Hace apenas una semana, aproximadamente, los principales medios de comunicación y miles de representantes de la “comunidad médica” nos decían que teníamos el deber de hacer a un lado las órdenes de “quedarse en casa” y salir a las calles para protestar por la muerte de George Floyd a manos de la policía. Dijeron que el virus Covid-19 no molestaría a las personas que protestan por semejante injusticia. Y que el virus solo ataca a las personas que salen de sus hogares para protestar contra las órdenes de quedarse en casa.
Ahora, después de que miles de empresas, muchas de ellas de propiedad negra, se han reducido a escombros y las personas inocentes en las ciudades del interior ya no tienen ningún lugar para comprar los productos más básicos para sobrevivir, los principales medios de comunicación se han retirado de su ininterrumpida cobertura de las protestas.
De pronto, la semana pasada, todos adoptaron simultáneamente una nueva narrativa de miedo para aterrorizar a las masas: Una “segunda ola” de coronavirus ya está entre nosotros. La advertencia estuvo dirigida a aquellos estados que se atrevieron a “abrir” sus economías y que emprendieron el regreso a una vida relativamente normal.
Texas, Florida y California fueron usados para asustar al resto del país y hacerles creer que si te atreves a abandonar tu hogar, contraerás coronavirus y morirás. Hubo un “pico” en los “casos” de coronavirus que afirmaron.
Es curioso que hace aproximadamente un mes exigían que aumentemos masivamente las pruebas, lo que produciría ese “pico” en los casos de coronavirus que ahora están utilizando para asustar a las autoridades y restablecer las órdenes increíblemente destructivas de quedarse en casa.
En este condado de Texas que incluye a Houston, el joven juez que de alguna manera se hizo con la autoridad de cerrar la tercera ciudad más grande de los Estados Unidos nos advierte que puede cerrar nuevamente el Condado de Harris para luchar contra esta “segunda ola” de casos.
Incluso amenazó con volver a invertir millones de dólares en un “hospital de campaña” en un estadio de fútbol de Houston que no vio a un solo paciente durante la “primera ola” de coronavirus.
Es difícil no preguntarse qué compañías políticamente conectadas están cosechando millones en contratos para construir un hospital obviamente innecesario.
Miles de camas de hospitales en Houston están vacías, mientras que a los pacientes con cáncer se les han negado sus exámenes de detección y necesitan someterse a tratamientos urgentemente.
Como señala el ex congresista David Stockman, los números reales de coronavirus no respaldan de ninguna manera la afirmación de los medios de que haya una “segunda ola” de infección en auge sobre Texas. Stockman nos informa que en Texas la “tasa de casos infectados reportados de 256 por 100,000 es solo el 10 por ciento de la tasa real de” zonas rojas “de 2,477 por 100,000 en los cinco distritos de la ciudad de Nueva York; y su tasa de mortalidad de 6.2 por 100,000 habitantes es solo el 3 por ciento de la tasa de 196 por 100,000 de la ciudad de Nueva York”.
No hay “zonas rojas” en Texas. Es solo más bombo publicitario.
Es curioso que no se atrevan a mencionar al estado de Georgia, que también ha abierto su economía y no ha registrado ningún “pico” en absoluto.
Las mismas personas que exigían más pruebas ahora están gritando que debemos cerrar la economía otra vez porque estas pruebas, que son poco confiables, muestran más casos de coronavirus.
¡Se trata de una enfermedad a la que sobrevive el 99.9 por ciento de las personas infectadas! Pero 40 millones de personas sin trabajo y las miles de vidas que terminarán debido al cierre nunca son mencionadas.
Aquí hay algo más que no está relacionado de ninguna manera con la salud pública.
Fuente:
Ron Paul / Ron Paul Institute — Is The ‘Second Wave’ Another Coronavirus Hoax?
