César Zamora, presidente del COSEP.
El Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), de Nicaragua, hizo un llamado a un diálogo nacional “sin precondiciones”, lo que incluye la no exigencia de la liberación de los golpistas que algunos sectores opositores y la antigua dirigencia empresarial llaman “presos políticos”.
El llamado del COSEP, hasta no hace mucho firme aliado de los golpistas que intentaron derrocar violentamente al gobierno del presidente Daniel Ortega, plantea que el diálogo sirva para solucionar los conflictos del país, que generaron una crisis política a raíz de los enfrentamientos de 2018 que dejaron como resultado cerca de 300 personas muertas y daños a la economía calculados en 27.000 millones de dólares.
«El Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), y su Consejo Directivo, reunido en pleno en la sesión del día miércoles 26 de enero de 2022, resolvieron por unanimidad considerar el diálogo como el único instrumento para que los nicaragüenses encontremos el camino hacia la reunificación de la familia», detalla el comunicado.
Los directivos del COSEP, la Iglesia Católica y organizaciones políticas demandaron en el diálogo de mayo de 2018, la rendición del presidente Daniel Ortega, la disolución de los poderes del Estado y la convocatoria a elecciones adelantadas como única salida a la crisis que vivía el país centroamericano, lo que el mandatario denunció como un intento de golpe de Estado.
La crisis provocada por sectores opositores de la ultraderecha local, utilizó como excusa posibles reformas al Seguro Social, y se apoyó en el levantamiento de tranques dirigidos por el MRS, la iglesia, el COSEP, algunos medios de comunicación y ONG financiadas por Estados Unidos, entre otros, que paralizaron el país por tres meses y hundieron la economía de la nación.
Un segundo diálogo fracasó en junio de 2019, después que la oposición liderada por el COSEP y dirigentes de derecha, negociaran con el presidente Ortega la liberación de más 400 presos mediante una ley de amnistía, sin embargo el bloque opositor se retiró de las conversaciones por considerar que tenían acorralado al mandatario y que era asunto de tiempo para que, con presión de gringos y europeos, les entregara el poder.
Entre junio y noviembre de 2021, las autoridades encarcelaron a medio centenar de golpistas, entre ellos, empresarios, un banquero, propietarios de organismos no gubernamentales, dueños de medios de comunicación y cinco presuntos aspirantes a la presidencia, por actuar como agentes extranjeros al recibir millonario financiamiento de Estados Unidos y la Unión Europea.
En las elecciones de noviembre pasado, el FSLN ganó con el 76% de los votos, y ahora, el COSEP se convierte en el segundo ente empresarial en pedir –respetuosamente-, un diálogo con el gobierno presidido por el líder sandinista, a quien llegaron a amenazar de muerte junto a su familia, militancia y simpatizantes rojinegros en 2028.
Antes, familiares de los detenidos por el fallido golpe de Estado emitieron un pronunciamiento donde piden al gobierno y a la Iglesia Católica “un proceso de unificación”. Hasta el momento el presidente Ortega no se ha pronunciado, y habría que poner en duda la participación de los obispos, habida cuenta de que fueron ellos quienes organizaron y unieron a los golpistas en la sangrienta aventura de 2018.
«Apelamos a los gobernantes y a la fuerzas vivas de la nación, así como a nuestra iglesia para que encabecen y apoyen un proceso de unificación ciudadana, dispuesto a construir puentes; dispuestos a escucharnos los unos a los otros para comenzar a desarmar la desconfianza mutua que por siglos nos ha dividido», expresa la propuesta respaldada por el COSEP.
Esta es la primera vez que el COSEP apela al diálogo sin la demanda de la liberación de los encarcelados, ya que antes demandó sanciones para el gobierno de Nicaragua y sus funcionarios, así como el bloqueo de préstamos y la ayuda internacional.
La oposición, entre la que se incluye el COSEP, no ha demandado a los Estados Unidos, sus patrocinadores y aliados, la suspensión de las sanciones económicas a Nicaragua contenidas en las leyes Nica Act y Renacer, promovidas por los golpistas, algunos de ellos en prisión.
«Nos sumamos a este llamado llenos de esperanza, con la confianza de que apoye un proceso que unifique a toda la ciudadanía nicaragüense, nos comprometemos de manera franca a la búsqueda de soluciones viables, prontas y sin precondiciones, que prioricen solucionar la encrucijada que atraviesa la nación», dice el comunicado del COSEP.
El presidente Daniel Ortega propuso el 11 de enero de 2021, construir una «gran alianza» entre los nicaragüenses, que propicie un nuevo diálogo nacional, sin embargo, pasa por una política de respeto y entendimiento con EEUU, aliado de la derecha criolla en Nicaragua, que desconoce al Gobierno y ha establecido sanciones contra su Ejecutivo.
