Sebastian Piñera acaba de indultar a dos criminales de la dictadura, mientras que por otro lado sigue metiendo en las cárceles del estado chileno a comuneros mapuche que son completamente inocentes y lo mismo están haciendo con los jóvenes que están presos a raíz del levantamiento social de octubre del año pasado, que llevan meses encarcelados sin ningún tipo de cargos reales en su contra.
Gobierno de Piñera acaba de dejar en libertad a dos criminales de lesa humanidad, condenados precisamente por violar los derechos humanos bajo la dictadura de las fuerzas armadas y la derecha chilena, liberaron al coronel de Ejército, Raúl Rojas que participo en los asesinatos del “Comando Conjunto” y al comandante de la FACH, Víctor Mattig Guzmán, que fue parte de los secuestros, torturas y asesinatos de la Academia de Guerra, dos casos emblemáticos de la brutal represión realiza en Chile, bajo el régimen cívico militar.
Esta es la forma en que funciona la justicia en Chile, donde hoy tenemos a un ministro de Justicia, Hernán Larraín, que fue parte de los “civiles” que apoyaron la dictadura y precisamente con la firma de este ministro se están liberando a estos asesinos, pero no podemos olvidar que esto se da con las orden del presidente, que es otro cachorro del dictador Pinochet.
Pero debemos destacar que al mismo tiempo que dictaminan la liberación de estos criminales, continúan con las injusticias contra el pueblo mapuche, no escuchan a los presos políticos que están en huelga de hambre durante tres meses, perpetuando las injusticias del estado chileno y la elite que lo controla.
Estos nos demuestra una vez más que la indolencia criminal del gobierno de Piñera no tiene límites, los abusos siguen siendo sistemáticos, los montajes también, para poder justificar el uso permanente de la violencia, la militarización del territorio mapuche y con ello todas las violaciones de los derechos humanos contra nuestro pueblo.
El Estado chileno y los tribunales de justicia, solo son utilizados como un elemento más de represión contra los mapuche, el racismo y la discriminación de la elite están muy bien representados por los jueces de estos tribunales cuando se trata de reprimir al pueblo mapuche.
Cuando algunos dicen que “todos somos iguales ante la ley”, solo nos queda hacer una mueca y sonreír, porque claramente hay algunos que son más iguales que otros.
En otras palabras en Chile lamentablemente no existe verdadera justicia para los mapuche y los pobres de este país.
Celso Calfullan