Una vez más tengo que decirlo no hay sorpresas y solo se sorprenden los que no la quisieron ver venir solo porque sí pues hay cosas que pueden ser del tamaño del Monte Everest y el don me opongo por no ceder porfía que no lo ve, aunque lo tenga frente a sus narices.
Eso acaba de suceder ahora cuando en el contexto de una misión sandinista a Rusia, para profundizar nuestras relaciones comerciales con ese país, la cancillería de Nicaragua, en una operación diplomática de altos kilates revalida que China es una e indivisible lo que para los entendidos es una jugada maestra que determina una alianza con dos de las tres potencias mundiales quedando fuera el que siendo parte de una misma plataforma continental, Estados Unidos, el imperial enemigo de la humanidad, solo supo arrebatarnos y agredirnos a través del tiempo.
Propios y ajenos, unos por sentimiento y otros por un claro interés manipulador, preguntan desde la ingenuidad política o desde la perversión política ¿QUÉ PASÓ CON TAIWAN?
Los nicaragüenses en su gran mayoría somos agradecidos, pero hay que reconocer la existencia de algunos que comenzamos a contar con los dedos de las manos que son capaces de agarrar a patadas a su propia madre y eso lo podemos probar fácilmente por la forma en que conocidos bastardos han tratado a Nicaragua, a la tierra que los vio nacer.
Debemos agradecer a los Chinos Taiwaneses el interés que tuvieron por acompañarnos en proyectos sociales en diferentes modalidades que nos ayudaron mucho pero que más allá de lo sentimental tuvo que ser sometido al pragmatismo que demandan los nuevos tiempos de una Nicaragua que bajo el asedio y amenaza constante de su eterno enemigo, Estados Unidos, por muchas razones debió decidir entre el árbol de Taiwán y el Bosque de la China.
Repito y quiero dejarlo bien marcado siento mucho agradecimiento por el interés taiwanés por acompañar nuestros proyectos sociales y en especial por quien fuera su embajador Jaime Mu Wu y quien amó tanto a nuestro país, más que algunos mal nacidos aquí, que el Ministerio de Gobernación por sobrados méritos le otorgó la nacionalidad nicaragüense.
Este sin embargo no es un asunto de sentimientos, no es mal agradecimiento porque tampoco Taiwán lo hacía de gratis, -hay que ver cómo Nicaragua defendió el derecho a que esta isla fuese escuchada en los foros internacionales- y tenemos que ver también que la reciprocidad se perdió cuando tras las resultados electorales del 7 de noviembre los taiwaneses callaron y peor aun aparecieron en la hipócrita cumbre de supuestos países democráticos que montó el imperio donde solo enemigos de nuestro país habían y eso lo que hizo fue acelerar un proceso que ya estaba en marcha con respecto a China porque en este tipo de contextos nada sucede de un día para otro sino que son los tiempos y los momentos que deciden el cuándo y el cuándo es ahora.
El estatus político de Taiwán es incierto por la misma irrealidad que se construyó para si desde que se convirtió en el reducto de los disidentes que surgieron a raíz de la revolución cultural encabezada por Mao Tse-Tung. A pesar de la pretendida independencia que auto proclamó Taiwán para ella misma nunca dejó de ser reclamada por la República Popular China, que rechaza las relaciones diplomáticas con países que reconocen a Taiwán como estado independiente.
Taiwán mantiene vínculos con 14 de los 193 estados miembros de la ONU y la Santa Sede, mientras las organizaciones internacionales en las que participa la República Popular China se niegan a otorgar membresía a Taiwán o le permiten participar solo de manera no estatal.
Taiwán es miembro de la Organización Mundial del Comercio, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico y el Banco Asiático de Desarrollo bajo diferentes nombres mientras que las grandes economías mantienen vínculos no oficiales con Taiwán a través de oficinas de representación e instituciones que funcionan como embajadas y consulados de facto.
A nivel nacional, la principal división política es entre los partidos que favorecen la reunificación e identidad china que son los más, en contraste con aquellos que aspiran a mantener la independencia y promueven la identidad taiwanesa que son los menos y en momentos que la intensidad de la República Popular China por reafirmar su dominio y soberanía sobre Taiwán va en aumento.
