Las ilusiones de algunos, de que una fuerza de “Sombreros Blancos” llegaría a barrer a los “chicos malos” a través de una serie de arrestos masivos —un evento predicho y repetido por “Q” y otros “profetas” similares durante los últimos tres años—, ha vuelto a fallar en sus pronósticos para el 4 de marzo, demostrando ser una fantasía, como hemos venido diciendo.
En vez de creer en este tipo de operaciones psicológicas, lo que se necesita es un cambio en el pensamiento estratégico de los estadounidenses a un nivel más alto, para que las soluciones incorporadas en las Cuatro Leyes Económicas de Lyndon LaRouche puedan ser implementadas, así como la construcción del apoyo popular para lanzar un Renacimiento cultural, que es la misión del Instituto Schiller.
Si realmente tienes la voluntad y convicción de que esto es posible, primero debes sustituir tus ilusiones por una organización seria, para evitar en primer lugar el creciente peligro de guerra y la consolidación de una dictadura bancaria global asesina.
También es necesario saber quién opera verdaderamente el sistema que se oculta detrás de los peones que los ilusionistas de oposición controlada quieren que creas que están al mando. Ni los Soros, ni los Gates, ni los Clinton, ni los Biden son la cabeza de este sistema.
La realidad es que vivimos en un mundo que todavía está controlado por la geopolítica de la aristocracia europea y por el neoliberalismo con epicentro en la Ciudad de Londres.
Es necesario barrer a los peones del sistema, pero ese no debe ser el objetivo primordial, pues ellos son dispensables y reemplazables; y concentrarse en ellos equivaldría a intentar arreglar una inundación sólo bombeando el agua sin reparar antes la fuente de la fuga.
Además, mucha gente sigue creyendo que el dinero y los paradigmas materialista y darwinista son la solución a cualquier problema, y que hay que visualizar a otras naciones como enemigas y competidoras.
Por eso, los medios de propaganda —tanto oficiales como de oposición controlada— manipulan tan fácilmente a la gente que ahora mismo dirige su atención hacia otras naciones que en realidad luchan contra el sistema anglo-veneciano (por ejemplo la China de Xi y la Rusia de Putin).
Sólo si somos capaces de romper con esa mentirosa visión podremos ser capaces de comprender que el potencial de un nuevo paradigma es real, ilimitado y nos liberaría para asumir las verdaderas tareas que los seres humanos tienen ante sí de descubrir cuál es el verdadero potencial de la humanidad.
Por Harley Schlanger
Fuente:
Harley Schlanger / Schiller Institute — Facing an Existential Crisis with American Optimism, Not Delusion. Traducido al español y editado por Mente Alternativa.