Ustedes no me conocen, no aspiro tampoco a que lo hagan. He tenido el placer, ¡y vaya placer!, de verlos en concierto a los tres. Yo sí los conozco. Yo sí he podido disfrutar del arte que desarrollan los tres.
Leoni, yo crecí desde niño oyéndote en la Charanga Habanera y me sabía cada canción desde que comenzaste, certeramente, tu carrera en solitario.
Carlos, tus canciones fueron lo más que escuché en el PRE. Un amigo me presentó algunos discos y de allí no salí más. Aquella melancolía crítica me tomaba horas, desde el desgarro que me produce “Foto de Familia” o “Habáname”, hasta la admiración por los códigos perfectamente ubicados en “Leñador sin bosque”.
Haydée, te descubrí en la universidad, y como con tu padre, me enamoré enseguida de esa voz que combina cuerdas vocales con el alma.
Te pude ver en el teatro universitario junto a Leonardo García. ¡Pude ver todo un concierto tuyo sin pagar ni un centavo!
Ustedes son unos artistas que desde géneros distintos han marcado a varias generaciones de cubanos y han elevado nuestra cultura. Los admiro.
Sin embargo, como mismo asumo esta admiración, asumo la decepción que me produce verlos al lado de algo montado, ilegítimo e irracional. No es el gobierno quien habla. No es un censor. Soy yo, el joven que quiere expresar su opinión.
No está de más decir que tanto Carlos Varela como Haydee Milanés ya se han manifestado en otras ocasiones a favor de miembros del Movimiento San Isidro o de personas que coordinan con sus ideas.
Así que esto no me sorprende. Haydeé ha manifestado su defensa en varias ocasiones por su amiga Mónica Baró, por su amigo Carlos Lechuga, por Luis Manuel Otero y por Anamelys Ramos, personas con las que no tengo ningún problema de tipo personal, aunque no coincidimos y, al parecer, nunca coincidiremos en el plano de las ideas.
Hay ideas que no se pueden cambiar nunca.
Carlos Varela por su parte es amigo del director del Estornudo Carlos Manuel Álvarez y la última vez que Luis Manuel Otero (líder del MSI) estuvo en un proceso por ultraje a la bandera cubana, Carlos Varela salió, como ahora, pidiendo su liberación.
Aquel suceso generó varias discusiones en las redes sobre el significado y el rol del arte, pero la liberación de Luis Manuel Otero se concretó a pesar de que hoy muchos olvidadizos plantean que el Estado cubano nunca cede, igual que cedió dejando en libertad condicional a José Daniel Ferrer.
A Leoni, nunca lo había visto opinando sobre temas de política, aunque al parecer, algún llamado propio lo ha movido hacia esa decisión. Lo que más me choca es que Leoni Torres llama al diálogo; pero varias personas que respondieron en contra de su postura fueron bloqueadas por él y así lo plantearon en sus redes sociales: «¿Qué diálogo busca entonces Leoni?»
No puedo explicarles yo mucho de arte, solo puedo decir lo que pienso. El arte debe ser liberador.
Debe trascender el cerco del sistema y las imposiciones hegemónicas que se hacen desde todos los flancos culturales.
El arte debe dejar de dormir recostado al sistema. Me pregunto si ustedes conocen desde dónde se mueven los hilos del Movimiento San Isidro, cuáles son sus contactos en los Estados Unidos, cuál es el mecanismo al que responden.
Me pregunto si han leído a Gramsci y sus conceptos de hegemonía y de intelectual orgánico, si han leído a Gene Sharp y su estrategia del «Golpe Suave» que coincide con lo que está haciendo el MSI y que fue la estrategia usada para fomentar las guarimbas en Venezuela y el golpe de Estado en Bolivia, si han leído las palabras de Alen Dulles desde donde define cuáles serán los métodos y la actitud sin piedad que debe asumirse para tumbar los gobiernos socialistas, si han leído a Naomi Klein y la Doctrina del Shock donde expone las rendijas por las cuales se inserta el neoliberalismo y se asienta a golpe de asesinatos, desde que ocurrió el golpe de Estado a Salvador Allende; si saben que Latinoámerica es una región donde los asesinatos a artistas de izquierda ha sido una constante: desde Víctor Jara hasta Haroldo Conti, desde Paco Urondo hasta Roque Dalton.