Taiwán ocupa el puesto 22 entre las economías del mundo con una población de 24 millones de habitantes, mientras la República Popular China o Continental o Comunista, aunque de comunista no tenga nada, sino es la primera es la segunda economía del planeta y además con la mayor población de la tierra, en pocas palabras hay muchísimas razones que inclinan la balanza hacia Pekín antes que a Taipéi.
Expuesto todo lo anterior hay una realidad que es más grande que el tamaño del sol y empuja a defender contra las amenazas externas que son reales el proyecto político, económico y social por el cual y solo por el cual, Nicaragua puede alcanzar la verdadera grandeza soñada por nuestro inmortal Rubén.
El criminal imperio norteamericano no tiene ninguna otra agenda más que destruir Nicaragua y verla consumida en la total y absoluta miseria y los únicos que avalan esa visión apocalíptica son las minorías bastardas que no se darán el gusto de vernos sepultados bajo piedras porque ellos junto a sus amos en Washington son los principales perdedores de esta decisión que ha dado una vuelta de calcetín a las agresiones de Estados Unidos contra nuestro país a través de la O.E.A o de cualquier otro títere que pretenda sacarnos de la ruta que ya hemos determinado.
La grandeza de Nicaragua, su pueblo, sus riquezas, su nacionalismo, su amor por el trabajo, sus anhelos de futuro y su decisión de ser auténticamente libre requieren igualmente de la realización de grandes proyectos aprovechando la envidiable posición geográfica que el Creador le confirió y eso significa que vamos a trabajar con quienes siempre han querido trabajar con nosotros, con quienes siempre nos han querido dar y no quitar, con quienes comparten y no arrebatan, con quienes nos respetan porque saben que nos hemos dado a respetar.
De nuestra libertad, de nuestra autodeterminación, de nuestro modelo, el yanqui enemigo de la humanidad podrá decir todo el “miércoles” que quiera.
Podrá el imperio seguir cacareando estupideces a través del muñeco de Luis Almugre o cualquier otro títere, pero Nicaragua que ya se fue de la O.E.A, -no es asunto que sus peleles nos quieren sacar-, nosotros ya nos fuimos, ya no estamos ahí, ya nosotros estamos al otro lado del charco, ya nosotros estamos con China, ya nosotros estamos con Rusia, ya a nosotros cualquier rayería, desatada por el odio y la locura, nos resbala porque después de agresión física y verbal, decidimos dar la vuelta entera y sin punto de retorno para dedicarnos a atender la guerra contra la pobreza y la miseria que nos dejó la piratería imperial.
No se enreden aquellos que se la siguen fumando verde. De repente se les ocurrió que otra vez ya nos tenían entre sus garras y otra vez el águila disminuida a la condición de mariposa supo que fue vencida y junto con ella esos bastardos que siguen hablando “miércoles” pero desde afuera.
La íntima relación comercial con Rusia, la restablecida relación diplomática con China, la libertad, la soberanía y autodeterminación para escoger quienes son nuestros amigos son un mensaje para el imperio norteamericano, a sus peleles estén donde estén y por supuesto a sus lacayos nacionales, a esos bastardos y traidores de la patria que deben entender que tenemos leyes, que hay sobrada capacidad para denunciarlos y exponerlos y que también hay una autoridad que garantiza la demanda del ciudadano de bien que exige paz, orden y seguridad.
Esto que ha sucedido recientemente huele a Canal Interoceánico, huele a puerto de aguas profundas, huele a proyectos de energía nuclear para razones humanitarias, huele a desarrollo y se percibe como un paso gigantesco que solo la estupidez y la fuerza bruta no vio venir sino que se quedó fuera de la paila predicando por una “democracia” hecha a su medida solo para hacer ricos a los que más tienen y para hacer negocios con la dignidad humana y eso se acabó porque esta Nicaragua acaba de hacer una poderosa alianza con una poderosa visión social.
Así las cosas hemos pasado del árbol que nos representaba Taiwán al Bosque de la China, del odio que jamás nos dejará de tener el enemigo de la humanidad, al respeto y aprecio que siente Rusia por una nación como la nuestra, que es lo que es, porque tiene una historia ejemplar construida desde sus batallas y desde sus victorias contra aquel villano que solo fue bueno únicamente en el guion de sus propias películas.
Por: Moisés Absalón Pastora.