Una nueva prueba de la división interna que afronta la oposición en Nicaragua fueron las palabras hoy de un represente gremial de grandes empresarios, quien declaró su incredulidad sobre el funcionamiento de la llamada Coalición Nacional (CN).
El tema de la Coalición yo no creo que vaya a funcionar, lo digo claramente, se lanzó el 25 de febrero, fue relanzada el 25 de junio y hoy sigue en un debate sobre la integración o no de los jóvenes, dijo Michael Healy, uno de los tres candidatos a la presidencia del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep).
Las declaraciones del representante del gran capital en el sector agropecuario a una televisora local fueron citadas por el boletín digital Informe Pastrán, medio que las consideró una lápida sobre la CN.
Tras admitir algo de conocimiento público como que la Alianza Cívica fue una creación de los obispos de la Conferencia Episcopal en medio del intento golpista de 2018, Healy abogó porque esa agrupación abandone la CN.
En su lugar propuso la creación de un nuevo acuerdo electorero con los partidos políticos tradicionales que ahora reniegan de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), surgida en el mismo contexto golpista, que en la actualidad impone sus criterios en el seno de la Coalición opositora.
Uno de los señalamientos críticos que recaen sobre la UNAB desde varios sectores oposicionistas es su empatía con el disidente Movimiento Renovador Sandinista, a cuyas cabezas más visibles la derecha nica no le perdona su pasado como parte del proyecto de la triunfante Revolución Sandinista.
Healy le confirió además un matiz religioso a su propuesta segregacionista de la CN, cuando expresó su preferencia por ampararse bajo la sombrilla del partido de corte liberal Ciudadanos por la Libertad (Cxl), 'que se declara abiertamente católico', reseñó Pastrán.