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Los finos y especializados artesanos del milenario arte de la cristalería están convencidos (y con toda la razón), que solo ellos dominan a la perfección la técnica de soplar a través de la gránula y crear pacientemente, maravillosos objetos y utensilios de cristal. Aunque a ojos de los incautos e inexpertos, tal tarea parezca fácil e insulsa.
Incautos, inexpertos, pero sobre todo ambiciosos, inescrupulosos, arteros y traidores a su propio país, resultaron las élites y los desclasados que han pretendido tumbar al gobierno y entregar al país (¡Otra vez!) a los gringos. Creyeron que ambos despropósitos resultarían fáciles y muy rápidos de conseguir. No solo es soplar y hacer botellas.
El Presidente Ortega no huyó abandonando el gobierno como el de Ucrania en su momento, ni el US Marines Corp. desembarcó en Corinto para instalar a un títere suyo en Managua, ni los bombarderos, misiles cruceros o drones asesinaron a nuestros líderes, ni mucho menos ningunas “ tropas de Paz” intentaron “restablecer la Democracia” en nuestro suelo.
Han sido meses de arduo trabajo de búsqueda de la Paz de la nación, por la reconstrucción de la Economía y la lucha por la defensa de nuestra Soberanía a nivel diplomático, en todos los foros e instancias.
El sacrificio y paciencia del pueblo y la tenacidad de nuestros líderes van dando frutos; el golpe fue derrotado y el encarrilamiento, verdaderamente democrático y constitucional del país, avanza pese a todo.
Los aprendices de golpistas, si quieren ser parte de esta nueva oportunidad de reconstrucción cívica y pacífica de la República, tendrán que abandonar el chantaje, la amenaza y el entreguismo y demostrar aunque sea niveles mínimos de patriotismo. De lo contrario quedaran excluidos del proceso, aunque continúen con su campaña de descredito a nuestras autoridades, dañando a la economía e invocando a fuerzas exógenas a la intervención.
Pero al final ¿Cómo pretenden ser parte de este esfuerzo colectivo sin un vehículo electoral acorde a la Constitución de la República, si (como ellos mismos han pregonado) la solución pasa por la realización de Elecciones nacionales?
Por extraño que parezca, el Frente Sandinista, un Partido tildado por esa misma Derecha ultraconservadora de ser “verticalista”, “antidemocrático” y “hegemónico”, es precisamente el único que en casi doscientos años de historia republicana de Nicaragua, creó la estructura legal y dio rango constitucional a Leyes que garantizan el pluripartidismo, la libertad y el derecho que los ciudadanos de cualquier estrato social, raza y género se agrupen bajo ciertas reglas garantizadas por la Ley con fines políticos, formando así Partidos políticos.
Desde la Independencia hasta el triunfo de la RPS en 1979, trece Constituciones políticas soslayaron el derecho inalienable de los ciudadanos nicaragüenses a organizarse políticamente, dentro de un marco particularmente normado, fuera de las famosas “paralelas históricas” libero- conservadoras.
Los Decretos de la Junta de Reconstrucción Nacional y luego la primera verdadera Ley de Partidos Políticos del 83, la Constitución revolucionaria del 87 y la Ley Electoral del 88 (que dejó atrás, en amplitud y profundidad, a la norma somocista del 74) que más tarde sería reformada y mejorada en una nueva Ley en los años noventa y en el dos mil, siempre contando con la participación definitiva de la bancada sandinista en la AN.
El marco legal ahí está, para que las organizaciones políticas legalmente constituidas y si realmente lo quisieran, también estos advenedizos de la “Alianza cívica” o como quieran llamarse ordeñar la teta del financiamiento que otorgan a manos llenas el gobierno yanqui y la ultraderecha mundial) tengan mediante un proceso de diálogo y consenso con nuestro gobierno, el derecho de utilizarlo.
No es un secreto que esta “Alianza” (que en realidad es sólo una suma de individuos sin representatividad propia, designados por la cúpula del gran capital criollo y el gobierno yanqui que les otorga sin control millones de dólares de sus contribuyentes), pretende negociar cargos y cuotas de poder para ellos mismos, a espaldas del resto de la “oposición” organizada formalmente en Partidos políticos. Sin embargo esto ya no es posible.
El gobierno, cabeza de un Estado responsable que consolida su capacidad negociadora (luego de recibir un claro espaldarazo de la mayoría del pueblo nicaragüense) con otros actores y jugadores, no solo a lo interno, si no con los Estados Unidos (principal impulsor del golpe derrotado), con la Secretaria General de la OEA y otras Organizaciones y gobiernos claves para la solución negociada y constitucional del conflicto, no está dispuesto a seguir perdiendo su valiosos tiempo con un interlocutor devaluado, sin peso ni categoría para asumir los compromisos y retos que la reconstrucción del país demanda.
La vigente Ley Electoral de Nicaragua ( de rango constitucional) es un instrumento moderno y de probada eficacia. Sinembargo, atendiendo las exigencias de la cuyuntura y en busca de cimentar una paz duradera para toda la Sociedad, nuestro gobierno ha manifestado su anuencia a concertar reformas a esta Norma dentro de un proceso de negociación sincero y soberano, que involucre a todas las partes necesarias para tal fin.
Una reforma a la Ley Electoral (o cualquier otra reforma) que posibilite constitucionalmente la celebración de Elecciones de autoridades nacionales, regionales y municipales, en tiempo y forma, sólo puede ser el resultado de acuerdos serios con contrapartes serias e idóneas y la ineludible participación de los Poderes del Estado nicaragüense con o sin el acompañamiento respetuoso de actores calificados internacionales, si así lo definen las partes dialogantes.
Esa es la única ruta. Insistir burda e idiotamente en la falsedad de la vinculación y obligatoriedad de resoluciones de Organismos y foros exógenos o blandir la cansina amenaza de sanciones económicas contra nuestro país ( por parte de actores extranjeros) resultan inútiles frente a la dignidad y decisión de nuestro pueblo y nuestro gobierno.
El tiempo se agota, busquen con sinceridad el dialogo.
El Sistema político nicaragüense es robusto y plural. Partidos y Alianzas legales han venido haciendo uso de sus Derechos y participando en procesos electorales a lo largo de los últimos cuarenta años y lo seguirán haciendo, protegidos y animados por la legalidad y respondiendo a sus votantes, cumpliendo así con el propósito de toda organización política: La búsqueda del Poder político por medios lícitos, fortaleciendo el Pacto social y consolidando la Democrácia.
Nosotros no necesitamos a los patrocinadores y autores del fracasado golpe para continuar la reconstrucción del país.
Así que dejen de conspirar y creer que todo es muy fácil. Organicen su Partido, tejan su alianza, mójense sus blancas nachas, asoleen sus calvas jupas en los caminos y calles de nuestro país, a ver si encuentra quien quiera votar por los vende- patrias y sólo entonces, el primer Domingo de Noviembre del 2,021 los esperaremos en las urnas de votación.
Nosotros, los sandinistas siempre estamos preparados y dispuestos, sea al trabajo, al combate, a elegir o ser elegidos. Somos más y mejores.
El resto es puro cuento de ustedes, pues no es tan fácil soplar y hacer botellas o como diría mi mama:
“No es lo mismo verla venir, que platicar con ella”.
Edelberto Matus
