto, Occidente también es dominado por un espíritu, pero el suyo es completamente negro. ¿Por qué razón los hombres de las embajadas occidentales se ponen ropa de mujer y caminan por ahí vestidos de esa manera?
¿Qué quieren lograr con eso? La mayoría de ellos son gente cuerda que tienen ideas muy normales sobre las cosas, pero son dominados por un espíritu nefasto: se ven obligados a afirmar que no existe diferencia entre los hombres y las mujeres o de lo contrario perderán sus puestos.
Por otro lado, ellos nos niegan la posibilidad de ser nosotros mismos y nos dicen que su espíritu no lo permite. Nos dicen que nos hemos rendido y puesto de rodillas antes, que la historia acabó en 1991 y que esto es un hecho indiscutible. Cuando decimos “no”, ellos consideran eso una herejía y nos atacan.
El liberalismo occidental, en su estado más puro, no ha podido arraigar en Rusia como si lo ha hecho en Ucrania. Es por eso que ahora promueven una ideología ajena y radical contraria al espíritu ruso: el nazismo u otras clases de extremismo social y religioso.
De ese modo, nuestro país caerá al suelo y se haría pedazos, entonces ellos cogerán un cuchillo y nos cortaran en pedazos. Sin embargo, hemos resistido.
Nuestra prioridad es obtener la victoria en esta operación militar especial, pues esa victoria será una victoria del espíritu ruso y de todos aquellos que nos apoyan. Incluso aquellos que luchan contra nosotros hoy terminaran por darnos la razón en el futuro.
Notas del Traductor:
1. los rusos han llamado a la operación militar especial en Ucrania “Operación Z”, que hace referencia a la palabra защита (defensa).
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
https://www.geopolitica.ru/es/article/de-los-errores-de-putin-los-aciertos-de-huntington