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El presidente de Colombia ignora situación de su país. Cinco niños fueron masacrados
Cada vez es más vergonzosa la actitud del presidente Iván Duque, de ridículo a irresponsable y de títere a mandadero.
Mientras Colombia se derrumba institucionalmente, nuestro mandatario se convierte en el hazme reír internacional. Todavía no se ha dado cuenta que es el presidente de un país que aceptó un fraude electoral. Y menos ha entendido, que cinco niños fueron masacrados en Cali mientras él trata de resolver problemas ajenos.
Nada más ilegítimo que el presidente de Colombia, elegido con dineros del narcotráfico y atreviéndose a hablar de transparencia electoral. Habla de fraude siendo el más fraudulento del continente. Un hombre sin principios, sin ética y sin la preparación suficiente para conducir nuestro país.
Acolitado por una prensa canalla, Iván Duque, desvía lo esencial que sumerge a su país en un río de sangre de líderes sociales. Sangre inocente se derrama en gran proporción desde que asumió las riendas de un país que aceptó una presidencia comprada con dineros mafiosos.
El país se estremece por la masacre de cinco menores en la ciudad de Cali, culpan a miembros de la Policía Nacional. ¿Dónde está el presidente? Metido en asuntos que no le corresponden.
Desde que asumió como presidente, Iván Duque se ha dedicado a dar cátedra de derechos humanos. ¿Sabe él qué son los derechos humanos?
En Colombia la muerte es cultura
No es la primera vez que, miembros de la Policía Nacional, son señalados como autores materiales de crímenes contra líderes sociales. Esta vez los señalamientos llegaron más lejos. A uniformados de la Policía del Valle Del Cauca los responsabilizan de asesinar a los menores en compañía de dos guardas de seguridad.
Este es nuestro país, una nación en manos de violadores de derechos humanos. Un país donde la vida se asesina en plena germinación mientras nuestro presidente desvía la mirada hacía el país vecino. Colombia, una nación que se moviliza para salvar judicialmente a un exmandatario cuyos dedos le apuntan como autor intelectual de muchas masacres.
Ese mismo país, no siente la mínima tristeza que la muerte prime sobre un Estado Social de Derecho. Aquí la muerte es cultura y más, si es propiciada por el Estado.
Red De Opinión / Nelson Armesto Echavez
