La semana pasada, soldados de la Guardia Nacional de Ucrania fueron enviados a patrullar a una ciudad ucraniana más. No se trata de Donbass sino del oeste del país, la ciudad de Mukachevo, en los Cárpatos, cerca de la frontera húngara.
“En relación con la situación operativa y una serie de crímenes en Mukachevo, con el objetivo de asistir a la Policía Nacional a estabilizar el crimen en el distrito de Mukachevo, región de Transcarpatia, se ha involucrado a la reserva operativa de la Guardia Nacional de Ucrania”, afirmaba el comunicado de la Guardia Nacional. La decisión fue tomada a petición del Consejo Local de la ciudad. A petición de los diputados, ya que la policía es incapaz de controlar la situación del crimen en la ciudad.
El 7 de febrero, los residentes se vieron sorprendidos por disparos y explosiones. En Mukachevo se estaba produciendo el último enfrentamiento de una guerra de bandas que ha aumentado en Ucrania en los últimos años. Dos hombres resultaron heridos en el tiroteo: el empresario local Artur Pashkuriak, apodado Bliuk y asociado al exdiputado del Parlamento de Ucrania Mijailo Lano, y su guardaespaldas. Al día siguiente, 8 de febrero, la policía detuvo en un barrio aledaño a dos vehículos con miembros de bandas que portaban un arsenal de armas. Aparentemente, los pasajeros del vehículo se disponían a arreglar cuentas con la otra banda cuando, casi por casualidad, se encontraron con la patrulla. Tras una persecución y un tiroteo en una carretera de montaña de los Cárpatos, fueron detenidos por las fuerzas especiales, aunque para entonces habían conseguido deshacerse de una parte de su arsenal. En su defensa, los detenidos alegaron ser patriotas, voluntarios de “ATO”. La policía afirma que los detenidos querían tomar el control de la región.
Según la prensa de Transcarpatia, en los últimos años ha escalado la guerra entre dos bandas mafiosas asociadas una al exdiputado Mijailo Lano y la otra al exgobernador de Transcarpatia Viktor Baloga. Estos dos mafiosos de alto rango cooperaron durante mucho tiempo en el flujo de contrabajo, pero en 2015 estalló un conflicto entre ellos en plenas calles de Mukachevo, donde nunca antes habían derramado sangre. En 2015, Viktor Baloga utilizaba a los nazis del Praviy Sektor como ejército privado. Desde los años noventa, Lano se había basado más en tradicionales saqueos. En 2015, los bandidos de Lano se enfrentaron a los militantes del Praviy Sektor. En un tiroteo en la misa zona de Mukachevo, sus bandidos mataron e hirieron a varios soldados del Praviy Sektor, tras lo cual los “supervivientes” huyeron, armados, a las montañas. Para captura a esos tres “partisanos” también se envió a Mukachevo a la Guardia Nacional. En la batalla entre los pravoseki y la Guardia Nacional, policía y los gánsteres de Lano se utilizaron armas automáticas y lanzagranadas. Tres de los pravoseki murieron, 14 resultaron heridos, tres coches de la policía ardieron y seis oficiales resultaron heridos. También resultaron heridos tres civiles que pasaban por allí cuando se produjo en tiroteo. El conflicto se resolvió tras la visita del embajador de Estados Unidos, Geoffrey Pyatt, a Transcarpatia para conversar con los líderes de ambos clanes.
Según el presidente de la Comisión de Investigación del Parlamento, Nikolay Plamarchuk, la investigación llegó a la conclusión de que “el principal motivo del conflicto armado ocurrido en Mukachevo fue el enfrentamiento entre representantes de los principales grupos políticos y empresariales de Transcarpatia, que pujan por el control del flujo de contrabajo a través de la región”.
Los clanes de mafias de Transcarpatia trabajan en colaboración con la policía para supervisar el tráfico de drogas, contrabando de cigarrillos a la Unión Europea y exportación ilegal de madera, que está deforestando los bosques. El contrabando supone millones en beneficios y en él participan cada vez más personas de Kiev, atraídas por los grandes beneficios.
En 2018, el periódico alemán Süddeutsche Zeitung realizó una investigación en la que estimó unas pérdidas de 5.000 millones de dólares para Ucrania a causa de la corrupción y contrabando en las fronteras, crímenes en los que participan los cuerpos de seguridad. Esas pérdidas, según los periodistas alemanes, “duplican la cantidad que Ucrania pretende obtener del FMI, la Unión Europea y el Banco Mundial en créditos”. El nombramiento del hípster Maxim Nefedov para el puesto de jefe del Servicio de Aduanas no ha cambiado la situación: los ingresos de aduanas en los últimos años siguen cayendo.
El presidente de la Asociación Ucraniana de Profesionales de Seguridad, Sergey Shabovta, considera las patrullas de la Guardia Nacional una medida que se debería haber tomado hace muchos tiempo y que, por lo tanto, ahora será ineficaz contra el aumento del crimen. “Con la ley Savchenko, en Ucrania se puso en libertad a más de 10.000 de los peores criminales, los tribunales han absuelto a asesinos que han sido puestos en libertad sin juicios serios. En un sistema tan decadente, no hay motivos para esperar que el crimen organizado vaya a descender”, afirmó Shabovta, que también apunta que el contrabando es consecuencia de la decisión de Arsen Avakov de acabar con el principal departamento que combatía el crimen organizado.
“Cuando el ministro del Interior Arsen Avakov destruyó la principal administración para combatir el crimen organizado, no comprendió las consecuencias de su decisión. Los informes anuales de Europol informan del aumento de bandas criminales como un mal síntoma de Europa occidental. Ucrania no lo ve o no lo quiere ver, así que presenta lo que ocurre en Mukachevo como un fenómeno local. De hecho, Ucrania está llena de crimen organizado”, afirmó Shabovta. En su opinión, las decisiones importantes se toman lejos de las instituciones estatales.
El número de criminales armados en Ucrania aumenta cada año y en las filas de las bandas hay generalmente veteranos de “ATO” y miembros de las organizaciones radicales nacionalistas.
El Parlamento ha presentado un proyecto de ley de legalización de las compañías militares privadas (PMC por sus siglas en inglés).
En realidad, no implica más que la legalización de los ejércitos privados de los oligarcas ucranianos, así como la posibilidad de que los más radicales veteranos de “ATO” y militantes de organizaciones nacionalistas incontroladas puedan participar en conflictos extranjeros. El vicepresidente del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, el mayor-general Sergey Krivonos, calificó la legalización de las PMC’s como “un rayo de luz” para esos veteranos de “ATO”, que ahora podrán “adaptarse a la vida civil”.
El politólogo Alexey Yakubin opina que uno de los partidarios de dicha ley es Arsen Avakov, que quiere legalizar a esos militantes. “Ahora, curiosamente, presiona por esta ley el ministro del Interior, que ha establecido una buena relación de trabajo con Ihor Kolomoisky.
La principal tarea de Avakov es buscar empleo para la gente con pistolas, miembros de batallones que ya no están en el Ministerio del Interior o en la Guardia Nacional, pero que tienen todo el entrenamiento militar. Por otra parte, es un intento de dar a los antiguos participantes de “ATO” posibles futuras actividades”.
Desde finales del año pasado, los oligarcas ucranianos y los nacionalistas radicales han sentido la debilidad del nuevo presidente y su equipo. La impunidad genera anarquía: es suficiente autodefinirse como patriota, veterano y voluntario de “ATO” para que se retire cualquier acusación de robo. Y en este contexto, las llamadas de Zelensky a “invertir en Ucrania” pueden caer en saco roto.
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