La vida política estadounidense va mucho más allá de la rivalidad entre el Partido Republicano y el Demócrata.
Corren tiempos de fractura social y descontento ciudadano, y en vísperas de unas conflictivas elecciones presidenciales, grupos de activistas de todo signo toman las calles del país. Encajarlos en una ideología determinada no es tan fácil como algunos medios pretenden, y si algo tienen en común es un discurso extremadamente violento y armas de sobra para ponerlo en práctica.