Integrantes de la autoproclamada milicia Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), apadrinada por Estados Unidos, expulsaron a decenas de familias de sus casas en la ciudad de Hasakeh, ubicada en el nordeste de Siria.
A pesar de la protesta de los civiles, grupos de las FDS asaltaron los apartamentos de varios bloques de edificios en el barrio Al-Zuhur y sacaron por la fuerza a sus habitantes, informó el portal “Siria Resiste la Agresión”.
La medida fue justificada por la cercanía de esas residencias a una de las bases de las fuerzas de ocupación norteamericanas en la zona.
Durante los últimos meses, la milicia FDS, financiada y armada por Washington, se apoderó de cientos de viviendas y de instituciones estatales como escuelas, centros de salud, silos de trigo y departamentos de agua, electricidad y telecomunicación en las zonas que controla.
Esa formación, de mayoría kurda, domina la mayor parte de la región siria de Al-Jazira, rica en petróleo, y recibe armas, dinero y adiestramiento de las fuerzas de ocupación estadounidenses.
Las acciones de resistencia armada se incrementaron contra esa agrupación debido a la indignación popular surgida de sus criminales prácticas contra los pobladores y su servilismo a Estados Unidos, además del robo del crudo y de los cultivos de los sirios.
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