Después de que Londres prohibiera la compra de equipos de 5G fabricados por Huawei, los expertos temen que el país asiático podría tomar medidas de represalias en forma de sanciones.
En particular, el Gobierno de Boris Johnson decidió que para el final de 2020 el Reino Unido debe dejar de comprar los productos de Huawei para construir sus redes de 5G, y para 2027 deben ser excluidos todos los componentes del fabricante chino de la red nacional.
En cierto sentido, se trata de una medida moderada, puesto que solo afecta a las redes de última generación y no incluye a las de 4G. Además, algunos parlamentarios conservadores insistían en que Huawei tenía que ser excluida para 2023.
Sin embargo, la decisión tomada por Londres no ha sido bien aceptada en Pekín. Así, el medio Global Times destacó que el tratar a China —un importante socio comercial del Reino Unido— como si fuera un enemigo es un error grave.
Las declaraciones del canciller británico, Dominic Raab, no contribuyeron a las buenas relaciones con China después de que este declarase que el Reino Unido suspendió el acuerdo de extradición con Hong Kong.
El ministerio de Asuntos Exteriores chino reaccionó negativamente a esta declaración, indicando que Pekín no tolerará la intromisión en sus asuntos internos.
Al mismo tiempo, en sus declaraciones oficiales, Pekín se limitó a las promesas de tomar medidas decisivas en respuesta a las acciones del Gobierno británico, sin concretizar en los detalles. Sin embargo, los medios chinos y occidentales, citando fuentes propias y a expertos sacaron sus propias hipótesis.
Así, Global Times indica que a Jaguar Land Rover, BP y HSBC en China les puede esperar el mismo destino al que se enfrenta Huawei en el Reino Unido. En la entrevista con Sputnik, el profesor del programa europeo Jan Monnet en la Universidad Renmin de China, Wang Yiwei, mantiene el mismo punto de vista.
De acuerdo con él, China no suele practicar la política de ojo por ojo, pero en caso de dejar sin respuesta las acciones del Reino Unido, el país asiático podría dar una apariencia de debilidad. Esto, según opina Yiwei, empeoraría sus relaciones con los demás Estados, y destacó que EEUU podría estar detrás de lo que está ocurriendo.
"Ahora EEUU ha coercionado a sus socios de la alianza y otros socios europeos que son incapaces de llevar una política independiente en el ámbito de seguridad estratégica, a construir un nuevo sistema internacional", indicó Yiwei.
Sin embargo, en caso de que China no oponga resistencia, EEUU creará un sistema que excluirá al país asiático, destaca el experto.
De acuerdo con el analista, esta situación podría ser el comienzo de una nueva guerra fría, y es "algo que no quiere ni China ni otros países".
Actualmente, China contempla a Huawei como a un indicador de las relaciones, indica Yiwei. Según explica, junto con otros países, el Reino Unido no es capaz de mantener una política independiente en el ámbito de seguridad estratégica y no puede tomar sus propias decisiones.
"El Reino Unido y algunos otros países tienen una política de doble moral, cuando en el ámbito de seguridad apoyan a EEUU, pero económicamente quieren ser apoyados por China", aseveró el experto.
Un ejemplo de Estados independientes, según Yiwei, son Alemania y Francia, que abogan por la idea de autonomía estratégica y soberanía tecnológica. Por ello no siempre siguen el rumbo determinado por EEUU.