Lean para que aprendan por qué nos oponemos al Movimiento San Isidro y a sus intereses. Escuchen para que entiendan por qué protegemos lo logrado. Comprendan para que no nos digan más con ligero cinismo que negamos el diálogo.
Quienes niegan el diálogo con la Revolución son ellos, quienes aborrecen todo lo que somos son ellos. El diálogo está aquí. Este es mi diálogo para responderles a ustedes aun a sabiendas de que si los interese de San Isidro llegaran al poder a nosotros nos van a asesinar.
No va a ver un show como el de ahora con la prensa internacional “preocupada”, no va a existir un marco para discutir de derechos humanos.
Va a ver un pisotón total a nuestros derechos, como se hace actualmente con todo el que disiente radicalmente del sistema en cualquier país.
Me llama la atención que ustedes en sus escritos desentienden:
Que Denis Solís cometió un delito y confesó además que una organización le enviaba dinero. Denis Solís añadió en su declaración y cito: “a mí lo que me interesaba era el dinero”.
Que el Estado tiene toda la potestad legal de enjuiciar a alguien que cometió un delito y lo reconoció; incluso no solicitó recurso de apelación.
Que la organización con la que tiene vínculos el Movimiento San Isidro ya ha incendiado en territorio cubano una cafetería, una barbería y una bodega; poniendo en peligro la vida de ciudadanos civiles. (Y contra esas acciones ninguno de ustedes ha levantado la voz)
Que un grupo que ya ha atentado con hechos tan graves contra el orden interno no puede tener derecho ni libertad de acción, como tampoco lo puede tener en ningún país del mundo quien incendia un establecimiento, como tampoco lo tiene un fascista o un terrorista.
Por tanto el Estado tiene derecho a saber y controlar a quiénes tienen vínculos con este grupo para proteger la vida de sus ciudadanos.
Que el Movimiento San Isidro inició esta huelga de hambre voluntariamente, sin que nadie los obligara y desde el principio pidiendo algo jurídico y legalmente imposible: la liberación de alguien que cometió un delito.
Que algunos médicos los visitaron en la tarde de ayer para pedirles que se aislaran voluntariamente porque la concentración rompía con los protocolos sanitarios y más con la llegada de una persona desde el exterior del país.
Ellos se negaron tajantemente y no tienen ninguna condición especial respecto a todos nosotros para incumplir el protocolo. Las medidas se deben cumplir por igual.
Dicho esto, solo les puedo volver a extender mi abrazo y mi gratitud por dedicar sus vidas a elevar y enriquecer nuestra música, nuestra canción. Pero me dejan deudas en esta ocasión.
Ustedes nunca han manifestado su rechazo al Bloqueo Económico que daña y castiga al pueblo cubano, incluso jode a las personas que no les interesa la política, incluso a niños que necesitan insumos médicos, incluso en plena epidemia.
Ustedes nunca salieron a decir NO a las medidas (inhumanas todas) que puso el presidente Trump y que fueron incrementándose año tras año. ¿Por qué nada de esto? ¿POR QUÉ?
Miren. Hay personas en Miami que este domingo van en bicicletas y en automóviles a exigir el fin de las últimas medidas contra Cuba y el fin del Bloqueo. A esas personas desde allá les preocupa el pueblo, les preocupa la verdad.
Aquí no se está jugando al ula ula. Hay mucho en juego y un circo abierto para el que no queremos entradas. Posiciónense por la verdad. Sean dignos.
Dice Carlos Varela que «no será cómplice del silencio del coro», y el coro, precisamente, el coro inerte y voraz, es el que no está en silencio, es el que está cantando mentiras con sopranos y tenores.
Sean por una vez cómplices del Coro de la Verdad.
https://postcuba.org/respuesta-a-carlos-varela-haydee-milanes-y-leoni-torres/?fbclid=IwAR2P-ODSDR_I-LLsyqVGgCn3H0iGJ0oQsbxyTxBZvKkIvm8mAHeJhDpce2M#.YWo60-rMIRk