Todas las diferentes administraciones estadounidenses, sin diferencia entre sí, republicanas o demócratas, han engañado al mundo sobre una guerra absurda y condenada al fracaso y que, como suele ocurrir en las acciones estadounidenses, se ha cobrado la vida de miles de personas.
En este capítulo de la historia, llamado Afganistán se demuestra la incapacidad de los Gobiernos Norteamericanos y específicamente de la OTAN por llevar la tan mediática paz que se profesó por muchos años a este territorio.
En julio del 2021, Joe Biden, afirmó que «Los talibanes no son el Ejército de Vietnam del Norte.
No son ni remotamente comparables en términos de capacidad.
No habrá ninguna circunstancia en la que veas a gente ser levantada del techo de una embajada en Estados Unidos desde Afganistán.
No es en absoluto comparable». 8 de julio del 2021 Biden.
Hoy la realidad es otra. Ante la entrada de los talibanes en Kabul, Estados Unidos está evacuando su embajada en Kabul.
En las últimas horas se plantea el cierre total de su embajada en la capital de Afganistán, y ya han comenzado a destruir documentos clasificados y equipos electrónicos.
Atrás quedarán los cadáveres de más de 60.000 soldados del Ejército afgano, más de 70.000 civiles víctimas del fuego de ambos lados, más de 2.300 soldados de Estados Unidos y 102 soldados españoles.
Y junto a ellos, mentiras, muchas mentiras.
Y también 83.000 millones de dólares utilizados por EEUU en formar y armar al Ejército afgano (aunque el total de gasto estadounidense entre todos los departamentos, según estimaciones ajustadas a la inflación calculadas en un proyecto de la Universidad Brown, estaría entre 840.000 y 885.000 millones de euros).
Lo que haya quedado después de enriquecer a traficantes y gobernantes corruptos de ambos países ahora estará en manos de los talibanes
https://reporteros.org/a-46-anos-de-la-derrota-de-eeuu-en-vietnam-la-historia-se-repite-con-afganistan/