1- ¿Parece que Europa es caja de resonancia o polea de transmisión de intereses exógenos y sigue instrucciones de alguna potencia extraterritorial? ¿Actúa sin autodeterminación y ha perdido capacidad soberana y dignidad para actuar conforme sus legítimas necesidades de seguridad, económicas y políticas?
2- En la compleja situación creada en Ucrania, al Este de Europa, desde los desestabilizadores sucesos golpistas de 2014, la instauración de un régimen proamericano afín al propósito de expansión militar de la OTAN, -sumiso instrumento militar de Estados Unidos-, y la agresiva acción del régimen a las mayorías rusas rebeldes de la región de Donbass que proclamaron su independencia, las naciones europeas parecen ser un obediente mecanismo que sigue instrucciones opuestas a su bienestar fundamental que es preservar la paz, respetar el derecho internacional y recuperar el rumbo de prosperidad frente a la crisis sanitaria de la pandemia que agravó profundos desequilibrios.
3- Rusia, el país más extenso del mundo, el poderoso vecino del norte y este de Europa que se extiende por el continente asiático, reclama, con justa preocupación, que la presencia militar en sus fronteras más cercanas representa una amenaza latente a su seguridad nacional.
La clave de la discordia es la posible inclusión de Ucrania en la OTAN lo que permitiría expandir sus tentáculos de agresión (detrás del cual se esconden descomunales ambiciones por apoderarse de los recursos naturales y los beneficios económicos que implica), y al que parece EEUU dicta las decisiones claves que reproduce la fragmentada Europa en cuyas cúpulas predominan, desafortunadamente, esquemas conservadores y neocoloniales.
4- Mientras Europa sufre en la inmediatez de su territorio la amenaza al sagrado y universal bien de la paz, desde lejos, a más de 7,500 kilómetros de distancia, la decadente y contaminada potencia norteamericana que busca desesperada recuperar hegemonía, es el principal azuzador que provoca la confrontación, frena el diálogo y bloquea de manera irracional la salida negociada, desde el campo diplomático y el respeto al derecho internacional. ¿Porqué Europa cede vergonzosamente el derecho a determinar su destino?
5- Frente al riesgo creciente, frente a la amenaza inminente, ante la desmedida campaña de desinformación que manipula y crea escenarios inexistentes, Rusia decidió reconocer la independencia de las pequeñas repúblicas de Donetsk y Luhansk, autoproclamadas soberanas desde 2014 y envió, a solicitud de sus autoridades, en auxilio a la población civil víctima de agresión, una operación especial para desalojar la ocupación militar ucraniana que contaba con enclaves propiciados por otras naciones parte de OTAN.
6- La paz debe prevalecerse. Europa, en defensa de sus intereses inmediatos y estratégicos, debe actuar con digna autodeterminación sin mostrarse como sumiso actor que cumple la tarea que el director de orquesta le indica. EE.UU. es un socio principal que puede contribuir a la paz, no tiene derecho a imponerse unilateralmente ni desconocer al resto de naciones.
El diálogo diplomático respetuoso, sin amenazas ni sanciones debe prevalecer. Europa y EEUU deben comprometerse a no ampliar las fronteras de la OTAN que representen una amenaza para la seguridad nacional de Rusia y otros.
Parece necesario aceptar la independencia de las dos nuevas repúblicas de la región del Donpass.
Rusia debe retirar en la brevedad sus tropas del territorio de Donbass y ofrecer garantías de no incursión más allá de sus legítimas fronteras.
La seguridad mutua y sostenible de las naciones se preserva con el derecho Internacional, el camino ineludible es el diálogo respetuoso.
LA PAZ ES EL CAMINO
Francisco J. Bautista Lara
Managua, 24.02.2022